Entrevista a Elvira Arellano, fundadora de Familia Latina Unida y Cofundadora de Movimiento Migrante Mesoamericano.

 

 «Mira a tus mujeres.  Ellas son fuertes lo puedes sentir. Ellas son las rocas en las que realmente nos construimos.» -Dolores Huerta.IMG_9863

Para saciar la curiosidad de todo lo que está alrededor del nombre Elvira Arellano que ya es toda una institución en la lucha de los derechos humanos de los migrantes indocumentados, dentro y fuera de Estados Unidos, uno solo tiene que escribir su nombre en algún buscador de internet y aparecerán cientos de miles de artículos, su nombre despierta pasiones a favor y en contra de la migración indocumentada.
Tenía dos años siguiéndole la pista y tratando de entrevistarla y no fue posible hasta el martes 30 de septiembre que pude conocerla persona y conversar con ella. ¿Mi impresión? La de una mujer muy capaz, con una voz poderosa que atraviesa fronteras, su caso de santuario y deportación le dio la vuelta al mundo. ¿Por qué entrevistar a Elvira Arellano?, porque llegó a este país como los millones que vivimos en las sombras de la marginación y la explotación laboral, porque hay mucho por aprenderle, porque no aparenta, porque es de una pieza. Porque es tan cabal que muy bien pudo tener beneficio para sí y renunció a toda forma de compra-venta para hacer de su voz la protesta y el escudo de millones.
Un líder no se hace, nace. No hay escuelas ni universidades que respalden con un título o diploma, es la vida misma, el bregar diario y la conciencia y sed de justicia las que despiertan del pensamiento a la acción.
La entrevista se llevó a cabo en la Iglesia Metodista Unida Adalberto, ubicada en el barrio puertorriqueño de la ciudad de Chicago. El enfoque de esta entrevista es el de uno de los tantos rostros de la migración forzada, de la labor de activista de Elvira hay muchísima información en Internet, pero qué se siente migrar, cuáles son las causas, cómo se vive un santuario, la persecución de los medios de comunicación, cómo se vive una deportación y posteriormente el retorno. Elvira no acostumbra a hablar de su vida personal sin embargo en esta ocasión accedió, tal vez porque no soy periodista sino una indocumentada más que la buscó para conversar como lo hacen dos niñas ariscas que atraviesan territorio mexicano soñando cruzar la frontera y llegar a territorio estadounidense.
Tiene un carácter de acero, una voluntad inquebrantable que ya ha sido puesta a prueba en infinidad de ocasiones. Sépase, léase y entiéndase que un día en este país habrán escuelas, institutos y centros culturales que llevarán el nombre de Elvira Arellano.
Muchos la llaman la Rosa Parks mexicana, en mi opinión es la del relevo de la gran Dolores Huerta, tiene el tesón, la palabra, la honradez, la vocación, la identidad, el sentido de pertenencia y una dignidad que no le cabe en el pecho. Ella es capaz de transformar, de contagiar de armonía y escrúpulo, es capaz de despertar multitudes.
Crónicas de una Inquilina hoy les presenta a la única, a la voz de millones de indocumentados en Estados Unidos y el mundo, oriunda de Maravatío, Michoacán, hoy la hacemos nuestra como un ser universal.
Comparta esta entrevista, no la guarde, no se la quede.
 
Activismo desde abajo.
Me llamó la atención que aún deportada siguieras firme en tu denuncia, en los manifiestos colectivos, y algo que me encantó fue tu forma consecuente de usar las redes sociales, quien quiere puede, no hay excusa valedera cuando la conciencia exige justicia y demanda solidaridad humana. No sos de labios hacia fuera.
Concientizar a la misma gente, por ejemplo en mi pueblo mucha gente critica y dice: ¿por qué ella anda ayudando a otra gente y no lo hace aquí en el pueblo?, y yo les digo: bueno, organícense y yo les apoyo. Tenía un caso de alguien que me decía que le habían secuestrado a su familiar, que había mucha extorsión, y me decía: mira tú tienes que hacer algo por eso, olvídate de los migrantes, ponte a hacer un trabajo aquí en el pueblo. Les dije: miren yo gracias a Dios no he sido víctima de extorsión, -por teléfono solamente, porque lo de las llamadas con amenazas es algo que he recibido durante años- pero organícense y yo con mucho gusto los apoyo, pero no soy yo la que tiene que hacer todo.
¿Cómo fue tu infancia en Michoacán?
