Masacre a toda ley.

Claro que existe diferencia, es un enorme zanjón el que divide la realidad. Es que los masacrados fueron indígenas que son los nadies en esta sociedad clasista y racista. De haber sido camisas blancas a estas hora hubiera una manifestación masiva en donde todas y todos vestidos de blanco lloriquearan por la paz en el país.
Imaginate vos una masacre en una de las discotecas de la Antigua ahí a donde van a despeñarse las hijas de papi y mami, o en la zona diez en donde se motean los culicagados hijos de papi y mami, también serían los comentarios de marca Acme: » si estaban chupando y eran mareros bueno estuvo que los mataran».
Pero lo cierto es y a todos luces y sólo quien no tenga dos dedos de frente puede ignorar es que, no fue un evento aislado sabemos muy bien que este gobierno corrupto en conjunto con ladrones de las mineras están tratando de intimidar y de doblegar la dignidad de una comunidad en resistencia, que defiende con su vida su tierra y su medio ambiente.
Sabemos que si fuera por borrachos y charas se tendrían que ir a quebrar primero a ministros, viceministras, juezas, ojetes, orejas, diputados, y a cuando elemento de seguridad anduviera a mecapal el flamante presidente de la república.
Si fuera por mareros y ladrones entonces la masacre sería en carretera a El Salvador para ir tanteando terreno, si fuera por violadores entonces se perpetrarían mansiones de La Cañada, para ir tanteando el terreno.
Si se trata de moteros pues empezando por la Francisco Marroquín, cuna de excelentes transeros. Y también que digan que fue un evento aislado una trifulca entre mareros, un ajuste de cuentas, un evento pasional.
No, la masacre no fue un evento aislado, ni ajuste de cuentas, la masacre de la comunidad Maya Kakchikel de Nacahuil fui una de las tantas formas que tiene este gobierno de genocidas de intimidar a quien se oponga a su desfalco, a su desfachatez de vender tierra que no le pertenece, a seguir con la vieja escuela de la transgresión, de la violencia, de amedrentar.
Y nosotros pueblo de silencios solapados aplaudimos la violencia con el simple hecho de voltear la cara, de cruzar la banqueta, ¡total era indios! ¡Indios patas rajadas la vergüenza de nuestra propio reflejo!
Esta fue una masacre perpetrada a toda ley, bajo la lupa del gobierno corrupto. Pero sólo cuando se toca a uno de cuello blanco el pueblo embrutecido proclama.
Pero han de esperar su turno quienes hoy no repudien la barbarie perpetrada contra una comunidad dignificada, honrada y dispuesta a luchar con su sangre para defender la tierra, esa tierra que ladrones de camisa blanca pretenden mancillar.
Pero ha de llegar el turno y cuando eso suceda de igual forma la sociedad acomodada y la indecencia solapada te verá llorar y seguirá de largo su camino.
¡Movimiento de Resistencia Pacífica La Puya vigente!
Ilka.
Sep. 10 de 2013.

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