¡Cuidado aquí se estafa!

 Ayer fue uno de esos días…
…En los que vos no querés saber nada de nadie ni de nada. No pegué el ojo en la noche anterior, no retuve comida en mi pancita y por si fuera poco me dio fiebre. En pocas palabras mi sistema nervioso colapsó. ¿Causa? Son tantas las causas  (obvias) que enumerar una no sería justo.

Pero dejémoslo en que fue un día difícil. Me consuela –a veces- saber que siempre hay gente en peores circunstancias –desgraciadamente-.
Mi teléfono celular comienza a timbrar, ¡no quiero saber nada! Pero sigue timbrando, veo el número y es de otro Estado de ésta nación. Contesto. ¿Aló? Del otro lado escucho una voz entrecortada por el llanto, es una amiga muy querida, compañera de patoaventuras de mis años de adolescente.

Me dice: “mi mamá y mi hermana me robaron dinero en Guatemala”, -conozco a su mamá y a su hermana- y se suelta nuevamente en un mar de llanto,  tengo el deseo irresistible de llorar con ella, yo estoy de bajón también, pero respiro profundo y le digo: “¡bienvenida al club!” “¡ya pagaste tu cuota!”.
Y cuando uno está de bajón, ¿qué tipo de consuelo o consejo le puede dar a otra persona?, me limito a escuchar su relato de “crónica de una estafa por miembros de tu familia”, llora y cuenta, cuenta y llora, mientras que yo al otro lado del inalámbrico, respiro, suspiro, suspiro, respiro.

Al final le digo: “¡no sos la primera ni serás la última!” me pregunta qué debe de hacer, “¿si regresar inmediatamente a Guate o quedarse?” ¿Qué le podés decir vos? Nada, nada más que haga lo que su corazón le dicte. Pero en consejo o sugerencia, le digo que “hinche los ovarios y que comience de nuevo”.
Y es que ahora voy, aquí estamos los de la otra cara de la moneda, los que estamos fuera. Todas y todos, -sino de una forma de otra-  o en su gran mayoría, hemos pagado nuestra cuota por estar aquí, y la hemos pagado doblemente, -allá y aquí- ¿a cuántas –tos de nosotras –tros no nos han estafado familiares? ¡Qué levanten la mano!, va no quiero amontonazones pues, solamente levanten la mano.

Pienso que a la mayoría. Y lo peor de todo es que no aprendemos, nos la hacen una y  otra vez. Estamos como aquellas mujeres que son agredidas por sus parejas sentimentales, que las dejan medio muertas y vuelven con ellos nuevamente, con el pretexto de: “es que  él me quiere, a su manera pero me quiere”,  y pasan años siendo agredidas física y emocionalmente, en nombre de un amor inexistente, o enfermizo, en una codependencia. Hasta que las matan o ellas logran salir de ese abismo a tiempo y se separan de ellos, iniciando una nueva  vida.  Así mismo nos pasa a quienes nos estafa la familia, allí estamos en nombre de: “es  que es mi mamá, es mi tía, es  mi hermana, o hermano” “es que es mi hijo, mi esposa, mi esposo”, estamos atados a esos lazos sanguíneos que deberían ser insoslayables, esos lazos que no deberían atar sino unir. ¿Pero si tu familia te traiciona entonces en quién putas confiar? Si son ellos quienes deben de ser fieles, ese núcleo familiar tendría que ser refugio, vida, goce, fuerza, unión. Si tu mamá, siendo la mujer que te carroceó en su vientre durante 9 meses y te parió con dolor, es la persona que te traiciona entonces decime ¿en quién putas confiar en éste mundo traidor?,   si tus hermanos que llevan tu misma sangre, han convivido bajo el mismo techo te traicionan decime vos ¿en quién putas confiar? Viene a mi memoria  algo que he leído  durante años, y que está en esas tarjetitas cristianas “en todo tiempo ama el amigo y es como un hermano en tiempos de angustia”, entonces no queda de otra que recurrir a las y los  amigos –gas.

