Atreverse a curar la herida
No importa si la primera expresión emerge con miedo, enojo, ira, impotencia o frustración y que por eso retumbe y lance llamas o queme como la brasa; si rasguña, si grita, si llora quejumbrosamente o si lanza puñetazos al vacío; realmente eso no es lo importante, lo importante es que ha comenzado a curarse la herida. No importa que los pasos sean tambaleantes, si se dan tres hacia delante y uno hacia atrás, si se va de lado o en zigzag, lo que realmente importa es ponerse de pie e intentar caminar aunque al principio solo se pueda gatear o arrastrarse; en algún momento llegará la…