Miedo.

Entre dos líneas tiránicas
Entre dos orillas, entre dos lunas
En una sola noche cerrada
Acomplejada, amurallada
Me atrapó la confusión
Llorándote, odiándote
Entre dos laberintos
Extraviada en mis instintos
En desventaja me afané
Llorándote, frente al umbral de cenizas
Apostada en las rendijas de mi cárcel
Te grité, te reclamé
Y tú fingías no escuchar
No verme, no respirarme
Pero me abriste las venas de par en par
Querías desangrarme
Sin aparentar ser el truhan
El apocado, el miserable
Pero desde las entrañas de mi celda te vencí
Bebí la sangre de mi arteria
Y te escupí el valor de un corazón que fatigado
Se niega a sucumbir
Con la fuerza de un alma emancipada
Te vencí, te vencí.
Ilka Oliva Corado.
Dic. 26 de 2013.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.