Viernes.

Y yo te pienso con mis manos
Con mis ojos que celosos guardan tu imagen intacta
Es viernes, y yo: te evoco como en la sosiega tarde del domingo
Cuando la nieve de enero me habla de vos
Perfectamente sabe que su niebla es tu encanto
Te busco en la banca solitaria donde siempre estás,
Arrebatadoramente hermosa: prodigioso es tu hechizo
Musitás el eco de las ancestrales montañas de mis abuelas
Y dibujás en el umbral de mis ojos de cipota aldeana
Los empolvados caminos por donde anduvieron los pies descalzos de mis abuelos
Es viernes, y yo: te escucho relatar la historia como en los miércoles al medio día
Tu sangrante herida no se tanca, traidores te han golpeado por la espalda
La pureza de tu entraña te arrancaron, con fusiles de soldados
Certero fue el golpe, han creído
Pero el agua de tus ríos es un torrente de vidala
Ninguna poesía de nostálgico destierro
Puede hacer justicia a tu fortaleza de suelo indomable
Que ningún gendarme puede hacer callar
Ni con mil metrallas, ni aunque te llaguen las llamas de un infierno de vilezas
Tu riqueza es la proeza de la fecunda dignidad
Es viernes y yo: te veo a través de mi ventana
De cronista mundana que relata con terquedad de cipota de campo silvestre
El mismo que no han podido calcinar las huestes del opresor
Sigue sido mi pulso el relator de tu viento desatado
Que ningún soldado ha podido apaciguar
Lejos mis pies se encuentran de tu fértil suelo,
Camino entre urbes pintadas de blanco y negro
Donde vislumbro tus huipiles multicolores y disfruto los sabores de tu fruta tropical
La tortilla recién salida del comal de las mujeres de mi aldea
La palabra justa de los hombres que al campo van
Es viernes, y yo: te escribo como todos los días
Disfrutando conversar con tu alborada que disipa cualquier tirana objeción
Esta demencia que no la entiende ninguna ciencia, no necesita explicación
Tu nombre es la redención de las luchas de tus hijas,
Tu nombre es la ternura del corazón de tus hijos sabios
Es viernes, y yo: sigo enamorada como todos las horas, de todos los días, de todos los años
De aquel país que no cabe en el calendario de cualquier tiempo desmedido
Es mi amor el adepto por siempre comprometido con tu rebelión de donaire.
Es viernes, y yo…
Ilka Oliva Corado.
Enero 10 de 2014.
Estados Unidos.

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