Giammattei, el criminal y terrorista
Imagine que un presidente recién electo, el día de la toma de posesión en su primer discurso le afloren los aires de dictador y le grite a la ciudadanía que va a declarar a los niños y adolescentes del país como terroristas, ¡válgame!, pues eso pasó en Guatemala, lugar donde la novela de Miguel Ángel Asturias, El señor presidente, se queda corta comparada con el día a día del país donde todo pasa y la gente ni se mosquea, porque llegaron a asimilar lo inverosímil con la naturalidad del realismo mágico de las finconas latinoamericanas. Un Giammattei recién ungido por la cúpula…