Cuando se apague la luz y solo quede la soledad del silencio y la humedad en el vidrio empañado sea solo una confusión, cuando los estribos se marchen libres por el camino de tierra y la angustia dormite sosegada, cuando las caricias se miren a los ojos buscando un instante de inmensidad, cuando el rescoldo repose; desde la diáspora de mi abandono yo regresaré a tu ventana por la avenida solitaria, para contemplarte en la oscuridad.
Ilka Oliva Corado.
16 de octubre 2014.
Estados Unidos.
Poesía de renglón largo.
Ilka, qué prosa…Sublime.
Hola, es tarde de lluvia y cielo gris y seguramente por eso no salen ordenados. 🙂