A estas horas de la madrugada.

En algún camino, en algún peñón
En algún desierto llora un migrante
Un niño asustado, una niña transgredida
Un ser sin ilusión.
 
A esta hora del café
El hambre golpea a los niños trabajadores
A los postergados en los surcos
A los ancianos escarnecidos
A los recién nacidos en la miseria
A los indefendibles por aciagos.
 
A estas horas del alba
Muere una mujer violentada
No hay pancartas, no hay manifestación
Fallece sola en el silencio de la opresión.

En el rocío de la alborada
Un adolescente huele pega
Se convierte en porquería
La siempre letanía del que bien está
Lo margina y lo convierte en criminal.
 
 
En este instante crepuscular
Se van los nadies a otros suelos
Buscando el sustento y un dólar verde para el envío
Lloran como los críos cuando hace falta mamá
Es el destierro cuando hace frío y no los puede abrigar
Es la aspereza del ser mohíno, es el estigma de quien se va.
 
A estas horas de la madrugada
¿En dónde está el anhelo?
¿Hacia dónde migraron las utopías?
Amanece, es otro día con la misma realidad
No hay magia alguna que corteje al infortunio
Y lo vuelva regocijo.
Duerme en la calle la poesía.
 
Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado
Octubre 23 de 2015.
Estados Unidos.

2 comentarios

  1. Talvez se siente mas doloroso por toda la verdad que encierra.

  2. Duerme en la calle, en nuestros corazones, en nuestra alma y en nuestras manos, la poesía se necesita tanto.
    Gracias por contar lo que casi nadie quiere que sea realidad. Lo que la mayoría piensa que no es cierto. Lo que prefieren sacar vuelta.
    Tu lo traes, no lo muestras con valor.

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