Desarraigo, mi melancolía en 19 poemas

Mi mundo cambió, no el día que emigré, no al convertirme en extranjera, no al elegir mi auto exilio, ni en la agonía de la diáspora, mi mundo fue arrancado de raíz la tarde que llegué a mi casita en Ciudad Peronia, en 1998 y la encontré vacía. Desde aquella tarde no tengo nido, desde aquella tarde mi mundo se convirtió en un limbo, en un abismo insondable. Un vacío que desde entonces me devora, y a veces se convierte en una boca gigante que me traga y en otras en un mar abierto en el que me ahogo.…