Historias de un silbato XV

El reconocimiento en Liga Nacional de Fútbol Femenino El lunes que llegué a la Fedefut a dejar mi reporte arbitral, el secretario de la Comisión Arbitral me entregó una carta que había llegado para mí por parte de la Liga Nacional de Fútbol Femenino. Para ese tiempo yo trabajaba en juegos de las Especiales de Liga Mayor, Tercera División, Cuarta División y Liga Nacional de Fútbol Femenino, me dijo que era una invitación para que llegara a la ceremonia de entrega de trofeos del cierre de campeonato porque me querían entregar un reconocimiento como la mejor árbitro del torneo. En…

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Cuando se incendia un mercado

Cuando se incendia un mercado y se vuelve cenizas, también con él se calcina la cultura innata. Lo inherente, lo mágico, la esencia y la pureza que son parte de la cotidianidad de ese mundo de colores, sabores y aromas que embellecen los países y la gastronomía. ¿Cuánto de cultura y tradiciones guardan los mercados populares? ¿Cuánto de identidad? Para quienes lo sentimos propio es un dolor inmenso el que nos acongoja. El mercado es nuestra vida. Nuestra escuela. Nuestro sustento. El mercado son los cimientos de nuestra familia. De infinitas generaciones. Es nuestro día a día. Es nuestro papá…

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Pepita y sal

Fue un golpe muy grande cuando mi madre me dijo que no podía estudiar la carrera que yo quería, en sí no fue por la carrera sino por las circunstancias. Aunque ya lo presentía, quise soñar con que por una vez en su vida mi mamá me trataría sin desprecio y que cumpliría su palabra, no fue así. En el mes de octubre fui a realizarme los exámenes de admisión, pero no lo viví, sabía que era una fantasía, muy dentro de mí sabía que algo sucedería al final y que no estudiaría esa cerrera. Porque mi mamá nunca me…

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La tristeza de la tía Toña

Cuando recién cumplí los 15 años mi mamá finalmente me dejó ir a conocer Comapa, el pueblo donde nací en el oriente guatemalteco. Para ese entonces ya no había peligro con los cuatreros porque había carretera de terracería que iba directo de El Amatón a Comapa. En su infancia eran caminos reales y tenían que atravesar hondonadas y cerros para poder salir a la carretera en otro municipio de Jutiapa. Cuando recién inauguraron la carretera de terracería solo había un bus que salía en la madrugada y este mismo regresaba por la tarde de la capital, aprovechaban los cuatreros para…

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Angustia insondable

Cuando llega el verano y veo por doquier vendedores helados bajo el sol abrasador del medio día, me entra una especie de angustia inexplicable, repentinamente me da por llorar.  Se detiene el tiempo, el aire se vuelve más ralo aún y me cuesta respirar. Algunas veces volteo para otro lado para que me duela menos, pero es instantáneo que desista y los vuelvo a ver.   Los observo detenidamente como si la acción  se tratara de un autoexamen, como si al verlos me viera yo misma frente a un espejo. Siento su cansancio, su piel quemada por el sol, la ansiedad…

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Mucama articulista

Esta es una experiencia que no quiero olvidar, por eso escribo este texto, para que las letras lo guarden. Hace unos días fui invitada para ir a dar una charla a estudiantes de periodismo a la universidad (college) Columbia, en Chicago, acepté instantáneamente. La invitación vino de parte del docente, que es peruano, en el curso “Reporting for the Spanish Lenguage News Media”. Subrayo que es peruano porque es muy raro que en Estados Unidos un latinoamericano valore y apoye el trabajo de otro latino, y más complejo aún que resalte su trabajo y lo quiera dar a conocer.

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La muerte de un paria

Aquella mañana pasamos por la piñera a comernos nuestra acostumbrada piña cada uno, el placer era ver cómo la pelaba con machete el vendedor y nos la entregaba por el tallo, y así entera agarrada del tallo la devorábamos a mordidas mientras caminábamos por los atajos del mercado La Terminal. Ritual que hacíamos todos los sábados por la mañana mi papa y yo cuando íbamos en busca de las verduras para su acostumbrado caldo de patas.

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