Sobreviviente de frontera

Este texto fue publicado en la Universidad de Jacksonville, Florida, en la sección de literatura latinoamericana.

Reseña del libro Historia de una indocumentada, travesía en el desierto de Sonora-Arizona

Siempre que escribo reseñas sobre este libro, me cambia el ánimo porque me toca revivir nuevamente la travesía que realicé  desde mi país de origen hacia Estados Unidos, de forma indocumentada, como uno más de esos millones de migrantes en tránsito que cruzan las fronteras de la muerte. Tuve la suerte de sobrevivir esa frontera, por eso existe este libro. 

Sin embargo tuvo que pasar una década, porque durante 10 años una depresión profunda, la depresión de la post frontera se instaló en mí con sus noches de ansiedad y sus madrugadas de paranoia, con sus días de caos y miedo, mucho miedo. Recuerdos lóbregos de una travesía que a muchos les ha costado la vida. 10 años que silenciaron mi voz. 10 años de introspección e introversión en una mujer que siempre fue extrovertida; la travesía me cambió para siempre. 

10 años para que yo pudiera tratar de reconstruirme: levantar,   juntar y pegar nuevamente pedazos de mi ser que hacían de mis emociones un tormento y de mis nervios un abismo insondable. Restaurarme ha sido un proceso lento, doloroso y lleno de fantasmas. Lo que más he querido es olvidar para siempre todo recuerdo de esa experiencia. Pero no podía enterrar lo que viven miles de migrantes, tenía que dar mi testimonio, mi denuncia y la mejor manera fue escribiéndolo y lanzándolo al viento. 

No fue fácil instalarme de nuevo en esa travesía y tratar de enfrentar  los recuerdos para relatarlos de la forma más fiel posible para crear un testimonio de una sobreviviente de frontera. Eso es este libro, un testimonio que busca denunciar y también honrar a todos esos seres que en masa se lanzan de frente a la muerte sin mayor arma que su ser descarnado y sus deseos de sobrevivencia. 

Historia de una indocumentada, travesía en el desierto de Sonora-Arizona, relata los episodios de mi trayecto hacia Estados Unidos desde el momento en que salí de Guatemala hasta que llegué al país de llegada que ahora es el país de residencia. Desde cómo fui recibida por una coyota mexicana que se hizo pasar por una tía mía frente a los agentes de inmigración  en el Aeropuerto Internacional de México,  hasta cómo fuimos perseguidos por agentes de la Patrulla Fronteriza en sus carros de doble tracción y motocicletas entre los cactus en una de las largas noches en el desierto. De cómo aprendí a hablar con acento mexicano, aprendiéndome nombres de ciudades, presidentes y hasta el himno nacional de México. 

De cómo logramos salvarnos de ser asesinados en el desierto gracias al escape subiendo a la cima de un cerro a mitad de la noche. De cómo llegamos a una casa-bodega en Arizona que estaba llena de migrantes de distintas partes del mundo que también como yo fueron secuestrados para  exigir a sus familiares pagar dinero por un rescate, solo por no ser mexicanos. 

Relata el miedo, el horror y el olor a muerte del que están impregnados los desiertos en la frontera. No es un libro fácil de leer pues no fue fácil escribirlo. Ahí hay alma, hay dolor, hay realidad y también a pesar de la desolación hay esperanza. 

No tiene nada de extraordinario solo es  el testimonio de una sobreviviente de frontera. 

Escribo esta reseña a pocos días de cumplirse 15 años de la travesía que cambió mi vida para siempre. 

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Ilka Oliva Corado  @ilkaolivacorado

09 de octubre de 2018.

Estados Unidos.

Un comentario

  1. Una travesía contada con el corazón en la mano…

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