Porque ya pasamos lista por: tías, tíos, primas, abuelas, abuelos, cuñados, y toda la retahíla de parentesco,  y todas y todos han fallado. ¡El dinero corrompe! Sí, pero cuando no hay honestidad en la persona.  A veces las amigas y los amigos son más fieles en ese sentido. Y si fallan las amistades, entonces no hay de otra, ¡encerráte en tu propio mundo y echales cal a quienes se te pongan al brinco! Bueno es un decir, porque tampoco es lo correcto, no lo de echar cal, sino lo de encerrarse.

Todas y todos conocemos personas que han sido estafadas, nosotras mismas lo hemos sido, de una forma  o de otra. Tengo una amiga, que aquella lleva trabajando  en gringolandia, más de 13 años, viuda, dejó a su niña de un año de edad y se vino a echar punta,  pensando en darle un futuro digno y sacarla de la miseria en la que ella creció. La vi llorar mares en cada día de la madre, mi hermana siempre le regalaba tulipanes,  para alegrarle un poco el pesar de ese día, la vi llenar cajas y cajas, con ropa y todos aquellos tiliches para amortiguarle un poco su ausencia a su hija, mandar dinero mensualmente,  para su niña y para la familia. Depositó toda su confianza en  una de sus hermanas, tanto así que  la otra en Guate le custodiaba su patrimonio económico, cuando hubo una buen acumulación salió la oferta  de comprar una finca, lo hicieron allá pos los petenes, mi amiga no puede viajar y confió en su hermana, según ella, pensaba en regresar hace dos años para ir a establecerse a Guate y ver crecer a su niña. La rompida se la vino a dar cuando avisó en Guate que regresaba definitivamente,  entonces aquellos allá, no tuvieron otra que decirle que se habían gastado el dinero de los ahorros y que encima, también habían vendido la finca y atipujado el dinero.

La vi desmoronarse de romplón, no tenía un quetzal ahorrado, de doce años de trabajo arduo, limpiando casas y los mil usos que realizamos aquí quienes emigramos en tales condiciones, por toda solución encontró la forma de mandar a traer a su hija, en la misma vía en que lo hace la mayoría, bendito Dios la niña llegó sana y salva, y mi amiga no quiere saber nada de su familia ni de Guatemala.

Y así te contaré mil historias. La de una muchacha que también se regresó a Guate después de pasar 10 años en las mismas condiciones en las que sobrevivimos la mayoría aquí, la clavada de ella si fue brutal, porque al llegar a Jutiapa se dio cuenta que su mamá no tenía  ni un quetzal de los 10 años que ella mandó prácticamente todo su salario, lo que hizo la patoja –después que le dio diabetes por la noticia- fue regresarse a comer mierda  a gringolandia.

He escuchado a personas que dicen o escudan las actitudes de sus familiares en: “es que es la pobreza, la necesidad”,  y yo digo. “¡mentiras, no hay pretexto que valga la pena!” no hay pretexto para que agarrés algo que no es tuyo, no hay pretexto para robar descaradamente el esfuerzo del sudor de otra persona.
Y entonces señalamos a los políticos y gobernantes por el mal que aqueja al país, siendo nuestros propios hogares en donde anidamos y criamos ladrones, en diferente grado en el escalafón, pero ladrones al fin.
Señalamos a los violadores y secuestradores, queremos que  justicia, imploramos por que se cumpla la ley, ¿y nosotros lo hacemos en nuestras casas? ¡No!, porque solapamos, nos quedamos calladas y callados por guardar las apariencias, porque tenemos del qué dirán.

A nuestras hijas, hermanas, primas y amigas las violan  hombres que son miembros del mismo núcleo familiar y al enterarnos callamos, porque denunciarlo sería echarse a la familia encima, qué dirán los vecinos, la comunidad, y peor si somos personas conocidas, no, el trabajo, el colegio, qué dirán en la escuela.
No importa que tu  o hijo te robó diez len, pero si vos lo sabés y no lo corregís en su momento, no llorés cuando lo maten o lo lleven preso por asaltar un banco, por secuestrar personas, por violentar mujeres.
O cuando se convierta en diputado o diputada, o miembro del gobierno y robe a cantidades llenas al pueblo, recordá que lo aprendió en tu casa, bajo tu supervisión, con tu consentimiento, porque vos no supiste corregirla – lo en su momento y solapaste.

