Arte

El fin de semana me dio por pintar arboledas, la primera la hice en color azul, luego agarré aviada y me discutí otras dos en rojo y anaranjado. Me quedé picada y al siguiente día pinté otra en amarillo y chiltotos, con los palos blancos que abundan en el otoño en mi reserva forestal rentada. Con la amarilla sufrí porque quería las hojas sueltas, frondosas, como se miran a mediados de octubre cuando inicia la época del frío en mi pueblo rentado. Pero todavía no llega hasta ese punto mi capacidad ni la soltura de mi mano y no sé si llegará, pero hoy por hoy, esto pinto y amo lo que se va plasmando en los lienzos, sean las formas que sean porque son mis intentos y los disfruto mucho.

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