cronicasdeunainquilina.com
Añejado verso inquieto.
Que los años no nos joroben más que la espalda
Y no la ilusión de vivir
Que se amelle en nuestros huesos el instante detenido
Que forme pulcro su nido en nuestra piel ajada
Más que nunca renuncie a la bienaventurada
Alegría del festejo, de ver nuestro rostro en el espejo
Y la edad del tiempo en el