Buscando algo que ver en televisión la tarde del domingo, encontré una de esas películas que no son de acción, ni de comedia, ni de miedo, ni de drama. Esa película era basada en una historia real, la trama tenía que ver con el asesinato de un joven que nació varón pero que el camino se enfrentó a la vida y decidió hacer público su sentir, muy internamente él se consideraba mujer y se vestía como una de nosotras; fue asesinado brutalmente por tres jóvenes norteamericanos cuando recién cumplía los 17 años de edad, la razón simple: prejuicios. Pero en el proceso judicial, ninguno de los asesinos fue sentenciado ni el asesinato procesado como un crimen de odio. La madre del joven a través de los años ha creado organizaciones que aboguen por el derecho de las personas TRANSGÉNERO.
Cuando terminó la película, mi hermana vio mi rostro desencajado y me dijo: “Negra tenés que escribir al respecto” creo que me conoce tan bien que supo que la trama de la película me estaba causando aparte de enfado, un remolino de recuerdos.
Aunque ya no es un tabú hablar de los términos: bisexual, homosexual y transgénero, el SER que es “diferente” sufre rechazo por su familia principalmente y por la sociedad. No utilizo el término: “lésbico” porque creo que está mal incluido, lo correcto es: mujer homosexual y hombre homosexual; de allí aquella derivación de etiquetas ofensivas: “huecos, morros, puñales, machorras, marimachos… ” Y los que vos querrás agregar.
El tema de la homosexualidad causa revuelo y debates con puntos de vista y reacciones acaloradas, y de todo hay, quienes lo aceptan a quienes les pela la estaca, quienes señalan, quienes acusan, quienes enjuician –quien esté libre de pecado…-.
Muchos de estos puntos de vista vienen acompañados de versículos de la Biblia, que la Biblia dice tal cosa, y que si se hace tal cosa, arderán en las llamas del infierno, que no entrarán al reino de los cielos… La Biblia, hay tanto escrito en ella.
¿Pero de verdad cumplimos lo que ahí dice? Aquí entran quienes solapan, quienes tiran la piedra y esconden la mano: “no matarás” y hay asesinos, “ no robarás” y la gente roba, “ no cometerás adulterio” y aquí es un merequetengue porque todo el mundo se quema el rancho, “ no desearás la mujer ajena” y no sólo la desean sino la toman y con el consentimiento de la presa, ¿entonces por qué criticamos, señalamos y enjuiciamos a quienes aman de forma distinta? Es eso nada más; diversidad, entregarte sin condiciones, como lo hace la gente heterosexual.
No es aceptado ver que dos personas del mismo sexo se muestren cariño en la calle, -besos o caricias- porque hasta piedras les tiran, pero sí es solapado que un macho ALFA golpee a su: esposa, novia, tráida, casera, trinque, agarre o cashpeana en plena calle, ahí sí calladitos nos miramos más bonitos. “Es clavo de ellos”, es lo primero que decimos, pero si vemos a dos personas del mismo sexo besándose en la calle, los insultamos, o nos cambiamos de banqueta, los miramos de forma despectiva y les hacemos saber a toda costa que desaprobamos esa forma de amar.
Y es esa parte la que no entiendo de la humanidad: que abogamos por los derechos humanos, derecho a la educación, derecho a la vida; derecho a la libertad de expresión, no sé qué… que sí y no al aborto, que desaparezcan las minas, el maltrato a los animales, la trata de blancas, la muerte por lapidación allá en aquellas lejanías del medio oriente; que desaparezca la ablación de clítoris en los países islámicos de África, abogamos porque la discriminación desaparezca, pero en ciertos temas, seguimos siendo los mismos: que no hemos evolucionado desde el tiempo del Homo Sapiens, y entonces digo: “¿chicha o limonada?”
El año pasado asistí al desfile que realiza anualmente la comunidad homosexual en Chicago, poco faltó para que me metiera a desfilar también, lo disfruté tanto, que cualquiera que me hubiera visto diría: “la novia o la esposa está en el desfile”, pero ni tráida ni esposa, mi euforia era por la admiración a aquel titipuchal de gente que se atrevía a dar la cara, a caminar con libertad, con la frente en alto.
Allí había mujeres y hombres homosexuales, bisexuales transgénero – que llegaron bailando samba y armaron el despelote, ya mero me saltaba las vallas y me metía a bailar con ellos- con distintas profesiones: presentadores de noticieros, deportistas, doctores, policías, del F.B.I., maestras, de todo, y celebraban SU IDENTIDAD, ¿y cuántos de nosotros que tratamos de demostrar a toda costa que somos heterosexuales, tenemos la identidad bien cimentada?
Muchos carecemos de valores morales; porque ese es otro rollo, se les acusa de carecer de valores morales y una cosa no tiene nada que ver con la otra.
