El llavero peruano

Recuerdo que cuando salí de la abarrotería mexicana, en la puerta a las afueras estaba un jovencito tal vez de unos 20 años de edad, me salió al encuentro con varios llaveros en la mano, al momento me dijo que pedía un donativo de cinco dólares por cada uno, que él los hacía en Perú.

Enseguida me enseñó su carnet de la organización humanitaria a la que pertenecía, dijo que el dinero era para medicamentos para niños en Perú. 

Los pequeños tecomates llamaron mi atención de inmediato, son como los cutumbos en los que tomamos agua en mi pueblo natal, lo compré más por nostalgia que por el donativo. 

Desde ese día Perú viaja conmigo a todos lados y espero que algún día sea yo quien viaje a Perú. Es mi llavero favorito. Me acompaña desde el año 2004.

Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado 

10 de octubre de 2018.

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