Com talento sobrenatural, Clarice Lispector deu ao Brasil a maior das glórias em literatura

Tradução do Beatriz Cannabrava, Revista Diálogos do Sul Este texto pertence à série As Insurrectas A grande Clarice Lispector completa 100 anos.  A escritora que nunca acreditou que fosse extraordinária, havia demasiada pureza em sua alma para caminhar pela vida com o ego da intelectualidade. Seus textos abriam passagem entre a vida diária, com a máquina de escrever sobre os joelhos enquanto cuidava de seus filhos pequenos. A casa própria de que fala Virginia Woolf foi para Clarice essa máquina de escrever que a salvou do vazio.  Clarice, que cresceu na pobreza, emigrante desde criança, que falava o português com…

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Clarice Lispector, fedele alla sua essenza selvaggia

Tradotto da Monica Manicardi Questo testo appartiene alla serie Las Insurrectas La grande scrittrice Clarice Lispector compie 100 anni. La straordinaria scrittrice che non ci ha mai creduto, troppa purezza nella sua anima per camminare nella vita con l’ego dell’intellettualità. I suoi testi si facevano strada nella vita quotidiana, con la macchina da scrivere sopra le sue gambe mentre si prendeva cura dei suoi figli piccoli. La stessa stanza di cui parla Virginia Woolf era per Clarice quella macchina da scrivere che l’ha salvata dal vuoto.  Clarice, che è cresciuta nella  povertà, emigrante sin da bambina che parlava il portoghese con…

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Clarice Lispector, fiel a su esencia salvaje

Este texto pertenece a la serie Las Insurrectas La gran Clarice Lispector cumple 100 años.  La escritora extraordinaria que nunca se lo  creyó, demasiada pureza en su alma  como para caminar por la vida con el ego de la intelectualidad. Sus textos se abrían paso entre la vida diaria, con la máquina de escribir sobre sus piernas en lo que cuidaba a sus hijos pequeños. La habitación propia de la que habla Virginia Woolf fue para Clarice esa máquina de escribir que la salvó del vacío.  Clarice, que creció en la pobreza, emigrante desde niña que hablaba el portugués con un acento…

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La papa partida por la mitad

Este texto pertenece a la serie Las Insurrectas. Salimos de la cantina Las Galaxias con los patojos alrededor de las 9 de la noche, los fines de semana tenía la libertad de un tiempo libre después de vender helados y dejar alimentados a los animalitos, entonces me iba a jugar pelota,  a aplanar calles con los patojos o sola a virinbundear  y en el camino me encontraba con algunas amigas y nos íbamos a  darle la vuelta a la colonia. Eran los tiempos de mi adolescencia y Ciudad Peronia crecía cada día, en el asentamiento comenzaban a verse pequeñas construcciones de casas, poco…

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Las vendedoras de la aldea

Siempre vienen a mi mente cuando las flores de las diez comienzan a abrir sus pétalos en las mañanas tibias del verano. Y con la brisa tenue de los días de sol y canícula, aparecen las panadas de agua regando el patio empolvado de aquella casita fue el nido que abrigó la inocencia  de mi niñez. Y  el olor a tierra  mojada llega hasta la ventana de mi habitación, aquí en esta tierra lejana donde hoy planto ajos, semillas de tomates y acomodo las ramas de las parras de hierbabuena que se expanden galantes como enredaderas entre las flores de chiliguas, los tiestos…

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Las Insurrectas: Doña Vicky, la primera fotógrafa de Ciudad Peronia

Apareció con su cámara colgada del cuello y comenzó a ofrecer sus fotografías, como quien ofrece queso fresco cuarteado, flores recién cortadas, escobas, limar cuchillos, comprar botellas y papel periódico; así simple en un día cualquiera de arrabal. Fue para la década del noventa cuando en Ciudad Peronia solo existía un fotógrafo que llegaba de la capital los domingos  a retratar y regresaba a las semanas a entregar las fotografías  que dejaba fiadas   y   que le iban pagando por pocos.   Era importante retratar a los niños recién nacidos y al güiralito conforme iba creciendo y si se podía el retrato familiar, las fotografías eran…

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