Mientras observaba el desfile pensé en varias de mis amigas homosexuales que viven en Guate, y decía: “mmm si la fulanita, la menganita y la perenceja estuvieran aquí se
divirtieran de lo lindo con este desfile”, pero allá ellas aparentan ser heterosexuales, debido a la ignorancia de la sociedad; y lo curioso es que si vos las mirás ni por donde pasó que dés que sean homosexuales, -porque a las mujeres homosexuales las señalan como machorras, las poco femeninas- aquellas andan bien tiradas, es decir: tacones, falditas cortas, la loza pintadita, cejas depiladas, uñas pintadas y esa forma sutil de caminar que emboba a los hombres.
divirtieran de lo lindo con este desfile”, pero allá ellas aparentan ser heterosexuales, debido a la ignorancia de la sociedad; y lo curioso es que si vos las mirás ni por donde pasó que dés que sean homosexuales, -porque a las mujeres homosexuales las señalan como machorras, las poco femeninas- aquellas andan bien tiradas, es decir: tacones, falditas cortas, la loza pintadita, cejas depiladas, uñas pintadas y esa forma sutil de caminar que emboba a los hombres.
Pero solamente ellas y sus adentros – y algunos amigos íntimos – saben del peso de la cruz que cargan a cuestas.
Las pocas que han tenido el valor de sacar a la luz su identidad sexual han sido hasta despedidas de sus trabajos. Vaya forma de censurar y querer “corregir” lo incorregible, ¿sabés por qué? ¡PORQUE LA NATURALEZA NO SE EQUIVOCA! Los humanos con todo y nuestra tecnología, nuestros experimentos y descubrimientos, nuestras matemáticas, nuestra arrogancia, egoísmo e ínfulas de EGO y nuestro sarcástico YO, no podemos hacer que la noche se convierta en día, Dios no se equivoca y nos hizo diferentes por una razón, si vos no la aceptás es tu clavo.
Una amiga bisexual me dijo en una ocasión: “creo que todos, hombres y mujeres tenemos nuestro lado BI” y efectivamente, leyendo por allí en esos temas de las emociones, hormonas y demás hierbas –Freud- decía que la parte más atractiva de un hombre es su lado femenino y el de la mujer su lado masculino.
El que en algún porcentaje mínimo; pero al fin porcentaje, tengamos nuestro lado Bi no significa que lo practiquemos. Toqué el tema con un amigo “macho, macho, macho, macho” por joder hablé de eso, para escuchar su punto de vista al respecto; me decía que aquí –en USA- los hombres heterosexuales no se abrazan, porque es tan común la homosexualidad que todo tiende a mal entenderse y que eso extrañaba él de Guate, que allá los cuates sí se abrazan. –Peor cuando andan de farra los condenados-.
A lo largo de mis años he escuchado comentarios de amigas y conocidas que dicen: “no soy hueca pero la fulanita tiene unas piernas…” “no soy hueca pero esa falta le luce perfecto…”, “no soy hueca pero…” y yo digo ¡qué putas pué! Por qué aclarar que no son homosexuales, una mujer puede chulear a otra perfectamente, sin complicaciones: es más comprobado está que las mujeres nos arreglamos para que nos vean otras mujeres, ya que ellos tienen esa luz infrarroja, que no importa qué llevés puesto, siempre te ven desnuda…
A mí me encanta ver a las mujeres en falda, pero yo no uso faldas porque no me gustan, pero eso no quita que no admire el cuerpo humano, igual me pasa con los tacones, esos de punta de aguja lucen tan divinos en algunas piernas que la verdad lo admiro, pero no uso porque no me siento segura al caminar, me maneo, ¡parezco capitalina caminando descalza en la llanura!
Cuando veo a esas parejas del mismo sexo caminar por las calles, tomadas de la mano, con esas miradas que llevan mil mensajes subliminales, cuando los veo besarse con tal ternura, siento una especie de envidia, yo también quiero y tengo ganas de vivir un amor así: libre, sincero, sin temores…
Pero comenzando porque ya no somos mujeres sino culitos, pienso que tenemos tanto que aprender de ellos; las y los homosexuales, de las y los bisexuales, de los transgénero: a vivir intensamente… sin temor… y aceptar nuestra identidad sexual.
“Tengo miedo de decirle” me dijo una amiga homosexual que estaba enamorada de otra patoja heterosexual, le dije: “si te libera decírselo pues decíselo, pero no esperés que la otra persona entienda tus sentimientos, tenés que estár preparada para que te rechace y muy probablemente para que la amistad termine”. Le perdí la pista, al tiempo me llamó por teléfono: la otra también estaba enamorada de ella pero por temor a los prejuicios nunca había movido nada, hoy en día viven en España, ambas son arquitectas, egresadas de una de esas universidades fifís que hay en Guate. Describieron el primer beso como algo realmente escalofriante, la entrega en la intimidad de la alcoba fue un verdadero acto de amor. –Saludos niñas-.
