cronicasdeunainquilina.com
A la Salú del Carnaval.
Una enorme naranja destellante se eleva sobre los techos de la urbe, sobre las copas de los árboles desnudos, despejando las nubes que desde la tierra se ven como un campo de algodón recién arado, una fina capa de neblina distraída emprende su retirada, para decir adiós a la alborada, es un día frí