Fue muy bonita, aunque éramos pobres éramos felices. Desde niña yo añoraba vivir mejor, mi abuelito fue bracero y tenía su tarjeta de cuando fue bracero, y nosotros veíamos las películas de la gente que se venía para el norte, y siempre hablaban de la famosa tarjeta verde; y mi hermana y yo siempre nos poníamos a jugar de que nos veníamos al norte entonces jugábamos con la tarjeta de mi abuelo. ¿Cuántos son ustedes? Somos cinco, yo soy la más pequeña con mi hermana nos llevamos como dos años de diferencia, con ella era con la que más compartía. ¿Y los hijos solo tú te veniste? No, mis dos hermanos mayores se vinieron mucho antes que yo, uno de ellos se regresó y el otro está viviendo aquí en Estados Unidos con su familia, tiene sus dos hijas que son gemelas son “Soñadoras” y también tiene sus dos hijos que son ciudadanos estadounidenses. ¿Está indocumentado? Sí, yo no hablé mucho de mi vida personal porque era un tiempo muy difícil creo que en la actualidad en la administración del presidente Bush (hijo) fue un tiempo muy difícil en cuanto a racismo y xenofobia.
El ambiente era muy difícil, mis sobrinas incluso iban conmigo a Washington a cabildear conmigo; con los congresistas, con los senadores, a las marchas, siempre por separado yo iba con la organización y ellas por su lado. Fue hasta cuando entré en santuario cuando me preguntaron si yo tenía familia y yo les dije que no, ¿por qué? Porque yo no quería exponerlos, aunque él siempre me decía que no importaba, si tú lo tienes que decir no importa, tú dilo yo no tengo miedo, a nadie porque si tú has luchado yo tengo que hacerlo con más razón, tú no tengas miedo. Y cuando yo estuve en santuario aquí en la iglesia ellos venían a visitarme.
Por lo que me cuentas entiendo que siempre quisiste venir a Estados Unidos.
Sí, desde que tenía quince años. Yo decía yo quiero trabajar y ganar dólares, yo pensaba como nos sucede a todos, que la vida era fácil y que se viene a Estados Unidos a barrer los dólares. Lo que sucede es que desafortunadamente los seres humanos somos demasiado defectuosos. En mi pueblo por ejemplo; la gente que venía a los Estados Unidos siempre llegaba vistiendo de los mejor, llegaba presumiendo dólares, legaban presumiendo sus camionetas, los que lograban ahorrar y llevarse su camioneta y cargaban el radio a todo volumen, -el tono en que lo dice me saca la risa a carcajadas porque así mismo sucede en Guatemala-. Llegaban a presumir tanto, sus tenis Nike nuevos y nosotros decíamos emocionados, ¡ay, pues sí se gana en dólares!
Pero nunca llegaban hablando de todos los sacrificios que hacían, de la discriminación, que trabajaban como burros – agrego: como mula, como bestias de carga hasta tres turnos al día- andarse escondiendo tanto de la migración como de la policía, todo lo llegaban contando al revés o sea hablaban lo mejor, como decir yo no tengo problemas de que migración me agarre, allá donde yo vivo todo es tranquilo, trabajas ganas dólares, hablan como la maravilla del mundo, verdad.
Uno piensa que es tan fácil y dices ya me cansé de estar trabajando aquí, ganas tan poco y apenas te alcanza para sobrevivir. Gracias a mis padres yo pude estudiar, terminé mi secundario e hice dos años de una carrera técnica, soy secretaria empresarial y sí estuve trabajando de eso pero quieres calzar y vestir mejor y el salario apenas alcanza para sobrevivir y dijo yo pues bueno, me voy para Estados Unidos.
Pero antes me fui a vivir a Reynosa, Tamaulipas, ahí vive una tía y estuve trabajando porque yo quería venir a Estados Unidos de una forma legal y mi tía estaba arreglando sus documentos porque vivía en frontera y es que las personas que viven en la frontera pueden tramitar su pase fronterizo. Fui y estuve trabajando un buen tiempo pero nunca cambié mi credencial de lector y siempre mantuve la dirección de Michoacán entonces cuando fui a solicitar me dijeron que no porque tenía que tener la dirección y me regresé a vivir a Michoacán y después volví a regresar a Tamaulipas y fue cuando decidí venirme para Estados Unidos.
¿En qué año fue?
En el 96 me fui a vivir a Reynosa. ¿Y cuando te veniste? 22 creo. En el 97 fue cuando vine a este país.
¿Cómo cruzaste la frontera?
