Arte | En el establo

Tuve una infancia de ensueño. Conocí el amor de los animalitos y ha sido de lo más puro que he vivido. De hecho me llevo mejor con ellos que con los humanos. Podría vivir en una casita perdida en el monte rodeada de animalitos sin la presencia humana y sería feliz, como feliz fue mi infancia perdida en la arada durante horas con los mis cabritas y los cochitos. Crecí pastoreando cabras y ordeñándolas, llevando a los cochitos al monte y perdernos todos en la arada y después de horas pegarles un silbido y juntarnos para regresar a la casa.…