Y es que no necesita trabajar en el gobierno para robar,  igual si  le dan vuelto de más en la tienda y consentís que se quede con el,  cuando lo mirás dirigirse de forma despectiva a las mujeres y te quedás callado o callada, de cierta forma estás aceptando su actitud en lugar de corregirla. Y bien aquellos doctores que tienen su clínica privada y cobran enormes cantidades a los pacientes por consulta o se inventan enfermedades con tal de estafar, en eso del tratamiento de curación, en fin, no es necesario trabajar en el gobierno para robar, agredir, y estafar a las personas.

Si nosotros justificamos todas las acciones incorrectas de nuestros hijos, hermanos, familiares, amigos, de nuestros padres, si pretendemos tapar el sol con un dedo, no nos quejemos de la violencia que agencia el país,  nos lloremos de los gobernantes que nos dirigen porque todas y todos somos culpables. Claro en  un grado mayor,  que se sale el guacal, pero recordemos que cuando pudimos corregirlo y estábamos a tiempo no lo hicimos.
Y es que la fórmula funciona en la misma medida para el bien y el mal, así como  una niña y niño, se encamina en la dirección digámosle correcta en  su crecimiento, de la misma forma se desvía si solapás y nutrís con su silencio y  tu consentimiento las acciones malas.

Dirás vos: ¿y qué tiene que ver todo ese rollo que se discutió aquella con la estafa de la familia a los que emigran?, pues sí  todo va de la mano, una cosa lleva a la otra.

¿Has escuchado de los auto secuestros? Decime vos cuántas huevonas y huevones, con tal de no trabajar y ganarse su alimento humildemente se inventan los auto secuestros, con tal de sacar dinero a los familiares. Conozco muy de cerca a un muchacho que cortaba grama, trabajaba de jardinero, hasta que hace como dos años, con ayuda de otro amigo que sí tiene documentos legales del país y que prestó su nombre y su firma para toda la tramitación legal, montó su empresa para cortar grama. Medio supo la familia allá y se han inventando que secuestraron a un hermano, el  pobre hombre aquí,  movió cielo mar y tierra para pagar el rescate,  $60,000.00 que él no tenía, tuvo que mandar a Guate para salvar la vida de su hermano, pero como  entre el cielo y la tierra no hay verdad oculta, después se enteró el muchacho que los propios padres y hermanos planificaron todo. ¿Te imaginás vos? Y si vos los mirás en la calle, te prometo que ni te percatás, es gente que siempre te saluda, que es amable, doña fulanita y don fulanito de tal, los patojos están en la U, estudiando para ser los futuros ladrones con título.  Toda esa gente debería de tener en sus casas un aviso que diga: ¡cuidado aquí se estafa! Por lo menos para que uno esté avisado.

Y si supieran cómo se parte uno el lomo aquí para mandar el dinero a Guate. Yo toqué fondo, mi sistema nervioso colapsó, he llorado mares, en mi dolor y decepción también prometí nunca más regresar a Guate, -después me arrepentí   cuando me tranquilicé-  ¿porque si no es tu familia el apoyo entonces qué te espera al regreso? Pero Guate es mucho más que tu familia… mucho más…

Pero la vida sigue, cada día trae su propio afán, aún hay muchas montañas por escalar y cimas por conquistar, este paso por la tierra es aprendizaje, a quienes estamos aquí –en el extranjero- nos toca pagar nuestra cuota, por el derecho de piso,  y la estafa de la familia es la primera en llegar, después llega la de los amigos y conocidos que en nombre de “la amistad” también te clavan.  Ya estoy curada de espantos. Y vos si no te ha llegado, curáte en salú o preparáte para la embrocada, que a cada coche le llega su sábado.
Ilka Ibonette Oliva Corado.
Marzo 17 de 2011.
Gringolandia.

4 comentarios

  1. Hola a todos, quiero aprovechar este espacio para advertirles sobre una mujer llamada Andrea Celeste Tello, quien además de haber matado a su unico hijito de pocos meses de vida, extorsiona a la gente de una manera muy inteligente. lamentablemente salio de la carcél porque la sentencia fue escasamente de 5 años, busquenla, hay fotos de ella en la web. un amigo me la presentó y pude sacar mis propias concluisones.

