Replanting my life.

Así le dije a mi hermana que se llamaría mi escrito mientras conducía su carcacha ya de regreso al chante. Habíamos pasado horas en el área de plantas de Home Depot. El automóvil iba hasta con copete, entre que bolsas de tierra, abono, semillas de girasoles, de dalias, de crisantemos. Entre que plantas de culantro, tomate, hierbabuena, orégano, cebollas y lavanda. Entre que macetas de geranios, flor de las diez, claveínas y mielitas. Después de pasar horas entre las estanterías encopetadas de plantas multicolores y de haber gastado lo de la comida de la semana decidimos ya desahuciadas que ésta semana agarraríamos a mordidas las plantas y con cuchara la tierra para endulzar el café de la  mañana, pero el gusto de haber regresado a mi viejo amor no sería interrumpido si siquiera  por el aguacero que anunciaba la mañana.

Fue idea mía la de ir a comprar flores para plantar en macetas y colocarlas en el balcón, aclaro fue idea mía en esta primavera, porque ella lo hace todos años y en todos me ha invitado  y yo igualmente  en todos me he negado. La he visto llegar con las bolsas de tierra y el resto de plantitas de pies de flores para trasplantarlas, a ella le recuerda el jardín de nuestra infancia en Ciudad Peronia y la inspira  a hacer una pequeña réplica en el balcón de nuestro apartamento rentado. A mí también me trae el mismo recuerdo pero mi reacción ha sido contraria a la de ella, desde que salimos de Ciudad Peronia no he sembrado ni una sola flor. Ni he tomado un machete para chapear grama, ni un chuzo para hacer agujeros para las plantas, tampoco tijeras para podarlas, mis manos hace años que no conocen las ampollas.

¨Hasta que tenga casa propia¨ me dije el día en que salimos de Ciudad Peronia, hasta que tenga casa propia volveré a plantar flores, y me escondí de mi viejo amor, de la alegría de verlas florecer, de abonarlas, de cortar las hojas secas y de respirar su miel.

En nuestros años de migrantes mi hermana no ha dejado uno solo sin convertir el balcón en una especie de jardín botánico,  y yo no la he ayudado ni siquiera a echarles agua en las tardes. De mal humor me he puesto cuando ella me ha pedido favor de hacerlo. “¡Tus flores son tu responsabilidad no la mía!” sentenciaba con el choreque que bien ahí tanteando me llegaba al otro lado de la calle. “¿Acaso no te recordás cómo las querías en Peronia y vivías en el jardín hablando con ellas?, ¡sacáte esa tontera de la cabeza de no sembrar más!”

Y así pasaron los años en su totalidad catorce. Hasta que el sábado por la noche le dije que iríamos el domingo por la mañana  a comprar flores para replantarlas. Así sin mayor alharaca como quien hablaba de ir a lavar la ropa a la lavandería del primer nivel del edificio en donde rentamos. A ella se le viraron los ojos, (como tira de cinco nuevo, de las gotitas) las pestañas se le voltearon y aun con la boca abierta como bisagra de puerta de centro comercial   me dijo: “¿qué, qué?,” “sí Pelu mañana vamos a ir a comprar flores, en esta primavera las invito yo”.

Aun incrédula y como que no muy quiere la cosa me contestó que “vaya, ahí vamos a ir”. Pensaría que durante las horas de sueño de la noche yo olvidaría lo prometido, pero no fue así y a primera hora nos fuimos a comprarlas. Volví finalmente a mi viejo amor, a llenarme las manos de tierra (bueno no tan así, porque resulta que quise ver qué es lo que se siente trasplantar flores con guantes puestos, y la verdad no se siente igual, es como hacer el amor utilizando Scudo Oro) se pierde la sensación y el contacto directo con la tierra, el abono y la raíz de la planta. Y todo aquello solamente por el afán de no ensuciarnos las uñas (cutas).

Utilizamos una esquina del estacionamiento del edificio, hicimos la mezcla de la tierra con el abono y nos lanzamos al ataque a organizar macetas, plantas por colores y tamaños. Aunque debo de confesar que la que plantó las flores fue ella porque yo me dediqué en cuerpo y alma a replantar mis matas de culantro, orégano, cebollas, hierbabuena y mis tomates. Quiero que ese balcón huela a mí, al recuerdo alegre de mi infancia en el jardín de Ciudad Peronia,  que huela a hierbas, quiero ver los tomates junto a las claveínas y el orégano cerca de la flor de la diez.

Lo nuevo en mi compra de hierbas ha sido una planta de lavanda. Por ahí puse algunas semillas de girasoles, de crisantemos y de dalias. Si tengo suerte el verano las verá florear.

