Enigma.

Tu me pides sosiego y recato
Y yo demando, destápate
No guardes esa doble piel
Arráncala, lánzala lejos
Desnúdate en la hermosura de tu ser
 
Tu me pides decencia y juicio
Yo, que tires tus miedos y   prejuicios
Que no  complazcas caprichos ajenos
Porque te hace tragar en veneno obsceno
La hiel perversa de la sumisión
 
 
 
No séas intransigente, me dices
Es mejor parecer decente
Y yo, que no te percates de la gente
Que solo sabe censurar
 
Que no me deje llevar por el instinto
Y yo, que el arrebato te libere
Que el tabú no te condene
A respirar sin albergar
La ilusión de la ternura, el delirio y la premura
De la entrega sin reproche
 
Ven, duerme en este pecho callejero
No sigas deambulando en el sereno
Dame un beso y deja el resto
A tu cuerpo libre y dispuesto
Que me llama a deshoras
Ambos encontrarán la armonía
De la melodía cuando es inspiración
No interpongas objeción
Cuando libre es el deseo
 
 
Vuélvete fuego  y deja la brasa viva
Reposando en la agonía
Del decoro que se va
A buscar otros prejuicios
Lo tuyo y lo mío es vicio
De un enigma en complicidad
 
Una extraña variedad
De alegoría de dos silencios
Conspirando en la inmensidad
De un instante detenido
En tus prejuicios y mis desvaríos
Danzando en la misma cadencia
Que no requiere ciencia
Tan solo valor y libertad.
 
Ilka Oliva Corado.
Octubre 24 de 2013.
Estados Unidos.
 
 

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