Tantos temas tabú que hay, entre estos encabeza el de la homosexualidad. Cruz, cruz, cruz sentencian alarmadas las personas homofóbicas, las de doble moral, las prejuiciosas y las imbéciles. Las religiosas extremistas, las ortodoxas y sobre todo las santas, porque aunque vos no lo creás en esta vida hay personas santas e intachables y solo ellas tienen derecho de tirarles piedras a las demás. ¿Vos sos una de ellas?
Sinónimos de la palabra fobia: asco, repulsión, aversión, manía, miedo. ¿Es esto lo que siente una persona cuando se topa con otra que es “diferente”? Digo diferente en específico pero si le damos vuelta a la perinola sabremos que tiene varias caras, todas las personas somos diferentes, ni una sola huella dactilar es idéntica. Lo que sucede es que estamos ya tan adiestradas con la religión, con lo que dicta la sociedad, con los prejuicios que nos inyectan al nomás nacer, con la imbecilidad que es reproducida como los gusanitos para hacer yogur.
Alguien nos dijo que las personas con tonalidad de piel oscura son –somos- sucias, por eso nos dan asco las personas a las que les llamamos de color. Todo lo que tenga que ver con Afro. El cabello murusho es señal de tener sangre cuarteada, la sociedad dicta que el cabello liso es el hermoso, entonces nos lo alisamos con químicos para que ni por donde pasó se nos eche de ver la herencia del continente Tata de todos.
También a alguien se le ocurrió la brillante idea de propagar el concepto de que las morenas somos – en jerga patriarcal- las más calientes, las más ricas, las más conocedoras, las indomables en el arte del Kama Sutra. Entonces, ya de entrada estamos etiquetadas. Todo por el color de piel y la masa muscular. Nadie se quiere casar ni tener crías con una morena pero sí fornicar con ella. Algo muy similar sucede con las latinoamericanas en este país.
Otra etiqueta muy poderosa para la trata de mujeres con fines de explotación sexual. Porque aunque ésta se realiza en el mundo entero, las niñas, adolescentes y mujeres latinoamericanas son las que más ganancias generan a las mafias que se dedican a explotarlas.
Alguien dijo que los musulmanes son terroristas, entonces jaleas que no nos vean cerca de un musulmán. Que la mujer que vive su vida con libertad y sin prejuicios es una puta, -que lo somos todas- entonces nos alejamos de ellas y fingimos ser mojigatas para calzar en una sociedad que exige ciertos códigos conductuales. Pero eso sí en la cama todos quieren tener una puta libertina y no una mojigata encarcelada.
Aquel imbécil que se ensañó con las y los judíos dándole nombre a un genocidio conocido como el Holocausto. La era de la inquisición. El genocidio contra brujas, las mujeres pensantes, las liberadoras, las emancipadoras. El patriarcado tuvo miedo de ellas y las mató y las sigue matando por la etiqueta de su género. Misoginia es que le dicen.
Ajá que las y los indígenas. Que las y los migrantes. Que los y las migrantes sin documentos.
Toda persona que no calce con los cánones impuestos por religión y sociedad es sentenciada, criticada, castigada. Así mismo pues con las personas que tienen el deseo de vivir, solamente vivir en libertad, sexual. Para cuando este mundo entienda y comprenda que el amor no tiene género podremos decir que hemos avanzado. Cuando aprenda a no discriminar, a no vivir con prejuicios.
Deberíamos ya con todo el “avance” del cual nos jactamos como humanidad, que atrás dejamos al pobre al homo sapiens, entender que todas y todos tenemos los mismos derechos y obligaciones y que nuestro aporte para que este mundo sea mejor es luchar para que esto no quede una alegoría, una mera ilusión.
Lo que cada quien haga con su vida sexual y amorosa no es incumbencia de nadie, pero sí es incumbencia de todas y de todos que esta persona no sea discriminada, no se le nieguen los derechos que le corresponden, no sea agredida e invisibilizada por atreverse a vivir.