Crucé sin documentos por el lado de Mexicali-Calexico. Mexicali pertenece a México y Calexico ya es California, Estados Unidos. ¿Y ahí cómo es, hay desierto, río, cómo fue el cruce? Yo no crucé por el desierto, lo hice por donde la gente entra al país con documentos en el mero cruce fronterizo, en el rehilete. ¿Qué es eso, rehilete?¿Algo así como molinillo? Sí, eso es. Y hay uno a un costado donde están atravesando los automóviles y por ahí salen y entran los peatones y yo crucé en el que utilizan cuando la gente ya está saliendo hacia México, eso da vueltas y hay un momento en que lo detienen y queda un espacio cabal donde cabe una persona y por ahí me colé y crucé. Al otro lado me estaban esperando y me fui para Salinas, California y de ahí para San José, en California también y de ahí para Seattle, Washington., ahí ya llegué a vivir con mi prima. Ahí trabajaba cuidando niños y en una lavandería.
¿Cómo llegaste a Chicago?
Bueno, aquí vivían mis hermanos. Saulito -su hijo mayor- nació en Washington y pues la relación con su papá no funcionó y decidí enfrentar mis responsabilidades como madre soltera. Con el papá de Emiliano -su hijo menor que en días cumplirá un año- es distinto a él tengo que tomarle parecer hasta para cortarle el pelo al niño. –Reímos a carcajadas, nada más dramático que pedirle parecer a un padre para cortarle el cabello a su hijo, sino que le pregunten a mi papá- ¿Él está aquí? No, en México. ¿Y qué le decís? Mi amor le voy a cortar el pelo al niño. No, -seguimos riendo- como yo siempre he tomado decisiones porque las tomo, pues primero le corto el pelo y ya después se enojó porque le corté el pelo al niño. ¿Le mandás la foto con el pelo corto es capaz? Es algo que me da risa porque le corto el cabello y ya se enojó, ya explotó. Pasa el tiempo y ve que el niño trae el pelo largo como ahora y me dice, mira córtale las puntitas nada más, y me da risa y le digo: en primer lugar yo no soy tu moza, a mí no me mandes. En segundo, como su papá no quiere que le corte el pelo se lo voy a dejar largo hasta que su papá llegue a los Estados Unidos y lo lleve a cortarse el pelo y me dice: a bueno, ahora ya entiendes, ya sabes quién manda. –Otra carcajada compartida-.
¿Qué sentiste cuando migraste?
Fue difícil porque en primera yo no tenía los recursos, en segunda porque mis papás no querían que lo hiciera por ser mujer, incluso cuando salí embarazada de Saulito mi papá él siempre estuvo triste porque pensó que a lo mejor a mí me habían hecho algo y que yo no lo quería decir y con él nunca hablé de la decisión de haber enfrentado mi realidad sola, con mi mamá sí. Yo decidí tener a Saulito porque quise y siempre he hablado con mi hijo y se lo he dicho. ¿Qué edad tiene el niño? Quince años. O sea que casi que lo tuviste cuando recién llegaste. Sí, cuando él tenía un año y medio nos mudamos a Chicago.
¿Tuviste depresión después de emigrar?
Cuando vine la primera vez no, esta segunda sí. Todavía es momento en que yo digo no, yo no estoy feliz aquí, pero digo Dios mío, tú me has dado tanto y yo tengo que estar agradecida porque estaba en México y quería regresar a los Estados Unidos, y ahora que estoy aquí no estoy a gusto pero es por la situación en la que estamos viviendo: no tengo un trabajo, tengo el niño pequeño que nació en México, no tengo un seguro médico y si se enferma a puro Tylenol –acetaminofén- y a ver qué otra cosita le doy para la tos y gripe. Es difícil. Gracias a Dios y a mis padres allá en México yo tengo una casa donde vivir, tenía mi carrito y lo tuve que vender y fiado para que me lo paguen ahora en diciembre –las dos reímos con picardía, sabemos lo que es fiar y que nos fíen-.
Redadas, cargos federales y santuario.
 En el 2007 tu caso tomó por asalto los noticieros nacionales e internacionales, recuerdo que todos los días salían cápsulas en estos y Elvira Arellano se convirtió en una voz que desnudó el racismo que este país tiene contra los migrantes y perversamente contra los indocumentados. Es un sistema de política migratoria detestable. Antes de ese año eras invisible como los millones de indocumentados que vivimos entre las sombras. ¿Cómo llega la situación al grado de verte en la necesidad de entrar en el santuario?
