¿Votar por un Genocida?

¿Votar por un Genocida?
Debido a mi artículo llamado La Ley de Herodes, -publicado la semana pasada- una amiga de toda mi vida, decidió mandarme por un tubo. Su ideología es de extrema derecha, es afín al pensamiento de Otto Pérez Molina, más que afín fanática, pienso. Eso es muy común en personas que no leen que no se informan, que desconocen la memoria histórica de la tierra en donde caminan. También es apropiado agregar: que hay gente que sí se informa, que sí lee, que sabe perfectamente de los crímenes de lesa humanidad cometidos y dirigidos por el genocida y sin embargo lo favorecen con su voto. Esas y esos están peor, ¡porque la traición a la Patria es doble!

Yo, como  siempre, publiqué mi artículo en mi blog, de repente me vi atacada por alguien a quien sigo considerando una de mis hermanas de leche, esas que vos escogés y a las que no te unen los lazos sanguíneos. Pienso que se sintió aludida por lo que escribí respecto a mi pensar y a la gente que cedió su voto a un genocida.

Es la primera vez en mi vida que yo pierdo un ser tan querido para mí, por exponer mi ideología política, de más está decir que por supuesto me siento herida, los afectos son los afectos, pero seguiré exponiendo mi pensar, porque es mi derecho –como lo es también el tuyo en estar en desacuerdo y pensar diferente- y  mi obligación con mi Patria. –Sigo aquí con los brazos abiertos para vos y siempre estará tu lugar intacto en mi corazón, para cuando la historia se encargue de enseñarte.-

Esto me acerca un tanto a la idea del dolor que han sentido aquellas personas a las que les desaparecieron familiares: torturados, violentados y masacrados. Por pensar distinto y respirar diferentes ideales: sus vidas les fueron arrebatadas. En manos es un gobierno impregnado de traición y militarismo. Por traidores al suelo propio y mercenarios  dirigidos por la mano del capitalismo norteamericano.
¿Sida o Cáncer?, dicen por allí. No le veo relación al sida y al cáncer con Otto Pérez Molina y Baldizón. Es falta de respeto para esos dos inquilinos temporales de la salud humana.

Porque el sida y el cáncer no violan, no torturan, no asesinan, no masacran. El sida y el cáncer, no viven del narcotráfico, no se hacen ricos estafando personas y lavando dinero. El sida y el cáncer por el contrario, son un aviso, de que estás viva y estás respirando, de que dejés de sobrevivir y te dediqués a vivir, lo mucho o lo poco que te quede de tiempo de aire.

¿Por quién votar? Me preguntaba una amiga hace dos días y le contesté: ¡por supuesto que por el genocida jamás! A estas alturas de más  está lamentarse,  cuando se tuvo el tiempo y la oportunidad las decisiones se tomaron equivocadamente, así es que ahora: ¡a afrontar las consecuencias!

Ambos son firmitas, pero entre uno que se dedica a: robar dinero, estafar personas y lidiar con el narcotráfico  a otro que por el contrario amparado por la ley: violentó mujeres y niñas, masacró, torturó y cometió crímenes de lesa humanidad  por supuesto que te quedás con el primero.

Es como en el fútbol, cuando suceden dos infracciones instantáneas: una seguida de la otra, vos tenés que sancionar la más grave.

Dar tu voto a un genocida es sinónimo de: cinismo, de no tener sangre en la cara y de que te sobra el atol en las venas. Votar por Otto Pérez Molina, es premiarlo por las vejaciones cometidas contra hermanos y hermanas inocentes.

Es como decirle: mire señor genocida, con mucho gusto le damos nuestro voto y aceptamos que nos gobierne, porque somos un pueblo silenciado, sin memoria y sin valor.
Le damos nuestro voto porque: usted nos ganó, pudo más su millonaria propuesta de presidenciable y la impunidad que reina en nuestro sistema de justicia, que nuestra dignidad. Porque no sabemos y no conocemos de honrar la memoria de nuestras/tros muertas/tos.

Por eso le vamos a dar nuestro voto. Tómelo y termine de hacernos trizas, total que somos un pueblo sin viva.

¿Votar por un genocida? ¡Jamás! Sería decirle a Monseñor Gerardi, que su lucha y su vida no valieron la pena. Sería como gritarles a las personas masacradas y enterradas en fosas comunes, “n
o nos importa su memoria”.

Votar por un genocida: sería como olvidar las torturas, el llanto y el dolor con el que las y los sobrevivientes de aquellos años, viven hoy en día.

Un voto por un genocida: ¡sería traición a la Patria y para eso, mejor pegáte vos el tiro de gracia! Un voto por un genocida sólo lo da: ¡un corazón traidor!
Con esto no quiero decir que acepto a Baldizón, por el contrario repruebo su conducta –de embarazador de mujeres y que no se hace cargo de los hijos- y su baja calaña en la forma en que se ha llenado las manos de dinero sucio.
Pero de un narcotraficante a un perpetuador de crímenes de lesa humanidad, me quedo con el primero, así el veneno me sabrá menos amargo. Por el contrario, hay que buscar la manera de que el genocida no siga libre y vaya a dar al fondo de la cárcel, que es donde debe de estar. ¡Para honrar la memoria de nuestras víctimas!
Posdata: El presente artículofue borrado de mi blog, accidentalmente la semana pasada. Aquí está de nuevo, tal y como se publicó en la fecha 17 de septiembre, sin embargo, en aquel momento escribí, careiendo de información profunda respecto al presidenciable Baldizón, cosa que me hace cambiar de postura, declarándome totalmente incompetente para decidir a quien dar mi voto para presidente. Entonces me encasillo en la cerca de las y los que votarán nulo. Prefiero ese nivel de irresponsabilidad a dar mi voto a cualqueira de esos dos delincuentes.
Ilka ( 23-09-2011)
Ilka Ibonette Oliva Corado.
Septiembre 17 de 2011.
Estados Unidos.

Un comentario

  1. Gracias por colocarlo de nuevo, me lo había perdido de leerlo, y pues que lamento que hayas perdido a una amiga del alma….. esa Ideología creo que la tienen muchos en Guatemala, de igual manera me he topado con gente que piensa que el Genocida les va a venir a cambiar la Inseguridad que persiste actualmente, me decía un hermano, vos fijate que todos mis compañeros votaron por él y ni siquiera saben por que, y eso aplica a un monton de votantes…. también la musiquita de propaganda se les metió en la cabeza y como que solo por eso se dejaron llevar…en fin estamos entre la espada y la pared…Saludos Ilka, Un gustazo leerte….

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