No creo que lo que otras personas sienten o piensan –extremadamente actúan- respecto a las personas diferentes se deba a una fobia, a eso yo le llamo ignorancia, perversión, e imbecilidad. Tampoco se pide que tengan tolerancia, no somos lactosa, no somos loción, no somos rayos de sol traspasando la capa de ozono, somos personas que: amamos, sentimos, pensamos y aportamos a este mundo y a esta sociedad. Así que descarten de su vocabulario la palabra tolerancia cuando se refieran a alguien distinto. Por color de piel, credo, nacionalidad, forma de pensar, ideología política y sobre todo identidad sexual.
Hace unos días el Gobernador del Estado de Illinois firmó una ley que aprueba el matrimonio entre personas del mismo sexo, tendrán los mismos derechos y obligaciones que el resto que se hace llamar heterosexual. No deberían de existir estas leyes y no deberían lucharse tanto, pero debido a que este mundo aun está al revés, que se autoricen son pequeños grandes logros dentro de tanta opresión y sadismo humano. Con esto se convierte en el Estado número 16 de la nación estadounidense en otorgar este derecho. Otorgar, cuando ya nacemos con éste. ¿Cuánto se nos devolverá ese derecho en el mundo entero?
Nací en Guatemala, no sé cómo están las leyes en otros países del mundo. En mi pequeño terruño –pedacito de mi alma y de mis delirios extremos- se sigue violentando y denigrando a la persona que tiene identidad sexual distinta a la que dicta el morbo ilustrado. Hace algunos meses entrevisté a un patojo homosexual que durante años se prostituyó en Guatemala, en sus respuestas se ve claramente que aunque él trata de llevar una vida “normal” dentro de los cánones, es imposible y hay por supuesto una frustración inmensa que se lee de entrada.
Así como él está la mayoría.
Hoy les comparto una entrevista que realicé a una mujer que también tiene identidad sexual distinta. Le agradezco que aceptara tocar el tema ya que aún tememos como sociedad siquiera nombrarlo. Vive en Guatemala. No es justo que hagamos sentir a las personas cohibidas, asustadas, enjuiciadas, culpables por atreverse a vivir. Ya es tiempo que salgamos de esa esclavitud. No somos absolutamente nada extraordinario para señalar, para golpear y oprimir a quien es diferente. Saquémonos esas telarañas de la cabeza.
Dejo con ustedes a Aitana.
Si estás de acuerdo vamos a utilizar la palabra homosexual para cambiarla por lo de lesbiana que la detesto. Aunque realmente eso de andar poniendo etiquetas, andar separando con terminologías, somos seres humanos y punto. Pero para las personas que aun no lo capten en toda su dimensión utilizaremos la palabra homosexual.
Vos vivís en Guatemala, ¿cómo es ser homosexual allá? Me decías que lo manejás con sumo cuidado porque las personas no saben que lo sos. Y no es que lo tengan que saber ni que lo tengás que gritar a los cuatro vientos pero estar escondiéndote como si estuvieras haciendo algo indebido cuando en realidad no lo es. ¿Por qué lo ocultás? ¿temés al rechazo?
Quizá lo oculto porque sé que la cultura en nuestro país es muy pobre y sobre todo por mi trabajo no puedo exponerme tanto.
¿Tu familia y amistades lo saben?
Mi núcleo familiar sí lo sabe (mi mamá, mis hermanos) y algunos parientes más amigos la mayoría ya que también son homosexuales.
¿Qué sentís de no poder expresar tu amor en público?
Me siento frustrada de no ser yo, de tener que aparentar algo que no eres sólo por el prejuicio de las personas y que desgraciadamente de alguna manera influyen en tu vida.
¿De no poder dar un beso o tomar de la mano a alguien porque no está permitido en los códigos sociales?
Es un poco incomodo pero eso se tolera ya que mi forma de pensar es que hay lugares y hay momentos para hacerlo aunque el sueño de las personas que compartimos esta inclinación sexual nos encantaría expresarlo como debe de ser.
¿Qué sentís de no poder casarte y que tu pareja y que no tengan los beneficios de una unión civil?