Fui arrestada en las redadas a los aeropuertos el 10 de diciembre del 2002, después de los ataques terroristas el gobierno federal comenzó a hacer redadas en nombre de seguridad nacional buscando posibles terroristas – la interrumpe la alarma de un automóvil que está estacionado en la calle, en ese instante entra una señora curiosa con la venta de ropa de segunda mano, detenemos la entrevista mientras Elvira la atiende, no compra nada, se va. Continuamos- no encontraron terroristas solo familias como yo que trabajábamos para sacar adelante a nuestros hijos. Trabajaba en el aeropuerto Internacional O`hare. Llegaron 8 agentes federales a mi casa preguntándome si tenía armas o permiso para portarlas, tratándome como si yo fuera una terrorista. Me llevaron arrestada a mi niño lo dejé con la persona que me lo cuidaba, me pusieron cargos federales por haber utilizado un número de seguro social de otra persona, me pusieron en proceso de deportación. El F.B.I. traía el reporte del número social que yo estaba utilizando, era de una mujer polaca y revisaron todo y el récord para ver si ella había sido afectada pero no, yo solo lo usaba para trabajar. Me imagino que lo compraste ahí en la Villita como todo el mundo, sí como todo el mundo ahí lo compré. –La Villita es el corazón del barrio mexicano del poblado de Pilsen, en Illinois-.
Me dejaron salir en libertad bajo fianza de cuatro mil quinientos dólares que firmé yo, si violo la fianza me tocará pagar, me ponen cargos, no puedo salir del Estado, ni mudarme de Estados hasta que se resolviera mi caso. Antes de eso fue el tiempo más tranquilo que yo viví en Estados Unidos. ¿Cómo es que te dejan salir? Por ser de bajos recursos ahí mismo me asignaron un abogado de oficio federal. Mis compañeros del trabajo me llamaban pero como tenía el celular apagado hasta cuando salí los escuché y me dejaron varios mensajes para que no llegara al trabajo porque estaban haciendo redadas, los llamé para contarles que habían ido a mi casa y me procesaron y me pusieron cargos federales. O sea que por los cargos federales no te deportaron inmediatamente, te querían dar saber ni cuántos años en cárcel antes de deportarte, sí.
Fue cuando comencé a ir a migración, al consulado mexicano. En el consulado mexicano me decían –cambia el tono de voz, la escucho seria y agresiva- pues si la van a deportar usted se tiene que ir, no podemos hacer otra cosa más por usted, no tenemos abogados. Te pasó igual a como sucede con el consulado de Guatemala, son la misma porquería, ¡ay no, pero los de Guatemala están peor! ¡Reímos a carcajadas mientras yo trato de apagar el incendio en mi rostro, provocado por la gran bateada que me acaba de pegar- los consulados centroamericanos son lo peor – estoy completamente de acuerdo-. Lo que tengo entendido es que los consulados están en el extranjero para representar a la comunidad documentada no a los indocumentados.
Por ejemplo cuando voy al consulado mexicano hago cola como todos los demás, y la gente se me queda viendo y me reconoce y me dicen que no debería hacer cola porque soy Elvira Arellano, y yo les digo que claro que sí, porque si yo busco tener influencia y contactos, tener privilegios sí me los pueden dar pero si el día de mañana ustedes me dicen que los discriminan en el consulado y que los tratan mal yo por los privilegios que recibo lo único que les podré decir es que no puedo hacer nada al respeto, pero en cambio siendo una más yo les digo qué la chingada, cómo que estos cabrones les están haciendo eso, vamos a hacerles una protesta, yo tengo cara con qué ir a protestarles. –Y eso me encanta de ella, que no utiliza los focos para beneficio personal porque sabe que en las sombras hay millones y su voz es poderosa porque nace de ahí mismo; de la marginación-.
Te voy a contar que cuando a mí recién me arrestaron en el consulado mexicano me apoyaron económicamente porque yo ya no estaba trabajando no sé si fueron cien o ciento cincuenta dólares y por esa cantidad hicieron una gran fiesta, contando por todos lados que ellos le había ayudado económicamente a la señora Elvira Arellano, cuando ella ha venido aquí nosotros le hemos ayudado. No tenía para hacer el trámite pero gracias a Dios a mi familia y amistades que me ayudaron para completar el dinero yo fui e hice el trámite. Pero si yo voy y les digo que no tengo dinero con mayor razón me compran. –Se despierta el niño que ya tiene el cabello largo, y Elvira lo sienta en la araña- ¿En dónde vivías en ese tiempo? En Pilsen, en la calle 18 y May.
