En Guatemala se justifica lo injustificable

Son inconcebibles las declaraciones del Ministro de Defensa respecto a la violación sexual que sufrió una alumna (una niña, prácticamente) dentro de las instalaciones del V. Hall.  El  claramente misógino, machista y patriarcal justificó lo injustificable.  ¿Por qué la sociedad guatemalteca no ha salido a abarrotar las calles y a exigir su destitución inmediata? ¿Qué tiene que ver que la víctima  tuviera una relación sentimental con su agresor? Eso no le da derecho a tocarla sin su consentimiento.

Guatemala  no evoluciona,  todavía se acepta como natural  la violencia de género en todos los niveles de la sociedad. El mensaje que envía claramente el Ministro de Defensa Williams Mansilla es que cualquiera puede agredir emocional, física y sexualmente a su pareja sentimental  y no será juzgado por la ley. Que hay bases para justificar lo injustificable y que el castigo será ficticio.

Una declaración así de brutal   de un Ministro de Defensa en un sociedad que respete los derechos humanos de todos los ciudadanos, le cuesta el puesto como mínimo al cretino. Pero en Guatemala qué podemos esperar si la misma sociedad indolente lo que hace es acusar de culpable a la víctima. Y aquí hay algo  muy importante que resaltar; que el abuso sucedió dentro de las instalaciones de un instituto militar, lo que viene a colocar de nuevo frente al imaginario colectivo los terribles abusos que sufrieron mujeres por miembros de ejército en tiempos del Conflicto Armado Interno. Si estando en pleno 2016 un Ministro de  Defensa justifica una violación sexual, imaginemos lo que hacían con las mujeres en tiempo de la dictadura.  ¿Qué justicia los va a juzgar? ¿Qué sociedad va buscar esa justicia?

Tan así que el caso Sepur Zarco nos vino a dar en la cara y en nuestra indiferencia, vino a poner de nuevo el dedo en la llaga, ¿y cuál fue la reacción de la sociedad ante las declaraciones de las mujeres que sufrieron esclavitud sexual?  ¿Cuál es la reacción de la sociedad ante el abuso que sufrió esta alumna en el V. Hall? Es la misma, a diferencia de décadas entre un caso y otro la reacción es la misma. Guatemala no evoluciona.

No hay razón para que las alumnas internas ahora busquen dónde alojarse, sus compañeros y superiores son los que tienen que aprender a respetarlas y a saber que una mujer no se toca si ella no lo consiente, así esté bajo los efectos del alcohol o de alguna droga. Así se desnude y se les pare enfrente o se les tire encima. ¡No se toca! Una mujer que en ese instante no tiene conciencia de sus actos debido a la ingesta, no se toca así ella lo pida. ¡Y mucho menos si es una menor de edad! ¡Una menor de edad no se toca nunca! ¡Una mujer no se toca nunca a la fuerza! Hay que averiguar si la alumna fue drogada y alcoholizada a la fuerza para poder abusarla.  ¿Cuántos casos así han quedado dentro de las paredes del V. Hall?  ¿Fue su pareja sentimental solamente o al típico estilo militar pasó el batallón entero?  ¿Qué tipo de mensaje está haciendo llegar a los alumnos de los institutos militares  y civiles el Ministro de Defensa con semejantes declaraciones? Y que es tiempo para que ya estuviera de baja.

¿En qué nivel de degradación vivimos que la sociedad no ha explotado indignada con este caso? ¿Acaso nosotros también justificamos las violaciones sexuales?

Solapar el abuso repellándolo con la “idiosincrasia” es una enorme irresponsabilidad que envía mensajes erróneos a la sociedad. El caso del abuso a la niña en el V. Hall tuvo la suerte de  hacerse público, pero hay miles más que se encubren y que nunca llegan a la justicia.

¿Si esto pasa en un instituto educativo y lo justificamos qué esperamos que suceda en la calle? Apelo a la humanidad de la sociedad guatemalteca para que se pronuncie ante estas declaraciones y así marcar un precedente y comenzar a enderezar el camino. Por el bien de nuestras niñas, adolescentes y mujeres. Por el bien de esos niños, adolescentes que serán los hombres del mañana. Apelar a un concepto equivocado de “idiosincrasia”.

Que no nos sorprenda entonces que después de las declaraciones del Ministro de Defensa aumenten las violaciones sexuales en centros educativos, en hogares y en todos lados. Que no nos sorprenda que los agresores las justifiquen con las mismas palabras del Ministro.  A esa niña que abusaron en el V. Hall tenemos que sentirla como hija de nuestras entrañas y defenderla como tal, por ella  y por las niñas, adolescentes y mujeres de nuestro país.

Hagamos algo ahora o  lloremos después cuando la violada sea una persona con la que tengamos lazos de sangre y afectivos.  Entonces vamos a corcovear de dolor y no habrá justicia y sociedad que nos escuche. No olvidemos que la violación sexual es un daño irreparable que repercute  no solo en la  autoestima de la víctima sino en su ser entero que desde el momento del abuso es una herida abierta en carne viva. No las expongamos al estigma. No las mancillemos. 

Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado

13 de marzo de 2016

Estados Unidos.

2 comentarios

  1. Claro Ilka una sociedad machista y misógina no puede tener justicia. Es una pena ese acontecimiento, y como bien lo dices tu desde el conflicto armado interno hasta hoy el 2016… el ejercito militar y el gobierno en Guatemala… Así como los ejércitos y gobiernos en América Latina y en el mundo entero: son patriarcales, y en la mayoría de los casos también misóginos y machistas.
    Y esto va a cambiar hasta que todos y todas seamos conscientes de estas grandes injusticias y desigualdades de género, que por más discursos progresistas no mas no avanzamos.
    Abrazos!!!
    Magda

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.