¿Qué harán después de haber teñido de rojo el agua de la fuente?

Después de haberse lapidado para la fotografía, ¿qué harán? ¿Qué harán después de haberse desbocado para lograr salir en los medios de comunicación nacionales e internacionales? ¿Qué harán, después del protagonismo vital de los oportunistas? ¿Qué harán, después de haberse columpiado sobre la muerte de 40 niñas que ustedes asesinaron? ¿Qué harán después del morbo de haber compartido las fotografías de los cuerpos calcinados? ¿Qué harán, después de haber irrespetado las vidas de esas niñas y el dolor de sus familiares?
¿Qué harán, después de haber obtenido una felicitación por el reportaje? ¿Después de haber titulado la tragedia al mejor estilo amarillista, como enganche para atraer más lectores? ¿Qué harán, después de haber relatado desde el clasismo y el racismo? ¿Qué harán cuando se apaguen las luces de los reflectores y no haya de dónde desangrar más a las niñas vulneradas? ¿Qué harán después de la bulla, cuando el silencio en su manto de impunidad nuevamente tome como asalto a Guatemala?

¿Qué harán cuando les vuelva la cobardía y se escondan en su doble moral? ¿Qué harán cuando el caso se engavete y sea una tragedia más de las tantas que enlutan Guatemala? ¿Cuánto les va a durar el luto? ¿Dos días, una semana y de ahí qué? ¿Qué harán cuando sus credenciales de indignados caduquen en un mes, en la pudrición de una sociedad arribista?
Pregunto, porque la indignidad debe ser todo los días a todas horas. Pregunto, qué harán después de haber teñido de rojo el agua de la fuente, porque hay miles de niños en necesidad en el país. Pregunto por qué nunca han visto a los niños que cortan caña, a los que se pudren en las fincas de algodón, a los niños que cargan bultos en los mercados. Porque nunca les ha indignado ver a miles de niños comiendo y viviendo en los basureros. Hay miles de niñas y adolescentes siendo violadas en los bares y casas de citas del país, en cada esquina y eso no los hace salir a la plaza y mostrar indignación para cerrar esos centros de tortura.
Miles de niños son abusados, torturados y desaparecidos en las limpiezas sociales en los arrabales, ¿eso no los indigna? ¿No los indigna ver a miles de niño picando piedra, cortando café en fincas de millonarios? ¿No los indigna ver a niños perdiendo su infancia por el trabajo forzado?¿Qué dicen de los niños que les lustran los zapatos mientras ustedes están en la plaza, “manifestando”?
¿Qué harán, para honrar las vidas de estas 40 niñas asesinadas, ya que en vida no las pudieron cuidar? ¿Harán obras de arte, escribirán poemas, canciones, pintarán murales, ponencias, recitales, obras de teatro? Es decir, ¿seguirán de oportunistas? Pregunto en serio, ¿qué harán para que las cárceles y correccionales no se llenen de niños y adolescentes que necesitan una oportunidad en la vida? ¿Qué harán para que ya no sigan violando, embarazando y asesinando niñas?
¿Qué harán para que la infancia no se pudra, muera de hambre, de olvido, asesinada por el Estado y por nosotros o emigre? ¿Qué harán para cambiar el sistema de un país colapsado?¿Qué harán para cambiar los cimientos de una sociedad corrompida, patriarcal, misógina, homofóbica, estereotipada, clasista, racista, cachureca y de doble moral?
No, no es solo de soplar y hacer botellas, cuando las luces de los reflectores se apaguen veremos si así como roncan duermen. Para mientras sigamos durmiendo la mona y columpiándoos en los parias, total, ¿quién por ellos?

Nota: Este texto pertenece a la trilogía Hogar Seguro Virgen de la Asunción, donde están los textos: Guatemala, los culpables de sus muertes somos nosotros. Hogar Seguro Virgen de la Asunción: una tragedia que no cala. ¿Qué harán después de haber teñido de rojo el agua de la fuente?
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Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado contacto@cronicasdeunainquilina.wordpress.com
12 de marzo de 2017, Estados Unidos.