En la U tenía un compañero y amigo homosexual, con muchos rasgos femeninos y aquel de decho los acentuaba más, la atleta del grupo era yo, pero aquel me ganaba en glúteos, una cinturita de avispa que la mía a par de la suya se veía como de coquecha. Hoy en día es uno de esos psicólogos que mantiene llena su clínica de gente fifí, su pareja es un papaíto –médico- que sólo porque de verdad soy su amiga, sino me lo trincaba con derecho a repetición. –Los extraño muchis-.
¿Por qué mi hermana me sugirió que escribiera del tema? Ah ya sé…
En la colonia de mis amores, había tres agenciados, declarados homosexuales, todo el mundo los conoce, uno de ellos es abogado, lo mirás con su saco, su corbata, bien tirado el tipo, y le llueven las mujeres; pero las manda por un tubo, el tipo es un sol de ser humano, se transforma cuando hay pachanga, entonces llega; tira su maletín por un lado, el saco, la corbata, y la camisa se la desabotona y las puntas se las amarra haciendo una moña a la altura del ombligo, baila mejor que la modelo de “La Negra Tiene Tumbao”. Es el abogado que saca de aprietos a la plebe de la colonia, a los menos afortunados en la economía y escolaridad.
Los otros dos inseparables, un torbellino de amor, amigos fieles de aquellos que ya no nacen, todos pensábamos que eran pareja, pero nones, tapaderas sí, pero entre ellos no había nada, no he conocido en mi vida hombres como ellos dos; entretejieron mi infancia.
Cuando iba hacia el mercado con mi hielera de helados a tuto, me gritaban desde el bulevar principal cuando yo ya iba bajando las calles de gradas: “vos Chilca, patoja canillas grietadas, peráte allí”: yo tendría escasos diez años y aquellos ya pasaban los dieciocho, llegaban y entre los dos tomaban la hielera me la iban a dejar al mercado, decían que si seguía así sufriría de dolor de espalda cuando llegara a la vejez. Nunca se dejaron agradar con un helado, decían que los favores no se cobran, –pienso lo mismo-.
Me peinaban la colochera, en trenza francesa, me regalaban botes de gelatina para el pelo aunque envidiaban el brillo que le daba a mi cabello la linaza. Cuando bajaban los soldados del destacamento, y yo iba por el camino, ellos se paraban uno a cada lado mío, y me decían: “ ¡cualquiera de esos hijos de la gran puta que te mire lo talegueamos a nuestra Negra nadie la toca!” los solados ni coco me ponían, yo toda clinuda, canillas cenizas y con la hielera a tuto, pero yo agradecía el gesto protector que ni mi padre tenía conmigo.
Pasaron los años, tuvieron amores contrariados con cuanto macho se les paró enfrente, los vi llorar en mis brazos, los acompañé en los tragos, en las canciones y los gritos de despecho, los vi renacer como las flores en primavera cada vez que se ilusionaban con un nuevo amor.
Ayudaban en las fiestas, para los adornos eran la mamá, siempre eran los encargados por votación unánime de organizar las fiestas en las cuadras, igual cocinaban, planchaban, rajaban leña, jugaban fútbol, cincos y muñecas. Para delinearte los ojos, quemaban aquel lápiz color negro y con el chunche ese derritiéndose te rayaban en un santiamén, nada de doble pasada. ¡Nunca tuve pulso y me tocaba triple pasada!
El día que me gradué de Maestra de Educación Física, fueron los primeros en llegar a felicitarme, nunca dejaron de confiar en mi capacidad, y me contaron la historia de una niña vendedora de helados que nadó contra la corriente hasta convertirse en una maestra, me dieron una medalla de papel aluminio y dieron gracias al cielo porque la respetada Ciudad Peronia tenía a su primera Maestra de Educ. Física.
Cuando compré mi carro, tuvimos que irlo a mojar, así que con cusha en la Cantina Las Galaxias nos echamos el primer trago, aquellos siguieron la farra, lo del carro fue pretexto… de igual manera me contaron la historia de la niña vendedora de helados… de lo que estaba logrando y de lo que había sido en su infancia.
Cuando me vine me fui a despedir de ellos, y por supuesto el trago de cusha no faltó. El pelo canche se les estaba comenzando a poblar con las nieves del tiempo. Los veo patente en la esquina del bulevar principal y la calle Danubio, allí les di los abrazos de despedida a ambos.