Mira – y me enseña una recorte de periódico que está pegado en la pared, donde aparece ella junto a líderes comunitarios y pastores- fue una vigilia que se hizo el 20 de diciembre de 2002 en el aeropuerto O`hare en la terminal uno, ahí fue donde conocí a toda la congregación de la iglesia Metodista –en donde vive actualmente y estamos realizando la entrevista- ya había conocido al pastor pero como él hablaba inglés y yo español pues no nos entendíamos. Me invitaron a asistir a la iglesia y sí acepté, vine como feligresa. ¿A santuario te veniste en qué año? En el 2006. –Agarra al niño en brazos y se va hacia la puerta de entrada y me señala la calle – Mucha gente piensa que yo venía corriendo, que la migración me venía corriendo y yo encontré la puerta abierta de la iglesia y me metí para esconderme –le veo la expresión facial y no puedo contener la risa, las dos reímos y el niño del cabello largo deja de llorar, seguramente lo asustamosme imagino la escena como de película, tú corriendo y lograste encontrar la puerta abierta, es que en México así lo cuentan.
 
En 2003 ya soy miembro de la iglesia, y antes de venir a esta iglesia yo estuve viviendo en otra iglesia del pastor Landaverde allá por los 26 –Pilsen- estuve ahí como 8 meses porque ya me había llegado mi carta de deportación pero el congresista Luis Gutiérrez –de origen puertorriqueño de los hombres más cabales que pueden existir en la lucha legal a favor de la comunidad indocumentada- y el senador Dick Durbin introdujeron una propuesta de ley para detener mi deportación, logran detenerla iba a surgir efecto el 10 de septiembre de 2003.
Familia Latina Unida.
En el 2004 es cuando formamos la campaña Familia Latina Unida, a la cabeza mi pastora Enma Lozano y yo y comienzan a llegar más familias. Una de esas familias es la de nuestra hermana Julie Contreras, que ahora está en LULAC –League of United Latin American Citicenz- es una de las líderes más importantes de Familia Latina Unida que está en Waukegan –una ciudad del Estado de Illinois- donde está la comunidad más grande de hondureños, están haciendo ministerio legal y están brindando asesoría para buscarles un abogado a estos niños hondureños que han llegado con la “crisis.”
Todo el 2003 ya estoy luchando a favor de una reforma migratoria, asisto a manifestaciones, reuniones, a todas las actividades pro reforma, a favor de las licencias de conducir, y también mi caso para quedarme en este país. En el 2004 formamos Familia Latina Unida, en el 2005 nos enfocamos en buscar un perdón presidencial, -administración Bush- y que nos permitan quedarnos aquí, de esas 35 familias que metimos la solicitud de perdón solo yo era la elegible por mi cuestión de cargos federales. Yo el digo no vamos a luchar por un perdón, yo no necesito un perdón, -el propio- vamos a luchar por todas las familias.
Nos organizamos y comenzamos un cabildeo muy fuerte con familias que íbamos a Washington, con senadores, obtuvimos mucho apoyo de varios congresistas principalmente Luis Gutiérrez. Él era parte del comité de Familia Latina Unida, junto al concejal Dany Solís, y el doctor José López, hermano de Oscar López –puertorriqueño, preso político- el señor Rodolfo Benítez también que a su esposa la deportaron estando embarazada de cuatro meses. En el 2004 vino el presidente Fox –México- estuvo en Cicero –ciudad de Illinois– yo fui una de las oradoras y en ese entonces junto con otra organización que es Casa Aztlán logramos entregar una carta al presidente y ahí en público yo le pedí que si podía traerla de regreso para reunificar a la familia, ahí mismo le dio instrucciones al Secretario de Relaciones Exteriores para solicitar una visa humanitaria, eso fue como en junio o julio y en septiembre la señora Benítez ya estaba de vuelta en el país. Fue un trabajo en equipo muy bien armado.
La gente me mira a mí y dice a es Elvira Arellano pero no no soy yo, somos muchas personas involucradas, yo me he puesto ahí como la valiente, como cuando dicen quién va primero, quién va al frente y ahí yo me pongo; organizaciones a nivel nacional e internacional están atrás mío. Hay una organización de filipinos que se involucran con otras de América Latina, y yo soy parte de eso también. Estoy involucrada en otras en México.
Barack Obama.
