No queremos donaciones, queremos que paguen impuestos

La primera gran baboseada que pegó el Moralejo en su discurso de posesión fue la casaca de 100 millones en “donaciones” para medicamentos. Inmediatamente le llovieron los aplausos y se triplicaron (las apuestas) las oraciones de sus fieles y cristianos seguidores. La felicidad retumbaba en alabanzas ( y pensar que a la gran patria y nos esperan cuatro años de aleluyas con cada fumada del cristiano) pero ni por asomo, así ni por joder la gente se puso a pensar de dónde salieron 100 millones y quién o quiénes se atreverían a soltar así por así  una cantidad de esas “por amor al prójimo” (siendo tan garras que entre más pisto tienen más pisto quieren). Con esa primera se pasó por el arco del triunfo a sus votantes y ni cuenta se dieron. Todo es bienvenido en nombre el Señor.

 Ni por curiosidad de dónde quedó la bolita, o de ver quién tiene la oreja caliente la gente se puso a pensar de dónde llegó ese “donativo” tan caritativo para el hermano Moralejo. ¿Qué empresas fueron las que donaron? ¿Qué vínculos tienen con la mano peluda? Y lo más común que a ojo de buen cubero cualquiera notaría, ¿pagan impuestos? ¿Tendrá que devolver el favor más adelante el hermano Moralejo? ¿De qué forma? ¡Tanananán…, primera llamada!

No le busquemos tres pies al gato y tampoco provoquemos que del aire nos caigan los cuentazos que la función apenas está por empezar, (puta, 4 años…). Barajémosla más despacio y pongámoslo en un contexto que quienes lo votaron lo puedan entender, ¿se conformarán con 100 millones? Es decir (explicando con plasticina) ¿con 100 pinches millones los van a comprar? ¿Con 100 millones les van dormir la mona? Cien millones es como quitarle un pelo a un gato hablando propiamente de empresas millonarias que no pagan impuestos. ¿Con 100 millones los tendrán entretenidos para que no se hable de impuestos, salarios diferenciados y beneficios laborales?

¿Cuánto tendrían que pagar realmente en impuestos estas empresas tan de buen corazón que donan 100 millones? ¿Cuánto tendrían que pagar en beneficios laborales y salarios justos? ¿Cuánto en infraestructura para garantizar la seguridad del trabajador? ¿A quiénes votaron por el “el varón puesto por Dios en Guatemala” realmente les preocupa el salario diferenciado? ¿Los mosquea que sean millones de millones lo que se embolsen estas tiernas y solidarias empresas oligarcas por no pagar impuestos? ¿Les preocupa siquiera que los obreros, los campesinos y los proletarios sean esclavos de estos pícaros hermanos en Cristo que donaron para medicamento?

Fuera de bromas, ya hablando en serio, fuera de la fe de cada quien que es respetable, más allá de la mojigatería y del fanatismo religioso y la apatía, ¿se han puesto a pensar en los beneficios que traería a Guatemala si las empresas oligárquicas pagaran impuestos y le dieran de ley los beneficios laborales a sus trabajadores? ¿Qué harán –aparte de orar- para que el salario diferenciado se convierta en salario justo?

Un buen punto sería, -ya que confían tanto en su presidente- exigirle al Moralejo que como presidente no acepte donativos sino que les exija (con la ley en la mano, y hablo de la ley terranal y no de la Biblia) que paguen impuestos a como se debe y que les den los beneficios laborales a sus trabajadores. Y que un punto muy importante en su agenda (aparte del titipuchal que son de emergencia en Guatemala) sea el de tocar el salario diferenciado y convertirlo en salario justo.

Díganle que no son tan ingenuos como para que les lave el cerebro con 100 millones, díganle que de algo les ha servido la universidad y los viajes al extranjero. Díganle que aunque sean personas de vivir de apariencias, mojigatas y fanáticas religiosas, no son tan majes como para que se los pase por el arco del triunfo. Digo, si es que no son tan majes realmente, ahora si les gusta el colazo por el arco del triunfo atásquense que hay lodo.

Veremos qué nos trae la segunda llamada, para mientras aunque sea así por aparentar hay que ponerse a pensar en la razón real de ese donativo –ese contrato de compra venta- que tan alegres los tiene. Y podrían decir también aunque sea por aparentar, ¡no queremos donativos, queremos que paguen impuestos!, a ver si con la consigna les va despertando la dignidad y el amor al prójimo que no nace con ninguna Biblia, nace de la indignación por la injusticia y de la entereza humana por quien lucha para erradicarla.

Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado contacto@cronicasdeunainquilina.wordpress.com

17 de enero de 2016.

Estados Unidos.

4 comentarios

  1. Sra. de Cantoral, y eso que el señor que permitió el pacto colectivo del Congreso fue Jorge Méndez-Herbruger, a ver si los conserjes de sus empresas ganan más que el mínimo.
    Moralejas no recibió donativos, recibió SOBORNOS, y estos son para luego seguir brindándoles contratos a esos empresarios.

  2. A esos salarios diferenciados que hablas, tendríamos que sumar los derivados de Pactos Colectivos, que en el Congreso se recetan miles de miles a puestos que en la iniciativa privada ni por donde pasó se les ocurriría pagar. Muchos profesionales no ganan ni diez mil quetzales y en el Congreso los conserjes ganas +- Q.18 mil. Vamos a ver si en esta administración cambia esto o simplemente seguimos como estamos.

  3. Lo «bueno» que tiene la religiosidad es que tiene la excusa perfecta para todo momento, es por ello que cuando para todo el mundo ya esté clarísimo que el «presi» es igual o más nefasto que todos los anteriores juntos, dirán que «se dejó tentar por el diablo, cayó en las garras del enemigo, perdió la fe, él es bueno pero se rodeó de impíos, etc, etc, y más etc» … y entonces comenzarán a orar por Guatemala y nombrarán al próximo elegido de Dios, que esta vez si será el bueno, a menos que se deje tentar por el diablo, caiga en las garras del enemigo, pierda la fe o se rodee de impíos, claro … y si pasa pues, orarán otra vez, y elegirán a otro … y así sucesivamente por los siglos de los siglos ….aaaaaameeeeenn …

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