Amanece.

Lerdo amanece el día
El invierno es de nostalgias
De sosiego e introspección
Las ventanas miran hacia dentro
Cautelosas y alertas a cualquier revelación
Vientos fuertes sacuden las cimientos de prejuicios infestados
Hasta el alma más insensible se doblega a la soledad
Álgidos los días avanzan con desgano
El invierno pareciera un tirano que desarma la ciudad
La mirada más iluminada se torna macilenta
En las grises tardes de insatisfacción
Ningún color las puebla, sus horizontes siempre son cenizos
Imprecisos y de retraída evocación
Ningún botón florece, los días acontecen sin alarma
Aquí hay un invierno que me habla
Y que me invita a contemplar
El prodigio del silencio
Que ha poblado la ciudad.
Ilka Oliva Corado.
Enero 16 de 2014.
Estados Unidos.

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