¡Vas bien Camila!


Al ver ese mundo de estudiantes luchando y exigiendo por sus derechos en Chile; un cierto viento fuerte sopló desde el sur – ¡de dónde más pué!-  y trajo a mi memoria, muchas letras de canciones, de trova por supuesto, de esas que nunca pasan de moda, porque su letra, su esencia sigue viva, latente, en el corazón de los pueblos oprimidos, silenciados y por minutos: moribundos.

Muchos nombres aparecieron de repente en mi mente y entre ellos Violeta Parra, y sus versos, dedicados propiamente al estudiantado… ¿Quién no ha cantado esta letra? ¿Quién no la ha sentido latir en el corazón? ¿Recorrer el cuerpo adrenalínico y motivado? ¿Quién?  Chanananán y con ustedes… ¡Me gustan los Estudiantes! ¿Y cómo dice? ¡Cantála conmigo! Me gustan los estudiantes jardín de nuestras alegrías, son aves que no se asustan de animal ni policía, y no le asustan las balas ni el ladrar de la jauría, caramba y zampa la cosa, que viva la astronomía…

La hemos disfrutado en voz de Mercedes Sosa, de Los Guaraguao, y de la propia Violeta Parra. Es un himno a la valentía, la perseverancia y el honor del estudiantado  de universidad pública – ¡Qué viva mí Tricentenaria!-. Una canción escrita en 1,971 y su letra sigue tan vigente, como tan dolorosa es la realidad de quien en el subsuelo de las clases sociales vive.
Viene a mi memoria Carlos Puebla, (¡cubano tenía que ser!) y su tan popular y agenciado Son de la Alfabetización,  escrita en 1961¿te la sabés? ¡Papo, no me digás que no! La cultura es la verdad, que el pueblo debe saber, para más nunca perder, su amor por la libertad. Que no se quede nadie sin aprender… Nadie deje transcurrir, esta ocasión de aprender, porque aprender a leer, es aprender a vivir. Que no se quede nadie sin aprender…

Viene a mi memoria, las y los estudiantes mártires de la Universidad de – ¡mis amores!- San Carlos de Guatemala. Defendiendo la libertad de expresión, sus derechos como estudiantes autónomos,  luchando contra la opresión y el capitalismo.

Corren de un lado a  otro, los textos que leí en mis años de universitaria, justo en la clase de filosofía: Karl Marx y el socialismo. Y es  urgente, salvar al continente del abismo en el cual está cayendo. No por gusto son las revueltas y las alboradas en El Medio Oriente, que Eduardo Galeano califica como “un fuego hermoso”. Maniobradas por la juventud, que tiene toda la leche, la energía y el tesón, de hacer escuchar su voz. Qué decimos de la voz de las/los indignados en España, también vienen del corazón joven de una sociedad patriarcal y conspiradora. Cuando casualmente se presentó en ese país, para recibir un premio, confesó: “los jóvenes ya no creen en la democracia que les ofrecen, pero no en la democracia misma, sino en la democracia que les están ofreciendo hoy”. “Vivimos en un mundo más bien infame, pero hay un mundo diferente que está latiendo más bien en este mundo,  y es ese otro mundo que puede ser”.

Respecto a la nueva alborada en el Medio Oriente, pensé: “desearía que se aprovechara esta espumarada para que las mujeres, también se revelaran, y exigieran el derecho de poder conducir un automóvil y decidir si llevar o no el burka –o velo- y no sea esta, -como hasta hoy- una obligación impuesta por una sociedad patriarcal, también decidir si desean hacer el amor –tener sexo, acostarse o como vos le querrás llamar- con quien ellas quieran, sin que sean lapidadas por tal decisión”.

En España, en las revueltas, vino a mi mente, La Puerta de Alcalá, no me digás que no te la sabés, porque ahoritita mismo, de lanzo un leñazo: Acompaño a mi sombra por la venida, mis pasos se pierden entre tanta gente, busco una puerta una salida, donde convivan pasado y presente. De pronto me paro, alguien me observa, levanto la vista y me encuentro con ella, Ah! Y ahí está, y ahí está, ahí está, ahí está, viendo pasar el tiempo la Puerta de  Alcalá. Escrita por el grupo Suburbano y cantada por Ana Belén y Víctor Manuel  y cuya letra representó en 1,978 la memoria colectiva de España. La misma memoria de las/los indignadas/dos  hoy en día. ¿La misma queja? Exigiendo una democracia, la misma libertad de oportunidades.
Pero es que; pensando en Chile y en la exigencia y temple de las/los estudiantes mi orgullo se infló como un globo, al ver el rostro de una mujer a la cabeza de tal movimiento, Camilla Vallejo, una patoja de apenas 23 años de edad. Vaya que tiene sus arrestos la patoja, para tal representación: Dirigente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile.

A pesar de haber ya recibido amenazas de muerte, de  haber sido expuestos; su número privado y la dirección de su residencia, ella sigue… continúa, caminando, en voz, en pro, de la educación pública, que es obligación del Estado brindar a su pueblo. ¡La educación no puede ser privatizada, en ningún lugar del mundo! ¡La educación, se defiende no se vende!

Camila, a pesar de haber sido sentenciada públicamente por la Secretaria Ejecutiva del Fondo del Libro; Tatiana Acuña Selles, quien públicamente escribió en su cuenta de Twitter lo siguiente, por supuesto refiriéndose a Camila “muerta la perra se acabó la rabia”. Entonces vinieron  a mi memoria, Rogelia Cruz y Oliverio Castañeda de León. Ambos estudiantes de la USAC y asesinados, cada uno en diferente tiempo, en diferentes circunstancias, pero ambos en busca de un ideal: una Guatemala justa y con igualdad de oportunidades.

