El cuerpo fue encontrado en la orilla del río Bravo dentro del territorio estadounidense, estaba sin ropa y con dos puñaladas en el costado derecho, múltiples golpes en el rostro y un tobillo quebrado.
Fue llevado a la morgue del poblado más cercano su apariencia de latinoamericana no alarmó a las autoridades migratorias del lugar sería una más de las tantas víctimas de trata de personas, de violencia intrafamiliar o bien de las que cruzan la frontera de forma ilegal y que seguramente se encontró con un mal coyote que le hizo ver su suerte.
Como un cuerpo XX fue enterrada la joven. Sin huella y sin pasado, un cuerpo transgredido lanzado al río Bravo. ¿Quién sería?
Un ser que en la línea divisoria no es más que una piedra en el camino, que estorba.
A Joaquín las pesadillas lo persiguen es una más de las tantas que lleva en su lista. Aminta de nacionalidad nicaragüense. Madre de dos hijos, separada de su conyugue por violencia intrafamiliar, caminó en el sendero de la muerte el corredor donde los migrantes se convierten en polvo arrebatándoseles su condición de seres humanos.
Diecinueve años de edad, analfabeta, su oficio: cocinera.
Tuvo la desgracia de caer en las manos equivocadas en las de un coyoteen el que confió que la convirtió en carnada de trata de personas, tres meses Aminta fue violentada durante días y noches por hombres que pagaban fuertes cantidades de dinero por ver a un perro en celo penetrar el frágil cuerpo de la joven.
Primero ellos descargaban sus frustraciones dentro de su cuerpo desnudo y después sus aberraciones observando a un canino satisfacer su instinto animal en la oquedad golpeada de la joven Aminta.
Una de las tantas noches algo se salió de control uno de los clientes combinó licor con droga y en una de sus alucinaciones la golpeó en el rostro innumerables ocasiones quebrándole el pómulo y destrozándole el maxilar superior, con un puntapié le quebró la tibia y el peroné a la altura del tobillo, con su navaja le apuñaló un costado.
La asfixió presionándole el cuello con ambas manos, en sus alucinaciones quedó el último halito de vida de la joven madre.
El cliente un fino caballero respetado en la comunidad por su prestigio de abogado que ofreció a cambio del silencio de Joaquín un “lote” de quince niñas vírgenes centroamericanas para el recinto y que se olvidara de lo acontecido.
Acompañado de los guardaespaldas del flamante abogado Joaquín se deshizo del cuerpo transgredido de Aminta, lanzándolo sobre la orilla del río del mismo lado de la frontera donde murió.
Una vìctima particular para el coyote experimentado en el negocio de trata de personas, Aminta no era una más de las que él violentaba antes que cualquier otro en el lugar, era su hija mayor a quien prometió llevar al otro lado, la tierra donde dicen que los sueños se hacen realidad antes de que aparezca la alborada, su condición de ser humano se esfumó en uno de los tantos cuerpos que transgredió , la joven fue tratada como el resto de las mujeres en el recinto, un sucio harapo amordazándole la boca, las ilusiones y los sentidos, el hambre comiéndole los sesos y el dolor cercenándole la razón y el corazón.
Joaquín recibió el lote de quince niñas menores de edad y el cuerpo de su hija descansa en una tumba en tierra ajena, sin nombre y sin cruz.
En Managua su madre camina sonámbula enfila marchas, toca puertas, cuestiona frente a las puertas del gobierno, llora sola y solloza cuando las lagrimas se secan, no sabe nada de Joaquín quien fue su primer esposo y es padre Aminta, tampoco tiene noticias de su hija, en un instante de lucidez abraza a sus dos nietos esperando que en algún momento la frontera tenga piedad de ella y se la regrese.
Ilka.
25 de febrero de 2013.
Te leo frecuentemente, por lo general tu pluma llega al corazón, eres muy buena escritoria, te felicito. Te sugiero que cuando escribas historias como ésta o la de Natasha, hagas alguna referencia sobre si es ficción o realidad; y si es realidad que cites las fuentes de tu información… saludos
Ilka, sin palabras…esas fronteras se están tragando a miles de personas, a miles de mujeres que van tras una esperanza que se esfuma…gracias por contar sus historias.
Querida Ilka la he visto crecer como escritora la he leido desde su primer articulo y me asombra la forma en que ha avanzado, sus historias de transgredidas me han hecho llorar una a una algo esta sucediendo con usted ha dado un salto increiblemente grande en sus letras, siga adelante patoja la admiro y le tengo un respeto como a pocas personas en mi vida.
con cariño Josè Luis su fiel lector.
Buenos dias Ilka, a llorar me puse vos cuando lei la historia de Aminta; yo no se que esta pasando con vos pero cada vez estas escribiendo con un sentimiento brutal, yo soy media pasmada con las palabras, pero me dejas «papa». Tocas las fibras del corazon y la razon . Te felicito , Dios te bendiga cada dia mas y mas.