Con Familia Latina Unida comenzamos a realizar un trabajo muy fuerte de cabildeo, yo tengo una foto con Barack Obama cuando íbamos a luchar por licencias de conducir a Springfield –cabecera del Estado de Illinois- él dio su voto a favor y salió a saludar a nuestras familias, esa vez realizamos en viacrucis del migrante, yo iba vestida de María, otro compañero de José, otro de Jesús migrante y así…, él dijo que estaba cien por ciento en apoyo a las familias migrantes era representante estatal en ese tiempo y ya traía aspiraciones de ser senador, ¿En qué año fue eso? Como en el 2003 0 2004. Vienen las elecciones para candidato al senado y nosotros como Familia Latina Unida estamos registrando familias para votar y llega al senado y para ese entonces ya estamos muy fuertes en el cabildeo, y vamos en busca de congresistas y senadores y todos contentos a buscar el senador Obama porque es nuestro senador y nos va a apoyar, lo queremos tanto, y vamos a verlo, pero cuando llegamos un representante suyo de apellido Sepúlveda –latino para variar, son los peores racistas- es la persona más déspota, más inhumana, más desgraciada que pueda existir en este mundo.
Porque no le importó escuchar las historias de las familias y después fue con Obama y le dijo que nosotros lo habíamos tratado mal, y Obama en cada oportunidad que tenía siempre decía que nosotros unas familias, es más en uno de sus libros habla de nosotros, dice que unas familias siempre íbamos a su oficina y que éramos irrespetuosas con él, cuando en realidad era ese Sepúlveda quien no nos dejaba expresar y le contada quien sabe qué cosas a él.
Cuando entro en santuario y Obama viene a una reunión a Humboldt Park –barrio puertorriqueño en Chicago-, que vota a favor de la creación de un muro en la frontera y que es atacado por la comunidad latina, por los líderes latinos fue ahí donde se le arrugaron y viene la comunidad para decir: yo voté pero quiero tener una buena relación con ustedes y es ahí cuando le dicen pasa esto y es esto y esto con tu jefe de personal -el Sepúlveda mentado- que siempre nos faltó al respeto, Obama pidió disculpas por él, pero cuál mira, no ha cumplido hasta hoy.
Siempre es lo mismo, su oratoria espectacular que cautiva pero es farsa todo. Claro, nosotros siempre lo apoyamos, a cualquier evento que él iba siempre asistíamos las familias porque confiábamos en él.
¿Cómo entrás en santuario?
En marzo de 2006 me llegó la carta de deportación, esperamos a ver si el senador Durbin podía introducir otra reforma de ley pero se negó, esa propuesta de ley era lo que estaba deteniendo mi deportación, él ya estaba molesto porque quería pasar la propuesta de ley de los Soñadores y nosotros le decíamos que la reforma migratoria para todos, pero él decía que el Dream Act –Acto de Sueño- era como su bebé, y nosotros le decíamos pero nosotros tenemos bebés de carne y hueso, y si a nosotros nos deportan qué va a suceder con ellos. Se enojó y dejó de apoyarnos. Y de seguro dijo: para que estas familias dejen de molestarme voy a dejar de apoyar a Elvira y es ahí cuando me deportan.
Me llega la carta de migración para presentarme el 15 de agosto del 2006 a las oficinas de migración para mi deportación. Hablo con mi pastor, ya conocía un poco del movimiento santuario, fui a Boston conocí un poquito, y le decía ¿Y si tomo un santuario en la iglesia qué pasaría? Y es cuando mi pastor habla con nuestro obispo y él autoriza. Ese día 15 de agosto madrugamos para una entrevista con El Pistolero –locutor local- en su programa radial y me pregunta qué voy a hacer y yo le digo que tengo fe en Dios pero si ya van a dar las diez me vuelve a decir, y yo le digo que tengo fe que me voy a quedar en el país.
Nos llama por teléfono mi pastor y nos dice que a las diez habrá una conferencia de prensa en la iglesia, que nos vengamos para acá. Hacemos la conferencia y mi pastor me dice, vamos a declarar la iglesia santuario para ti. –Y lo sigue siendo y lo será por los siglos de los siglos, hay fotografías de Elvira por todos lados- y es cuando todo explota en los medios de comunicación.
¿Y cómo te sentías? Porque te cayeron encima los medios de comunicación, ¿cómo manejar tanta luz?
