Flor de chipilín.

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Hace un año a estas horas estaba en ascuas, estaba como preñaba primeriza en vísperas de parto frente a la comadrona.
Violeta Cetino y Roberto Orellana directores de Red de Bibliotecas Comunitarias iban rumbo al pedacito de tierra donde nací, donde está mi obligo, donde anidan mis querencias campesinas y pueblerinas, iban rumbo a mi natal Comapa en la Cuna del Sol, ¿dónde más pué?
No quise llamar por teléfono para que no notaran mi ansiedad, mi emoción y que seguro me daría por llorar al escuchar que estaban en mi tierra, moqueando iba a terminar y no me iban a entender ni pura estaca de lo que seguramente hubiera balbuceado.
Hablar de lo mismo no es redundar. Hablar de lo mismo es insistir en que la conciencia de algunas personas es simplemente una belleza que enamora. Que la solidaridad sí se puede practicar y de frente, dando la mano, abrazando, creando, compartiendo, unificando, enlazando, aprendiendo, enseñando.
La herramienta de un libro tan negada al pueblo desde siempre, sabedores están que es una ventana por donde escapa la imaginación y por donde entra el conocimiento. Tan seguros que de cortar de raíz la parra nunca más retoñará.
Eso hicieron con nosotros y nosotras, eso nos dejó el genocidio bautizado como descubrimiento y conquista, afinado por los más de 30 años de guerra interna. Donde gobierno, ejército y Cacif hicieron hasta lo imposible por anular a como diera lugar la capacidad de análisis crítico en las crías que serían jóvenes y que posteriormente el futuro del país. Pertenezco a la generación de la desmemoria, de la apatía y de la imbecilidad.
Más allá de la traición y del embate, se sigue respirando lucha, la tierra sigue pariendo frutos, dignos, honestos, solidarios, comprometidos con el desarrollo del país y sobre todo con la clase obrera, campesina y proletaria que aun no se ha dado cuenta del poder que tiene que el día en que despierte haría temblar la tierra.
Dentro de tanto fruto argeñado siempre hay los contados que son buenos y que sirven para semilla, es por esa razón que en tiempo de tapisca se escoge las mazorcas que serán la semilla, lo mismo con el frijol nuevo y el maicillo.
No me canso y ni me cansaré de hablar del extraordinario trabajo que realiza Red de Bibliotecas Comunitarias, que cree firmemente en que el pan del saber es lo único que nos sacará del abismo, por esa misma razón se entregan en alma y corazón a la labor solidaria de crear bibliotecas en poblados remotos, en donde ni el agua potable llega, en donde jamás se ha visto la luz eléctrica y la gente se ilumina con candil. Ahí están ellos aportando al desarrollo, a que las mentes de las crías se expandan, a que creen, a que surquen horizontes.
¿Y saben qué? Para nada son alagartados, ni piden nada a cambio más que responsabilidad. Si usted quiere ayudar y aportar desde su corazón es bienvenido y bienvenida. Entre más gente se una mayor será el logro. Tampoco se andan paseando en alfombras rojas ni pidiendo la foto, ni el aplauso, ni que se les reconozca. En cambio ya muchas personas se han dado cuenta de la calidad humana y del compromiso serio de ellos, que ya han intentado guindárseles para salir en la foto. Pero han salido encaladas, ¡y con sal!
Para el primero de enero de 2012 viajaron a sembrar la semilla. Nacía una nueva biblioteca de la Red, a la que la gente de la comunidad decidió llamar Flor de Chipilín. Porque abunda en los guindos de Comapa y porque es el principal alimento de la etnia Xinca en la aldea. Mejor nombre no pudieron escoger. Campo, belleza, aroma, nutriente, herencia, identidad. Es la única biblioteca de la Red que tiene nombre de flor. Cuando llegaron al Caserío El Pinito la maestra de la escuela les señaló los montes y en la lejanía las serpentinas aguas del río Paz. Los esperaba el güiralito de pies descalzos, panzas llena de lombrices y hambrientas, canillas cenizas y sueños inalcanzables. Los rodearon y prestos se ofrecieron a ayudar a acarrear los libros, los vi en las fotografías y mi raíz campesina se reivindicó más que nunca.
Hace un año de aquella aventura, gracias a Red de Bibliotecas Comunitarias en el municipio más empobrecido y árido de Jutiapa existe una biblioteca, a donde llegan estudiantes de otros municipios y aldeas, a donde llegan docentes mismos y estudiantes de universidad en la cabecera departamental, todos con el deseo de aprender. Por el momento la biblioteca está instalada en uno de las aulas de la escuela, esperamos que pronto se pueda terminar el trabajo de construcción en el mismo terreno y tenga sus mesas, sillas, y espacio propio y un rótulo que mire hacia las aguas del río Paz y hacia la quebrada, donde lean las crías: Biblioteca Comunitaria Flor de Chipilín.
Aclaro que ellos estudiaron el proyecto de crear una biblioteca en Comapa, ningún tipo de amistad nos unía, llegué a ellos como cualquier hija de vecina, usted puede presentarles la  idea  y  hablarles del deseo de crear una biblioteca en su comunidad y ellos estudiarán y resolverán dependiendo de muchos factores y sobre todo del compromiso de la comunidad a mantener la biblioteca segura y protegida. Así es que no tengo ningún tipo de cuello con ellos. La Red se mantiene gracias a ayuda económica de personas que creen en el proyecto. Toda persona que pueda ayudar en algo es bienvenida.
Que la venia convierta con su realismo mágico a Violeta Cetino –mi gotita de agua- y a Roberto Orellana –mi canche peroles- en semilla de flor de chipilín que florezca en todos los poblados, aldeas, caseríos, cantones, laderas, arrabales y guindos de mi amada a Guatemala. Revolucionarios, terroristas, socialistas, comunistas, anarquistas, loco y loca. Los admiro, los respeto y los amo.
Gracias por no abandonar a la infancia transgredida e invisible. Gracias por creer en mis sueños, gracias por no dejarme sola, gracias por invitarme a ser parte de los suyos y hacer de este caminar una alborada llena de flores de chipilín engalanando las laderas, los guindos y linderos del invierno jutiapaneco y de Guatemala entera. Cualquiera diría que nos conocemos en persona, pero estos encuentros de almas llaneras solo los hace posible la vida misma.
Si alguien desea colaborar:https://www.facebook.com/redbibliocomunitarias.gt
Su siempre adepta. Salú y que la sangre nunca deje de ser roja. 
Ilka Oliva Corado.
Primero de Enero de 2014.
En mi tabuco.

Un comentario

  1. Muchas gracias Ilka por permitirnos ser parte de ese sueño-realidad.

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