Buen día para morir.
Buen día para morir pensó mientras abría las persianas de la ventana, afuera el sol comenzaba a asomar. Najah decidió que el penúltimo día del año era propicio para enterrar sus miedos, los fantasmas y temores, la sombra feroz de la sociedad y el puritanismo de su familia condenada a ser conservadora y de doble moral. Era la oveja negra de la familia, la liberal la que siempre se metía en problemas por expresar su opinion que regularmente iba en contra de los diez mandamientos de la Biblia y las mil leyes del qué dirán. Desde muy joven disfrutó de…