Tenía experiencia de lucha y así había dado conferencias pero no como sucedió cuando tomé santuario, toda esta calle – y señala la salida de la iglesia- estaba llena de puras camionetas con esas antenotas satelitales, por aquí caminaron –y señala el pasillo de la iglesia- todos los famosos de Univisión, Telemundo, de todos los noticieros hasta en inglés. –Sí, lo recuerdo, era el tema del día a día hasta de nosotros que limpiábamos casas, en el supermercado, en la gasolinera, con las mismas niñeras te sacábamos a bailar a cada rato-.
¿Qué pasa por tu cabeza cuando te reportan?
Creo que fue un tiempo de preparación cuando estuve en santuario porque había posibilidad de que yo me pudiera quedar pero siempre confiando en que algo pudiera suceder, para mí ese algo era como un milagro.
Tenía diez años viviendo aquí cuando me deportaron. ¿Cómo fue el encontronazo con eso? Le di gracias a Dios por haberme permitido ser parte de esa lucha, cuando migración me detuvo y me llevaban arrestada yo de lo único que tenía temor es que me fueran a golpear o hacerme otra cosa, pero no pasó nada. Iba pensando en que no iba para un lugar que no fuera mi país. Va a ser bien difícil comenzar de cero. Llegué a casa y mis papás me recibieron alegres y yo feliz de verlos a los dos. Recibo invitaciones de organizaciones para participar en algunas actividades, soy cofundadora del Movimiento Migrante Mesoamericano, la presidenta Marta Sánchez Soler es amiga mía. ¿Y con Las Patronas? Sí, claro las conocí cuando no eran “Las Patronas” quiero decir cuando no eran conocidas como lo son ahora.
 Supe que hablaste con el presidente Felipe Calderón.
Me buscaron de la Secretaría de Relaciones Exteriores querían explicarme que habían hecho lo que estaba en sus manos para proteger mis derechos, hasta donde la ley les permitió. Por que a mí me entrevistaban y me preguntaban qué había hecho el gobierno mexicano en mi caso y yo contestaba con la verdad: nada. Con decirte que hasta mi casa llegó una persona de la Secretaría de Relaciones Exteriores para llevarme una carta con la disculpa y explicación. Me volvieron a llamar por teléfono para decirme que querían verme en persona, dijeron que ellos me daban los gastos. La Senadora Rosario Ibarra de Piedra es una de las mamás del Movimiento del 68 y el diputado José Jáques y Medina la conocía muy bien, iban a tener el aniversario y fui a la manifestación que tuvieron, –Matanza en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco- pues ellos me dijeron que cada vez que fuera a reuniones con gente del gobierno mexicano no lo hiciera sola porque ellos tergiversan todo y lo ponen a su favor. La reunión que era en las oficinas de La Secretaría de Relaciones Exteriores la cambiaron para Los Pinos, y me emocioné no porque vería al presidente sino porque conocería Los Pinos, donde tantas decisiones importantes se han tomado. ¿Yo Elvira Arellano una ciudadana cualquiera en los pinos? Era algo inimaginable para mí, nunca pensé que iba a suceder algo así en mi vida.
Toda la gente que yo tenía alrededor en ese momento era anti Felipe Calderón, porque se robó las urnas, hizo fraude no estaba ahí por el voto popular. Entre en conflicto porque pensé: si voy seré odiada por los Obradoristas pero sino defraudaré a la gente que puso sus esperanzas es mí, -los miles de indocumentados en Estados Unidos- entonces decidí ir y llevar el mensaje al presidente. Me advirtieron que la reunión duraría tres minutos, -me es inevitable reír y ella también lo hace, ¿tres minutos?- y yo dije pues sí, ellos son los que me están llamando yo no les estoy yendo a tocar la puerta. Marta Soler esposa de Pepe Jáques y Medina me acompañó –la presidenta del Movimiento Migrante Mesoamericano- llegamos pues y llega uno de los soldaditos del Estado Mayor Presidencial y me dice que solo a mí me atenderá el presidente, le digo que sola no voy o nos atiende a las dos o no entro. Vaya y dígaselo al presidente, se retiró y nos dejó entrar a las dos.
