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El ultraje.
El coyote le tapa la boca con una mano y la arrastra hacia atrás del tren estacionado, la sube a un vagón vacío y la lanza contra la pared. Se baja el cierre del pantalón, la arroja de espaldas contra el suelo, la abre de piernas y con una navaja corta su calzón de niña. Goza con la pequeña cavidad