Escribirte.

Escribirte en la coraza de un invierno apaciguado, escribirte con la brasa de un viento postrero, encontrarte en el letrero de la entrada de la plaza, y en éstas ganas que te abrazan en conspiración. Escribirte en la emoción de una noche perturbaba, en la mañana callada que te respira en la humedad, en la serenidad de un suspiro contenido, encontrarte en el nido del ave que emigró.
Escribirte con la impaciencia de un amor enardecido y en el agua de los ríos que en poesía es su caudal, escribirte en la agonía de un ataque de histeria y en mi bipolaridad. Escribirte en la autenticidad del sentir sin ornamentos y en los momentos de profunda oscuridad.
Escribirte en la ciudad o el bosque de los arces y en la niebla que se esparce como las olas en el mar. Escribirte en la ambigüedad de la letra sin poesía, en la taciturna letanía del vacío existencial.
Escribirte en la premura del desconcierto, en el cielo siempre abierto del verano soñador. Encontrarte en este amor que por demás es alienado, escribirte en los nevados y en el corredor.
Escribirte en la finura de tu andar de fantasía y en las ironías de la complejidad. Encontrarte en el umbral de los tiempos idos y en lo retorcido de un delirio sentimental. Escribirte todos los días a todas horas, intuición excepcional. Escribirte musa, encontrarte numen de mi debilidad.
Ilka Oliva Corado.
Febrero 01 de 2015.
Estados Unidos.