Soy


Con los pies desnudos
He caminado siglos
Soy campesina
Que trabaja la tierra
Y que muele el máiz
La misma que el patrón macilla
Y que la jefa explota.

Soy el rostro desnudo
Que  no tiene voz
La que grita a diario
Entre las montañas
Soy el eco mudo
Que la lluvia calla
Soy mujer indígena
Soy la fiel nativa
Maya, Inca y Sioux
La Tarahumara, mapuche y Mohicana
Soy la Quechua que juega  fútbol.

Yo soy la guerrera
Que cura con  hierbas
Que con la lluvia baila
La que acaricia el sol
Mis manos platican
Cantan y perciben
Son las que construyen
La nueva sociedad
Mis ojos vislumbran
En el sol naciente
Que mis ancestras
Se respetarán.

Soy la que llora
Cuando el hambre azota
Veo hacia el monte
Y desnudo está
Se ha secado el río
Y cortado el árbol
La tierra perforada
En busca de ambición
Por el hombre ajeno
Que se cree dueño
De un pueblo sencillo
Que muriendo está.

Yo soy el despojo
De siglos de torturas y saqueos
Otro idioma se me ha obliga a hablar
Le rezo a un dios que se me ha impuesto
Más a mis nahuales no pienso renunciar
Soy yo la fiel matriz
De pueblos milenarios
Que no piensa extinguirse
Frente al hombre blanco
Hasta que mi nombre pueda pronunciar
No soy la María que todos me llaman
Tengo un nombre propio que me dio un nahual

Mi sangre, como viejos caminos
Los siglos sobrevivirá
Soy el refajo, el corte
Y el güipil impuesto
Más mi piel desnuda pura seguirá,
Soy el abono que a la tierra nutre
De mi país la columna vertebral
De un continente soy el agua pura
Y del mundo entero, energía solar.

Ilka Oliva.

Al polvo  retornaré

En este hospital
La noche no duerme
Las manecillas caminan
Dentro del reloj
El tiempo persigue
El segundo ido
El instante perdido
No regresará.

La muerte deambula
Entre los pasillos
Se acuesta en mi cama
Viene a pernoctar
Me hela la sangre
Cuando me sonríe
Acaricia mi almohada
Sola no se irá.

El frío se cuela
Entre las ventanas
El otoño avisa
Pronto llegará
El moribundo clama
Un segundo más de vida
La muerte lo abraza
No se lo dará.

La soledad se sienta
En las camas vacías
Observa a la muerte
Con su lento andar
En sus brazos lleva
Unas cuantas vidas
Me habla quedito
Pronto regresará.

Hay gente que llora
Mientras otra grita
Y guarda silencio
La mujer que espera
Sabe que muy pronto
Al primer aviso
Emprend
erá el camino
Hacia el más allá.

En mi fría cama
Que la muerte ha helado
Yo observo perpleja
La noche transcurrir
En secreto guardo
El instante pactado
Cuando la muerte venga
Yo la abrazaré.

Y, si inconsciente
A su llegada me encuentra
Me acariciará el cabello
Yo expiraré
Caminaré la senda
Por donde he venido
Finalmente al polvo
Yo retornaré.

Matilde Fournier.



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