La emancipadora del autobús.
Desde que descubrí que con mi Identificación Consular podía ir a utilizar el servicio de la biblioteca del pueblo en donde vivo, patitas pa’ qué te quiero. Jule canela en busca de las estanterías atiborradas de libros, música y películas. En mi primera tarde de verano en mi vista de incógnita me salió al encuentro la enigmática Virginia Woolf me saludò en su inglés británico Hi Dear y me presentò a Orlando, La Señora Dalloway y su emancipadora Una Habitación Propia, me las prestó con la condición de que regresara a conversar sobre la trascendencia de Diario de Una Escritora.…