¡No a ley Baldetti y que se le masque el cubilete!

A la perfumada –con enjuague de agua de calcetín- vicepresidenta de la respetable república de Guatemala como que la encalada adelantada al carnaval le afectó lo altanero y aparte de creerse la mamá postiza de catorce millones de guatemaltecos también se la lleva de la divina tranza -que lo es- y cree tener poderes mágicos como para mandar a silenciar a los catorce millones de guatemaltecos si se atreven a hacer valer su derecho a la libre opinión. En otras palabras ofrece darles -para sus dulces solo a quienes estén fisiquines- racumin, pastilla de máiz , agua de tamarón y pasaporte a quienes siquiera se atrevan a poner en duda que es una total mezquina, y lo exprese vía redes sociales. Por si quedaba duda que en gobierno de genocidas hasta la propia sombra es oreja,-pobres los mulas que votaron por ellos porque están recibiendo parejo por culeros- la emperatriz de la impunidad se avienta al ruedo y  pretende tocarle los huevos al toro muy confiada porque le han dicho que es buey de yunta.
Por si no ha sido suficiente tanta impunidad y desmemoria, tanta ofensa y tanta sangre derramada, ahora es cuando, ¡el que no brinque es chafa! No sea solo un malaya de años pasados, ¡qué se manifieste el heroico pueblo guatemalteco en su mes patrio! Ya que en septiembre se sienten tan honrados de ser guatemaltecos pues que no sea solo bulla. La ley Monsanto nos la quieren meter por las anginas, y la ley mordaza vía supositorio, hay de dos sabores, nos abrimos de piernas sin derecho a vaselina y aceptamos tal cual la ensartada o nos llenamos de dignidad y hacemos valer nuestros derechos.
Nos están cercando por todos lados y somos incapaces de reaccionar, qué pueblo tan obediente nos hemos vuelto, sumiso y traidor que sanciona y rechaza a los pocos pelones que sí tienen los arrestos para luchar contra la impunidad, para enjuiciarlos y agredirlos sí nos sobra valor pero para cuestionar el procedimiento de los corruptos que gobiernan calladitos nos quedamos, nos han dicho que en boca cerrada no entran moscas y además, ¡qué deliciosa es la apatía y la comodidad!
Bueno pues, por apáticos y cómodos nos están dando hasta por debajo de la lengua y como nos pintan la tunda de colores. Lo de siempre ha sido que como las leyes, convenios, negocios de venta de tierra y otras vainas afecta solamente a cierto sector, que es falso porque todo nos afecta a todos, no nos pronunciamos y aparte agredimos a los que sí se pronuncian, ahí el ejemplo con la voz campesina, esa multitud que sí se levanta y le pone el pecho a las cosas, ahí están los capitalinos señalándolos de indios huevones, y los huevones son ellos por cómodos y mezquinos.
Que cuando es la contaminación del lago, allá que se pronuncien los que viven en el sector. Que cuando es de niñas violadas, que por calientes se los buscaron. Pero espérense que les toquen a una hija. Que cuando es que desaparecen campesinos y aparecen sus cuerpos en cunetas a los tres días, que por montoneros se lo buscaron. Bueno pues la Ley Monsanto nos afecta a todos, ricos, pobres, blancos, negros, campesinos, capitalinos, graduados, analfabetas. ¿Quién tendrá los arrestos de pronunciarse? Ya vimos que es la gente del subsuelo la que se pronuncia, ¿cuántos capitalinos se unirán a la exigencia? ¿Cuántos estudiantes universitarios? ¿Cuántos docentes de universidad? ¿Cuántos encasquetados de títulos universitarios?
Bueno pues la ley Baldetti, nos afecta a todos, es una bofetada a nuestra dignidad colectiva, es que con un tubo nos está dando en medio de los dos ojos y no reaccionamos. Pensarán que esto solo afecta a los periodistas comprometidos con la democracia, la memoria histórica y la denuncia en todo el sentido de la palabra, pero no solo a ellos, no solo a ellos pretende callarlos esta firmita encalada, sino a todo aquel que se atreva a cuestionar el procedimiento de los que ahora gozan de los frutos de la butaca, eternos quisieran ser para meterse las marmajas con vaselina, nos es suficiente lo que han robado que quieren más, y están dispuestos a llevarse entre las patas a las multitudes que tengan dos dedos de frente como para cuestionarlos.