  2. Coincido con las opiniones anteriores, y es lamentable que sucedan esas cosas, pero como nuestra responsabilidad personal es aprender de las situaciones vividas, no nos queda más que dejar de ver la vida con ingenuidad y autoengaño y comenzar a verla más objetivamente. Sólo imaginate qué tipo de educación (formativa e informativa) hemos recibido las y los guatemaltecos si tenemos 41 años de vivir en guerra! Que se haya firmado la paz no significa que vivamos en paz, ni que tengamos una educación para la paz…
    Escuché de una socióloga hace un tiempo que la impunidad y la corrupción nos beneficia a todos. ¿A todos? ¡A todos! El diputado roba millones porque sabe que se puede salir con la suya, también el motorista se pasa el semáforo en rojo porque sabe que se puede salir con la suya, la oficinista se roba el papel y los lápices porque sabe que se puede salir con la suya y la maestra falta a clases con cualquier excusa porque sabe que también se va a salir con la suya. ¡Cada quien a lo que tenga acceso! Esto lo mencionabas vos, Ilkiushka. En nuestras propias casas nos enseñan a mentir y a robar, entonces no podemos pretender que alguien que roba y corrompe en el trabajo, no lo haga con otra gente. Además, es un fenómeno social que sucede en cualquier lado: cuando hay una sociedad con millones de gentes que se sienten víctimas de la violencia, corrupción, robo, etc., les es más fácil llegar a ser victimarios cuando la oportunidad se presente. Sucede aquí y en la China. La diferencia es que aquí sucede mucho más y más fuerte, porque la violencia, corrupción e impunidad se da mucho más fuerte que en otros lados.
    Hay una buena noticia: no todas las personas son así. Hay gente (todos conocemos) que es honesta y recta en quienes sí se puede confiar, sean parte de tu familia o no.
    Nosotros que sabemos lo mal hecho que es mentir y robar, tenemos la responsabilidad de educar con nuestro ejemplo a las personas que pertenecen a nuestro círculo social para que la cosa cambie poco a poco.

  3. Aparte de haberlo experimentado personalmente he sido testigo de este tipo de situaciones, algunas de ellas hasta tragicas (suicidios). Lo peor de todo esto es que son aquellas personas que por el supuesto vinculo familiar existente se deposita en ellas toda la confianza. Ingenuos ante la posibilidad de que seran estos personajes los perpetradores de semejante chambonada. Obviamente el poder del billete para corromper es enorme y, sobre todo, como cuando en el caso de la mayoria de emigrantes. Se ignora, se desconocen las penurias de estos en tierras extranas y erroneamente se asume que todo es color de rosa y que el bendito dinero fluye a chorros. Pero la realidad es otra y muy cruda por cierto. Hay que experimentarlo en carne propia de lo contrario la insensibilidad, el descaro y la desfachatez seran los denominadores comunes. Sobre todo en sociedades como la guatemalteca en donde la corrupcion y la impunidad se han convertido practicamente en parte integral, por lamentable que sea, de nuestra cultura.

  4. No sé que pasaría en la práctica, ya estando fuera del país, pero por mucho tiempo mientras fuí jovencita, mi padre fue mi banco y siempre me daba lo que hiciera falta para completar la cantidad que costara aquello que yo deseaba, para lo que había estado ahorrando, porque eso sí desde los 12 años trabajando duro, en fin tampoco pensaría eso de mis hermanas y mi mamá, me queda algo de duda de mis guarros y queridos hermanos, en fin espero no tener que probar nunca, Gracias a Dios estoy aquí para velar yo mismamente por mi Princesita, a quien con ayuda de Dios espero formar y educar correctamente, o sea que le lloverá, . . . . a vos mi pesar y sentimiento por el desencanto con tu familia, pero halla pasado lo que halla pasado ni los sabores ni los paisajes de mi Guate tienen la culpa, así que te espero para el fiel cumplimiento de la gira que tenemos pendiente. . . .TQM y ánimo, en Cristo somo más que vencedores

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