Creo que el sentimiento más cercano es tristeza de no poder concretar un amor como la mayoría sueña con el matrimonio.
¿Qué no puedan adoptar como pareja?
En algunas ocasiones es lo que se desea para formar una familia pero solo se queda en sueños.
¿Estás informada de cómo están las leyes en Guatemala respecto a ese tema?
No he querido indagar más el tema en mi país después de tantos años guardando mi vida ya me acostumbré que me es indiferente lo que el gobierno piense o haga.
¿Has expresado alguna vez tu amor en público? ¿Cómo te sentiste?
Sí, en una ocasión pero fue fatal los señalamientos, la incomodidad fue extrema pero eso me ayudó a ser fuerte y a querer luchar más.
Has ido con tu pareja a un evento social por ejemplo y ¿qué hacés cuando aparecen las miradas inquisidoras?
En muchas ocasiones pero creo que como me acepto al 100% no me afectan, en realidad si pongo más atención a ese tipo de personas más te señalan así que el ignorarlas me ha funcionado.
¿Cómo hacés para manejar emocionalmente la doble moral y la homofobia de las personas?
Lo hago diciéndome que soy ser humano y tengo derecho a ser feliz pese a lo que algunas personar piense u opinen, no le hago daño a nadie así que me siento en libertad de vivir como yo desee.
¿Te has topado con personas homofóbicas?
Fijáte que es curioso conozco a alguien gerente de un empresa muy conocida en Guatemala esa persona es homofóbica pero no sabe nada de mi vida y esa persona se lleva súper bien conmigo hablamos de fútbol pero mi apariencia me delata no sé si en realidad no quiere aceptarlo o es una persona que no se acepta a si misma.
¿Qué hacés con aquellas que se aferran a la biblia y te sentencian que morirás ardiendo en las llamas del infierno?
En Realidad respeto lo que las personas aferradas a una biblia piensen o digan, lo que trato es de vivir tranquila se que en realidad al 100% no es correcta mi forma de vivir pero tampoco me condeno por eso. Lo de correcto no lo digo por mi identidad sexual. Soy persona con defectos como todas.
Yo recuerdo el caso de una novia tuya que era amiga mía, cuando su mamá supo de su relación la quiso despellejar viva, la mamá lloraba por los rincones, acudió a mí para ver si yo podía hacer algo al respecto, para apartar a su hija de las malas juntas, decía que se la estabas pervirtiendo contáme, ¿cómo es llevar una relación cuando el mundo las enjuicia de sucias y lujuriosas? ¿Qué hacés cuando las suegras te tiran piedras?
La forma de enfrentar esta situación es demostrar que tu relación tiene objetivos, metas, demostrar que aparte del amor también estamos juntas para luchar , para vivir mejor y en lugar que vean que estamos mal que acepten que no se necesita de un hombre o que la sociedad acepte la relación para vivir mejor.
Hablando de piedras, ¿te han agredido físicamente alguna vez debido a tu identidad sexual? Gracias a Dios NO.
¿Qué esperás vos de las autoridades guatemaltecas?
Espero que acepten nuestra forma de vida y que nos den igualdad de derechos.
¿Qué esperás de la sociedad?
Que ya no sea tan prejuiciosa y que sea más positiva.
¿Qué esperás de tu familia y conocidos?
Hasta el momento mi núcleo familiar excelente, los conocidos solo espero que acepten mi vida y si no pues no es obstáculo para mi.
Y por último, ¿de qué manera apoyás vos el movimiento LGBT? ¿Estás involucrada en algún grupo u organización que defienda los derechos humanos de personas con distinta identidad sexual?
En algunas ocasiones asisto a un grupo que lucha por los derechos del homosexual, pero por incertidumbre falta de confianza que todo cambiará me desanimo y solo me dedico a vivir, creo que todo lo que he pasado me ha cambiado y no tenga la confianza suficiente que algún día seremos aceptados y respetados.
Ilka Oliva Corado.
Noviembre 23 de 2013.
En mi tabuco.