A veces es mucho pedir que el pueblo se levante, cuando ha estado manso durante tanto tiempo que ya ha olvidado qué es la libertad. Resulta ilusorio pensar en que una oleada de dignidad nos despertará y que será la sangre derramada de nuestros ancestros la que nos llamará a luchar, a defender lo que es propio, por los que ya no están, por nosotros y por los que vienen.
A veces resulta imposible poder explicarle a la multitud que el amor al pedazo de suelo no es marchar para un 15 de septiembre, ni vestirse de batonistas, ni de cadetes, ni de gastadores, mucho menos tocar redoblantes, no es siquiera la jura a la bandera ni los símbolos patrios, el amor al suelo, el amor a Guatemala es hacer valer nuestros derechos, poner el pecho para defender la honra de la tierra que hijos desleales mancillan, el amor a la tierra no es un acta de fingida independencia.
Amar la tierra es vivir en armonía respetando el ecosistema, es contar la verdad que la historia escrita por tiranos se ha encargado de ocultar, es cambiar la impunidad por justicia, es honrar la memoria de todos aquellos que ofrecieron la vida para que Guatemala fuera un país libre, para que los hijos de los hijos tuvieran los mismos derechos. Bonito celebrar la independencia con el saludo uno frente al Palacio Nacional y creerse un guatemalteco honrado, bah… O colgar la bandera nacional en la antena de su casa.
Un ser humano honrado defiende lo que es justo y en este momento lo justo es que esa Ley Monsanto se la metan los diputados en lo más profundo de su avaricia, lo justo en este momento es que le enseñemos a ese gobierno de genocidas que ya estuvo bueno de que nos falten el respeto. Lo justo en este instante es decirle a la mezquina vicepresidenta de Guatemala que, ¡no a la ley Baldetti y que se le masque el cubilete!
¿Querían una razón para sentirse guatemaltecos honrados de verdad?, pues hay dos esperando con urgencia, Ley Monsanto y Ley Mordaza. Después seguimos con el abanico porque el ramillete es grande, para ser un guatemalteco cabal hay que tener memoria histórica, identidad, luchar por la justicia, ganar cada pan que se llevan a la boca con trabajo honrado, es no aprovecharse del otro, es aportar al crecimiento colectivo, es mirar de frente y no agachar la cara, es ponerle el pecho a la adversidad, es en todo momento honrar la vida,   lo demás son babosadas, son avaras fiestas de independencia y otras charadas. Es pasar los doce meses del año jodiendo gente, moviéndose en las aguas turbias, andar de conecte en conecte, de tranza en tranza, es escupir la calle en donde otros dieron la vida para que nosotros hoy en día tengamos por lo memos la idea aunque sea equivocada de lo que es la libertad. Nuestra obligación es  que la libertad no se quede en solo una idea y mucho menos equivocada, nuestra obligación es hacerla valer. Para cuando ese día llegue la independencia no se celebrará un quince de septiembre.  Ya sé, es mucho pedir.
Ilka Oliva Corado.
Septiembre 03 de 2014.
Estados Unidos.

4 comentarios

  1. Excelente reflexión para impulsar la unidad en la diversidad social, cultural y de pensamiento

  2. Muy apropiado artículo para inspirarnos en el mes de la Gran Patria Guatemala.! Salud!»

  3. Pingback: Guatemala: ¡No a ley Baldetti y que se le masque el cubilete! - Resumen Latinoamericano

  4. Que bueno ilka que este atenta de lo que pasa aqui en Guatemala, la felicito por su patriotismo y por sus palabras sin pelos en la lengua, yo soy de ciudad Peronia y espero seguir leyendo sus comentarios la voy a tratar de seguir. Yo me acuerdo de usted porque usted pito un partido cuando se hizo un campeonato relampago en la iglesia mormona de jerusalen.

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