Un mes después de haber llegado a Estados Unidos, me enteré que mataron a uno de ellos: tres hombres que aborrecían a los homosexuales, lo sacaron de su casa y lo golpearon con bates, él logró escapar, y corría por las calles de gradas aledañas a la tienda La Surtidora, –arribita de la cuchilla- lo alcanzaron y mientras él en su agonía tocaba puertas de casas para que lo refugiaran, ellos le zamparon cuatro plomazos a quema ropa, por la espalda. A su entierro asistieron alumnos de colegios y escuelas, caravana de camionetas, choferes, ayudantes, maestros, panaderos, cosmetólogas, albañiles, sacerdotes y pastores. Así de amado era él en mi colonia.
Yo no he podido llorarlo todavía, tal vez comience hoy, cuando termine de escribir.
Los crímenes por odio fueron y siguen siendo uno de esos cucos que como sociedad queremos ocultar, nos damos tres golpes de pecho, pero los prejuicios siguen latentes todos los días en Guatemala y el mundo.
Nota: Con el amor de siempre a; Osmin, Hugo y David.
Ilka “ Chilca” Ibonette Oliva Corado
31 de enero de 2011.
Estados Unidos.
Saludos desde Guatemala, mi pais…
Hasta donde hemos llegado, a creernos dioses para jusgar a la gente, cuando talvez hacemos mas mal del que hacen estas personas que es quererse. Por esa forma tan cerrada de pensar que tenemos la mayoria de personas no llegamos a aceptar este tema, es y sera una controversia, pero me alegra que hayas tomado este tema, para que de alguna manera trates de educar a algunos, digo a algunos pues habran otros que ni volviendo a nacer, nacerian con sentimientos. En la tolerancia esta el secreto de ser feliz.
A Julio Cesar el Emperador Romano se le atribuye haber dicho, mas o menos, esto: «Los soldados son mis esposas y yo soy la esposa de mis soldados». Cuando comandaba los ejercitos de la Roma imperial era conocido como «La Putita de Bitinia» por haber sido el favorito de Nicomedes. Julio Cesar tuvo muchas mujeres entre ellas Cleopatra. Pero en tiempos cuando en Roma la homosexualidad era ampliamente aceptada el estuvo envuelto, probablemente en muchas ocaciones, en relaciones homosexules con sus jovenes subalternos pues esa era la modalidad tanto en Roma como en Grecia.
La homosexualidad no es una preferencia mucho menos un capricho. Es el trabajo de la Madre Naturaleza se nace y se muere con ella. Nadie puede ir en contra de su propia naturaleaza ni de la naruraleza misma.
Probablemente el dia que alncancemos la categoria de SERES HUMANOS entonces, solo entonces, podremos despojarnos y dejar tirada la porqueria de piel con la cual los seres humanos de hoy en dia nos vestimos.
totalmente de acuerdo negra!!! no somos quien para juzgar a nadie..preocupemonos x la violencia en el mundo, por esos niños, jovenes y adultos con hambre, no perdamos el tiempo en algo que al final es desicion de cada quien..y como dijiste en otro escrito cada quien puede hacer de su culo un florero o candelero..y que si es cosa del diablo pues señores hay mas cielo para nosotros jejeje…
Estas mal Borat, te voy a matar hijoeputa!
Holywood promueve el amor libre, haciendo peliculas donde es normal que un homosexual tenga un rol importante, Bob sponge se caso con Patrick, Ricky Martin salio del closet…
Los Cenadores rechazaron el dream act , y apobaron a ley para proteger a los gays en el army. O sea… No a los buenos estudiantes, si a los huecos.
Pareciera que ser gay esta de moda, es alegre, arcoiris de colores, makeup, pelucas, ropa sexy, imitar a Juan Gabriel… Wow!
No senores, la homosexualidas es el Diablo.
Trampa fina, arruina el principio de la himanidad.
Dios hizo un hombre a su imagen, luego una mujer.
No es un tema complicado, empezemos desde el anterior principio y todo empezo bien.
Cierto que algunos animales se transforman, pero eso que tiene que ver con los humanos?
En miles de anos no hay registro que un hombre haya dado a luz una nueva vida, o sera que ya mero va a pasar?
Y la clonacion que onda? Si clonan a un hueco el clonito saldra hueco tambien?
Pienso que los cientificos no van a clonar a un hueco, van a tratar con algo bueno, o no?
Saludos desde el pais donde los hombres nos besamos, y no somos jotos.
Borat Sagdiyev
Tema controvertido. A cada quien debe respetarsele su opinión ya sea que esté en contra o a favor o neutral. Yo lo que pienso es que la naturaleza nunca se equivoca, lo vemos en los animales, los vegetales los minerales etc. No juzgo a quienes sean homosexuales, heterosexuales o bisexuales, cada quien tendrá que rendir cuentas en un futuro cercano.