Messi y la indignación de doble moral.

Solo bastó para adormecer a la masa amorfa que en el Mundial le llegara el turno a Argentina para jugar y apareciera Messi y antes de salir al terreno de juego mientras saludaba a los árbitros no le diera la mano a un niño –porque lo más probable es que no lo vio- y sin ningún esfuerzo de los truhanes que manejan la industria del entretenimiento mediático, la muy leal a su doble moral, se manifestó en el mundo entero. Pregonando conciencia e indignación. –Ahora resulta-.
Se pinta sola la indignación de doble moral, en procesión la llevan los cachurecos, a espaldas los que se dan tres golpes de pecho, de contra quienes tienen cola que les pisen, de carta de presentación quienes quieren salir en la foto oficial, y de toga algunos intelectuales, -que se tiran flores entre ellos- porque resulta que hay vejaciones que son el pan de cada día y ni siquiera se inmutan.
Hoy los medios de distracción oficial que pertenecen a las mafias, no tuvieron que invertir ni un solo centavo en cambiarle la versión a los hechos porque la masa amorfa solita lo hizo. ¿Cuántos no han ignorado a un niño hambriento pidiendo dinero en las calles? ¿A los que comen de los muladares municipales? ¿Cuántos en la vida no han ignorado a un niño que lustra zapatos? ¿A los que trabajan en las fincas, maquilas y fábricas? Ahora resultan que su gran conciencia, ajá.
¿Cuántos en el mundo entero no han visto vendedores ambulantes ser desalojados por la policía municipal y prefieren voltear la cara cuando los están agrediendo y tirándoles al suelo sus ventas? ¿Qué han hecho por ellos? Nada. Que levante la mano quien ha puesto el pecho cuando la policía reprime la manifestaciones estudiantiles. Que diga, presente, quien ha acompañado las manifestaciones de campesinos que defienden la tierra. Qué se ponga de pie quien nunca ha denigrado a ningún ser humano debido a su credo, color, idioma, nacionalidad.
Que se vea frente al espejo y que sostenga la mirada en el reflejo quien nunca ha juzgado a una mujer porque esta goza su sexualidad a como le place. ¿Quién nunca ha tirado basura en las calles? ¿Quién se ha manifestado por el calentamiento global y la deforestación? ¿Quién se manifiesta en contra de los feminicidios? ¿De las violaciones de niñas, adolescentes y mujeres? ¿Quién denuncia todo el negocio de la trata de personas con fines de explotación sexual que hay ahora mismo alrededor del Mundial?
¿Quién denuncia la hambruna? ¿El machismo? ¿Las segregaciones? ¿Quién exige que los gobiernos ya no obliguen a emigrar a millones alrededor del mundo porque no hay oportunidad en su propia patria? ¿Quién denuncia el maltrato infantil? ¿La explotación laboral? ¿La inequidad?
¿Quién se detiene en la calle y le ofrece un plato de comida a un mendigo, o se quita los zapatos para dárselos? ¿Quién sabiendo de un violador, lo denuncia? ¿Quién no ha guardado silencio ante una injusticia social? ¿Quién no se ha aprovechado de la corrupción? ¿Quién hace algo por eliminarla?
¿Quién no ha vivido de apariencias? ¿Quién es capaz de decir me equivoqué? ¿Quién no ha cometido errores? ¿Quién da la cara y los afronta? ¿Quién es honesto y justo? Buenos somos para lanzar piedras, pésimos para vernos frente al espejo y actuar cuando lo esencial lo exige.
Doble moral. ¿Cuántos saben de un emigrante indocumentado y no se dignan siquiera a preguntar si lo pueden ayudar a conseguir trabajo? Se fueron con la finta, esta masa amorfa perfectamente maniobrable se fue con el engaño de su propio morbo que para criticar es bueno pero no para rajar ocote.
Ahí están lanzando piedras, montando todo un espectáculo de drama y doble moral. Indignación barnizada, -la de siempre- juzgando lo que no les compete y volteando la cara a lo que necesita que le pongan el pecho.
¿Hablan de conciencia? ¿Le exigen a Messi que por ser una luminaria del fútbol ponga el ejemplo? ¿Y nosotros? Nosotros, qué necesitamos para hacer lo propio. Sí, que el pobre niño se quedó con la mano extendida, y nosotros, ¿ a cuántos niños no hemos visto con las manos extendidas en los semáforos pidiendo comida? ¿A cuántos niños no hemos visto con las manos extendidas buscando entre la basura algo para comer? ¿A cuántos niños no hemos visto con las manos extendidas trabajando en los rastros, en las estaciones de autobús, en las calles? ¿A cuántos niños vendedores ambulantes les hemos dado por lo menos los buenos días?
No jodan, no vengan con su doble moral a ser jueces de lo que no les corresponde.
¿Cuántos no van a la iglesia a dejar su ofrenda y a darse tres golpes de pecho y saliendo le pegan un grito al niño que está en la puerta vendiendo algodones para que se aparte del camino? ¿Quién no ha sido déspota, racista, clasista, homofóbico? ¿Quién no ha denigrado a alguien por tener identidad sexual distinta? No vengan con su distorsionada moral a tratar de ser personas ejemplares.
Pero como hablan de identidad, de conciencia, de indignación, de lo que es justo y ejemplar me pregunto, ¿por qué no fue tan viral en el mundo entero la fotografía de Messi junto a las Abuelas de la Plaza de Mayo? Ésa en la que sostiene una plaqueta que donde se lee: Resolvé tu identidad ahora. ¿Tienen idea del significado histórico de esas palabras y que sea Messi aprovechando la cobertura del Mundial quien sostenga entre sus manos esa insignia? “Resolvé tu identidad ahora” no está dirigido solo a los argentinos sino al mundo entero porque nos dice que hay mantener fresca la memoria histórica, que los culpables tienen que ser juzgados y que la impunidad de paso a la justicia.
Nos habla de dictaduras y de secuestros, torturas, violaciones y asesinatos por parte de quienes en el poder se han creído los dueños de nuestro poder de raciocinio. Resolver la identidad signifique que debemos despertar, ¿para cuándo? Si solitos nos momificamos cuando lo mejor es aparentar pulcritud y conciencia, para no dejar ver de lo que realmente estamos hechos. La pregunta del día, ¿cuántas manos extendidas hemos dejado a lo largo de nuestra vida? ¿Cuántas más dejaremos?
Hoy fue Messi, mañana será otro tema y nosotros seguiremos igual de mediocres y momificados, porque despertar implica dejar la doble moral, y hacernos cargo de nuestros propios actos, salir de nuestra zona de confort. ¿Quién tiene el valor? Qué nos una la misma pasión por el fútbol cuando se trate de una injusticia en cualquier lugar del mundo.
Ilka Oliva Corado.
Junio 16 de 2014.
Estados Unidos.