Soy el yermo que te ama.
Sin evocarte te apareces Como viento de primavera en mi ventana Abres las cortinas, acaricias las persianas Te siento suave brisa de otros tiempos Alegría de niña, melodía de guitarra Tierno retoño que embellece a una triste parra En todo lo que miro permaneces Intacta lindeza de un capullo Agua de río, chicharra, tarde con su murmullo Te invoco a veces buscándote En otras corro desquiciada Me alejo y renuncio ensimismada Regreso rauda en la poesía De una noche que te llama Y yo que no creía, estoy de vos enamorada. Y yo que no…