Aquí estoy, mujer.

Aquí estoy mujer,
Mi voz se pronuncia
Desde mis pasos exiliados
En la ausencia de las fronteras
Desde la audaz memoria de mis ancestras
Transito por desiertos
De urbes pobladas de vanidad
Donde la humildad se esconde
Admiro pues la aldea donde soñaron
Las brujas lanzadas a la hoguera
Con hechizar la dependencia
Y volverla redención
Mis silencios tienen denuncias
Que en la noche gritan
Que en el día reivindican
Mi género en alerta
Siempre presto
Bravío, foráneamente sublevado
En todos los idiomas del corazón
No teme a los gendarmes del patriarca
Mis manos escriben con la solidez
De las venas de mis abuelas:
Creativas, curanderas, costureras, comadronas
Sembradoras, curadoras, hierberas, artesanas
Insumisas todas, en unísono combate
Que ninguna afrenta puede someter.
Yo soy pues, el fogón de brasa viva
De mis propios pasos
De mi herencia Garífuna y Xinca
De mi piel color de barro
De mis etnias que retoñan en mis poros
De la roja sangre que puebla mi ser
Mi letra es la voz de las silenciadas
Aldeanas, pueblerinas
De las honestas campesinas
Que no privó el abuso del patrón
Mi letra es la voz de mi propio testimonio
El pulso justo de mi liberación.
Ilka Oliva Corado.
Enero 07 de 2014.
Estados Unidos.

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