La reunión fue de más de media hora y la que hablé fui yo, ya te imaginarás las fotos por todos lados, lo mediático…, le dije que no iba solo por mi caso sino por todos esos miles de mexicanos que se iban   obligados, madres, niños y adolescentes, gente trabajadora porque ellos como Estado no les han garantizado sus derechos humanos; un trabajo digno, escuela, alimentación, seguridad. Qué dijo él: pues nosotros les llamamos a Estados Unidos y ni las llamadas nos reciben. Me preguntó qué necesitaba, me ofreció una beca para mi hijo por parte del Instituto de Mexicanos en el Exterior, y yo me reí y me preguntó por qué te ríes y yo le dije, pero es que quién es el IME –Instituto de Mexicanos en el Extranjero- gente que me ha criticado, me satanizaron, unos pocos me defendieron solamente, pero el resto hasta juntaron cartas y peticiones para que el gobierno mexicano no me diera ayuda. Pues le dije que no estaba ahí para pedir algo personas sino por los miles, para que haya justicia para todos, si quieren ayudarme realmente deme un nombramiento como Embajadora de Paz Justicia y Esperanza para los Migrantes, me dijo que iban a evaluarlo, por supuesto nunca me llamaron. Sabían que yo era anti Felipe Calderón, como lo has de ser de Peña Nieto me imagino  ¡ni me lo menciones! Para mí él es un asesino, es una persona que pactó con el narco para llegar a la presidencia, es un presidente narco, asesino, pelele, ha hundido más a nuestro país, no tenemos paz ni justicia, lo ha hundido en la violencia.
¿Cómo es la cuestión del retorno a Estados Unidos?
Porque una organización decidió hablar con varias familias para cruzar la frontera ahí es cuando yo decido apoyar a unas familias que son de mi pueblo y vine a la frontera para averiguar por el proceso para entrar, estando en la frontera muchas familias me preguntaron por qué no entraba y les expliqué, porque las autoridades estadounidenses cuando me deportaron me dieron un castigo de 20 años y yo ya llevaba 7 me faltaban 13 y esos 7 años los dediqué a la defensa de los derechos humanos de los migrantes. Realmente no tenía en mis planes cruzar porque había decidido hacer vida con mi compañero el papá de Emiliano.
Somos interrumpidas por una llamada telefónica, me explica que es para los detalles de su viaje a la universidad de Harvard ya que la última semana de octubre será la oradora principal de una actividad que realizan en la universidad por parte del Programa de
Estudios Latinoamericanos. Para esos días cumplirá un año su hijo menor, qué mejor celebración que   la de ver a su madre de oradora en Harvard.
A Obama le preguntaban los periodistas y los líderes comunitarios que por qué no me había ayudado cuando era senador y decía que no estaba en sus manos. Entonces mi mensaje antes de cruzar fue decirle que ahora sí estaba en sus manos ayudarme, ¿ahora me deportará otra vez? No soy ninguna criminal. Aunque los racistas me han comparado con asesinos y delincuentes, pero solo soy una mamá como los millones que ha venido a este país a trabajar.
No fue una decisión fácil cruzar y quiero que entiendan porque las personas dicen “por qué ella sí y yo no”, pero yo no me quedé cruzada de brazos, luché aquí y en México cuando me deportaron.
Yo estoy segura que Obama no dará la reforma migratoria pero quiero saber, ¿qué opinas tú?
Pues no, no la dará pero podemos exigir y la forma de hacerlo es lanzando un candidato independiente a la presidencia y nosotros queremos y ya estamos juntando firmas y realizando todos los protocolos para lanzar al congresista Luis Gutiérrez, -Elvira tiene razón, es él el único que ha estado firme día y noche en lucha pro migrantes indocumentados- le hemos dado hasta el 27 de noviembre de límite al presidente Obama para que se pronuncie a favor de la reforma migratoria, ese día es el de Acción de Gracias. Tanto demócratas como republicanos han sido culpables de esta tardanza y que cientos mueran en el desierto, río Bravo o en la ruta de México para venir a este país y ellos son los culpables de las deportaciones masivas y de separa familias. Pues nosotros vamos a lanzar un candidato independiente que sí cumpla. Ni voto para los demócratas ni para los republicanos, ya es tiempo de tener un presidente latino que sí nos represente y nos respete.
Elvira Arellano actualmente no puede trabajar porque todavía su caso está sin resolverse, se ayuda vendiendo ropa de segunda mano que personas de la iglesia y de la comunidad le donan, la vende ahí mismo en el plantel de la iglesia, abre la puerta con la misma esperanza con la que una vendedora echa la bendición a su mercancía esperando que la jornada le deje por lo menos para los frijoles. Así se hacen las grandes, la adversidad las vuelve invencibles.
Pueden ver las fotografías de la entrevista en  mi  página pública de Facebook.
Ilka Oliva Corado.
Octubre 07 de 2014.
Estados Unidos.

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