Pero: Camila, Camila, Camila, ha venido a soplar el polvo que cubría la callada voz de la juventud,   y la revivió, la alzó, la dirigió, la encarriló, y son las horas en que el presidente –de extrema derecha-, Piñera, no pudo ocultar más su  herencia derechista y patriarcal, opresora, como fiel representante del capitalismo en Chile; y siguiendo los pasos de su ejemplar Pinochet,  ha ordenado  Un Estado de Sitio, que le prohíbe al estudiantado manifestarse públicamente. El  mismo decreto que el difunto creara en sus años de dictador. Como todo buen derechista, opta por oprimir la voz de la juventud, que con legítima razón pide y exige una educación gratuita y no privatizada.

Y en medio de todo aquello está Camila Vallejos, una honra al género femenino. El cual quiere salir y combatir para acabar con  el yugo de la opresión, una patoja que pertenece a una nueva generación, que se empeña por creer, por aprender y por tener una voz, que urge ser escuchada. Una patoja con arrestos que está al frente de hombres y mujeres por igual, con la única ilusión que sus derechos sean respetados y reine la igualdad de oportunidades.

Camila, Camila, Camila, este mensaje es para vos… para vos y para la juventud universitaria del Chile que algún día habré de conocer, del sur tenías que ser… mujer tuviste que hacer nacido, guerrera, tenas, valiente, y consecuente con tus ideales.

Vuelen mis letras impulsadas por el viento… lleguen al sur… al sur De La Patria Grande.

Cante el estudiantado pues, la letra que compusiera Violeta Parra y hágala llegar al alto cielo, y que perfore el horizonte, los tiempos y el olvido. Que la honre y las/los honre. Cante el pueblo con voz campesina, la queja labradora, luche contra la sociedad opresora y gane la batalla al despotismo, capitalismo, e imperialismo que para colmo de males, los tres, hieden lo mismo.

Alce su voz rugiente que suene en todo el continente, y abrace La Patria Grande, que la juventud se contagie, de esa efervescencia chilena, y nazca una nueva era, en la que: el temple, la gracia y la queja: sean alborada, para la nueva camada, que hoy sin voz sucumbe, taciturna y lúgubre, desdeñada, silenciada, a veces ignorada y casi siempre, descuidada: juventud.
Sea este, un abrazo en el tiempo, a la maestra Violeta Parra. Camila y el estudiantado chileno te honran, vaya juventud la de tú patria: que lleva en su memoria; tu letra  y tu verso. Tu temple y tu ejemplo.
Sea este, un homenaje a Víctor Jara. Hoy la juventud chilena  te honra y está lista para ir “A Desalambrar”. Y cantan por las calles: “Yo pregunto a los presentes, si no se han puesto a pensar, que esta tierra es de nosotros y no del que tenga más…”    Qué orgulloso has de sentir, al escuchar al estudiantado, que camina gallardo por las calles, dedicándole al presidente y entonando las letras que vos un día escribiste: “Arrímese más pa´ca, aquí donde el sol calienta, si uste´ ya está acostumbrado, a andar dando volteretas, y ningún daño le hará, estar donde las papas queman. Usted no es na´ni chicha ni limoná, se la pasa manoseando, caramba zamba su dignidad”.

A Violeta Parra, a Víctor Jara y a Camila Vallejos. Por las y los mártires de todos los tiempos. Por la libertad de una educación gratuita en La Patria Grande. ¡El pueblo unido jamás será vencido!
Ilka Ibonette Oliva Corado.
Agosto 07 de 2011.
Estados Unidos.

Un comentario

  1. Este año, ha sido uno muy prolífico en cuanto a las manifestaciones de protesta, unas más violentas que otras,alrededor del mundo, casi todas encabezadas por jóvenes “indignados”, que hartos de tanta injusticia y abandono por parte de gobiernos corruptos y represivos, han salido a las calles y ocupado plazas en claro desafío a las autoridades de turno, demandando el fin a las políticas neoliberales , que tanto daño y sufrimiento han causado en las vidas de estos jóvenes y del pueblo en general, que han visto así disminuir las posibilidades de una vida digna con justicia y democracia para todos. Egipto, Túnez, Isarael, España, Grecia, Inglaterra y Chile, son algunos de los ejemplos más claros de desobediencia civil y desafío a las autoridades de esos países, que ajenos al clamor popular han implementado las políticas más drásticas y reaccionarias que van en contra de los más elementales derechos de estos pueblos. Es de especial significancia la actitud de los jóvenes estudiantes Chilenos, que de la mano de su líder, la valerosa Camila Vallejos, han enfrentado sin temor las viejas prácticas represivas del actual gobierno, que de seguro no olvida su pasado Pinochetista y trata de imponerlo sobre esta generación de jóvenes, quienes haciendo gala y apropiándose correctamente de la memoria colectiva del pueblo Chileno, se han enfrentado sin temor a las fuerzas represivas que el actual gobierno ha desplegado con la intención de suprimir su movimiento y sus justas demandas.

    Ojalá! y la valentía, y el digno ejemplo de estos jóvenes indignados se contagie, y se apropie de las voluntades de aquellos adormecidos en el marasmo del olvido, y se levanten y digan un hasta aquí a tantos años de injusticia y opresión.

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