Desaparecidas, desaparecidos.

El tiempo ha secado la sangre
Intenta borrar la huella del oprobio
Su paso urgente no se detiene a escuchar
Ningún testimonio ni una lágrima llorar
El corazón desgarrado
La memoria que no olvida
La impunidad que es vendida
Dispuesta a traicionar
Al campo sin rejas
A la calle encharcada
Al muro que habla
Gritan tanta verdad
Torturas y muertes
Eran inocentes
Solo buscaban equidad
Un pueblo fecundo
De amor y justicia
Donde una caricia
Pudiera cantar
Libre y lozana
En las manos de las crías
Que no pueden soñar
Desaparecidos sus cuerpos
Jamás sus sonrisas
Abrazando el ideal
Inmortales sus luchas
Perenne la hoguera
La brasa encendida
El fogón y la encina
Respiran libertad
Seguimos esperando
El reencuentro anhelado
El retorno ansiado
De los que siempre están.
Ilka Oliva Corado.
Febrero 12 de 2014.
Estados Unidos.

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