En tiempo de sequía.

¿Por qué ya no has escrito? Me preguntó una amiga.
Le dije que ya no me fluye nada con la misma intensidad de antes. Entonces me dijo: ¿y por qué no escribís de la no inspiración?

Y me dejó pensando: ¿la no inspiración? ¿Qué se escribe cuando nada fluye? ¿Cuándo las ideas se estancan? ¿Cuándo por más que intentás no  hay ganas, no hay deseo? ¿De qué se escribe? Acaso, ¿del día del lapiz? ¿De la Rama del Mesquite? ¿La Cama de Piedra? ¿Hombres de Maíz y Mujeres de Maicillo?
 ¿Se escribe del tamaño que tenía el  copete de la hija del Adelantado?    ¿Adivinar de qué color era el Canasto del Sastre?, ¿o el color de ojos de El hombre que parecía un Caballo?, ¿Contarle los dientes la Ciguanaba? ¿Conseguirle soque a la Llorona?
¿De un dos tres chiricuarta? ¿Del brillo de la placa de nía Yoyis?, ¿de lo mucho que ha cambiado la vieja de las refas de enfrente? Porque me contaron que ahora anda sedita. ¿Pelar al esposo de nía Yoyis porque aunque muy trabajador también es de ojo alegre?

¿Venir a tabalear de la Hipólita? Es que ahora dicen que anda de enamorada y que de las nubes no baja aunque ya se las movieron un montón de veces pa´ver si cae como mango maduro, pero nones ensartadas tiene las uñas en las alturas y en el mentado asoleado ese que la tiene marcando el paso.

¿Cómo hilvanar cuando hay algo dentro de vos que no está en armonía con la inspiración? ¿De qué se escribe cuando tenés la mente en blanco? Echarle color me vas a decir…
Ahora creo que estoy entrando de lleno a la etapa de la sequia, de la que he escuchado mentar a muchos de mis amigos que escriben.

Antes era un huracán, escribía y escribía (muladas pero no dejaba de escribir, y ahora ni muladas escribo) sentía esa necesidad de desahogarme, era un torrente dentro de mí que se rebalsaba a borbollones.
Pero en la época de sequía vos no querés ni ver un lapicero mucho menos una hoja de papel, y ni hablar de tocar una ordenadora, ni de agarres, prenses, soques y cashpeanes.

¿Y qué se hace en la época de sequía? ¿Rascarse la panza?, ¿cortarse las uñas de los pies?, ¿lustrarse los dientes?, ¿darle vuelta al colchón de la cama?, ¿o mover los muebles de lugar?, ¿sacarte los mocos?, ¿buscarte un agarre?, ¿cambiar de prense?, ¿comprarte más pititangas? ¿Tirar algunas pititangas? ¿Cambiar de pititangas a enaguas?, ¿no usar más pititangas y tampoco enaguas?
A mí me ha dado por ir a ver si ya puso huevos la cocha.

¿Cuánto dura esa época?, ¿será pasada de nube?, ¿un chiflón?, ¿será tiempo ya de una limpia con siete montes y un trago doble de Agua Florida?

No sé, no tengo idea de cuál pueda ser la receta y si es efectiva. Pero no forzaré al teclado, a la hoja en blanco la dejaré descansar, para cuando se le ronque la gana darme cabida de vuelta, para mientras  yo digo que me podré a contar los huevos que ha puesto la cocha y de paso se los llevo a regalar al puesto a la nía Yoyis, pa´que los haga trueque con la vieja de las refas de enfrente.

Ilka.
Marzo 19 de 2012.
Estados Unidos.

3 comentarios

  1. «Hombres de Maiz y Mujeres de Maicillo»

    Barbaro es el complemento que le has trabado, Ilka.
    Intuyo que fue un arrebato de protesta contra el titulo de la novela, que no deja de ser un monumento displiscente hacia el genero femenino. «Hombres» de Maiz, como nos lo presentas ahora suena tan arrogante como si el coronel Chalo Godoy hubiera parido a su propia madre. Y la mujer que pitas jala? Donde esta? Solo sirvio para tortear tortillas y para matar una mazacuate en el tejado?

    Nuestro Premio Nobel ha sufrido el desprecio de mucha gente: Humberto, Toledo, para mencionar los mas cercanos. Y le han dejado ir trompadas de las buenas: Fuentes,»Pueguenle a Asturias»; Aragon, «Miguel Asturias,casi novela»; Joaquin Soler, «Novelas bananeras». Por todos lados le llovio, y eso le ayudo a hacerse los quites, pero el pijazo que una jutiapaneca hoy le zampa no se lo quita nadie.

    Es un gancho al higado nuevo, y relumbra tanto que nos puso a bajar libros, trazar contextos y coyunturas para prepararle una bebida anticirosis, pero nada logramos, salvo la opcion de ponernos a filosofar una semana: Que agradable se siente el afate del maicillo, cuando las manos de Ilka lo alborotan.

  2. Muchas gracias por sus palabras Luguita.

  3. Hola querida compatriota
    Desde esta bella Guatemaya, guatelinda, guatemorfosis te mando un huracán de inspiración para que sigas con tus letras porque nos mantienes interesadas y prendidas de la caja del diablo leyéndote siempre.

    Sigue adelante que tienes mucha madera que pulir. Te lo dice una vieja con experiencia.

    loguita

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