He vuelto a mi viejo amor y el balcón de nuestro apartamento rentado en esta primavera formará un arcoíris de flores multicolores, la miel de sus pétalos compartirá el aire con la frescura del culantro y el orégano, los tomates rojos contrastarán con el amarillo de los girasoles y el fucsia de los geranios.

Los geranios nunca han faltado en las macetas que siempre la Pelu, porque traen la figura de su Nana (mi Nanoj) podando el jardín. Los geranios en maceta le recuerdan los botes de leche Nido llenos de tierra y con las flores colgantes de aquella especie. Los geranios la transportan en el tiempo a otras épocas, a otras muy buenas épocas, tan buenas como las del presente.

En cambio a mí las matas de culantro  y de tomate, me han recordado siempre las tardes en que después de tortear, agarraba a cortar un tomate y unas ramas de culantro, los envolvía en una tortilla caliente y le agregaba unos granos de sal, de ahí pal real era cuestion de atipujármelos en dos mordidas.  Estoy esperando por hacer  lo mismo en verano aunque con Maseca,  y con las hierbas de mi huerta botánica. 

Yo por mi parte estoy replantando mi vida, cambiando la tierra árida y estéril por tierra fértil y abonada. Regándola todos los días, para verla florecer de nuevo como la flor del chipilín en invierno guatemalteco,
como los campos de girasoles en el agosto de mi presente y como los cerezos de abril.
Después de catorce años Nanoj, tu Negra está de regreso ha vuelto a su viejo amor.
Life is good…
Ilka Ibonette Oliva Corado.
Abril 16 de 2012.
Estados Unidos.

6 comentarios

  1. Don anónimo, ¿y a usted qué nombre le pondremos matatero terolá? ¿Le inventamos uno?
    Muchas gracias por sus palabras. Mire pues las cosas de la vida, esto ha de ser como cuando llueve a cantarazos, el cielo se pone color piedra de río y encapotado, después de que caen hasta sapos, escampa y vuelve a salir el sol, ¡y si hay suerte hasta arcoíris!

    Ahí se inventa un nombre pues y será fulatino de tal anónimo, así atinamos que se trata de usted.

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  2. Don Canche, hoy si me mató, ¡ingrato! la Negra es mi cantora predilecta, algún día iré a conocer su Tucumán querido y admirar esa luna… para no desentonar… aquí voy haciéndole segunda!¡Abrazote!
    «¡Ay! fogata de amor y guía,
    razón de vivir mi vida.
    Para aligerar este duro peso
    de nuestros días,
    esta soledad que llevamos todos,
    islas perdidas…»

  3. «Eeeepa» exclamo El Canche, y con eso basta, Ilka, para que sepas hasta donde nos has llegado con la limpieza de tu prosa. Frijol recien costaleado, parece; dos que tres astillitas de vaina hasta le sirven de adorno. Ahi te vimos, y reimos, con la miniatura de choreque, que paso por la ventana y llego a la calle.Y no sera que, ademas de lo Xinca y Garifuna, hay un hilito que llega hasta Epicuro, el que apredio a filosofar, platicando con las flores? Pero para que mezclamos antiguedades, si es hoy cuando leemos: «el verano las vera florear». Es hoy, cuando viste florear tu primavera en los ojos de tu hermana-mama y tu Nanoj, a la distancia y, de carambola, en nosotros: «Wena terapia testas aplicando»

  4. Eeeepa… hoy si se me hizo… como yo no se escribir tan bonito, le dejo estos versos de Don Víctor Heredia, y que canta la Negra de mis Amores, Mercedes Sosa… «RAZÓN DE VIVIR»

    «Para decidir si sigo poniendo esta sangre en tierra,
    Este corazón que va de su parte, sol y tinieblas
    Para continuar caminando al sol por estos desiertos
    Para recalcar que estoy vivo en medio de tantos muertos.
    Para decidir, para continuar, para recalcar y considerar
    Sólo me hace falta que estés aquí con tus ojos claros…»

  5. ¡Mi amorsote sos vos! ¡A ver (al cine) para cuándo me enseñás a patinar! ¡Besotes!

  6. Desisto de comenzar con tu frase última (in english) pues ese es nombre d una cía comercial y yo… ¡cobro pa´hacer propaganda, my frend! Q' wiwn descrebiste como dejast a la Pelu bokiabierta con tu oferta de ir a trer jlores… tenés ángel parescriwir…!Wena terapiada testás aplicando, ¡gracias! SMACK!

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