Gélido enero.

Arrulla en silencio la nieve que puebla
La gris ciudad
Gélido enero aposento de invierno
Viento austero que no sabe a dónde va
Tranquilas las noches duermen serenas
No pagan condenas por la indiscreción
De cautivar en sutil halago
A la bruma que frente al lago
Sin querer sus aguas ha despertado
Y a sus pies se han postrado
Suplicando seducción
La luna se esconde no muestra esplendor
Prefiere la niebla, la nieve y su conspiración
Para saberse añorada y por siempre bien amada
Por la oscurana que taciturna reclama su luz
Las horas deambulan buscando calor
En las fogatas de ocote verde
Que arden desnudas sin mesura alguna
Las lumbres que alumbran la soledad
Enero es de invierno, gélido hechizo
Que ni por tan plomizo deja de enamorar
A esta ánima mía, que sin afán de letanía
Por él, poeta será.
Ilka Oliva Corado.
Enero 04 de 2014.
Estados Unidos.

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