Raíces: a 31 años…


Después de una hora y media de camino finalmente llego, las luces están encendidas, un pequeño cartel  pegado sobre la  enorme ventana  de vidrio me avisa que estoy a punto de entrar al único lugar en Chicago  que tiene la magia de transportarte  al  pedalazo a la tierra donde dejaste el ombligo; lo leo: Maya Essence.  Respiro profundo y entro.

En el primer salón encontrás las ventas de café orgánico, que traen desde el occidente del país, trabajan directamente con cooperativas, igual el cacao, chocolate, artesanías,  libros, música: CULTURA, allí encontrás vos cultura. Y cuesta vender cultura, lo demás se va  al chilazo, pero instruir, educar, formar e informar, cuesta uno y la mitad del otro.

En el  segundo salón, encontrás el espacio para usos múltiples, la organización se llama: Casa Guatemala. La única a la que  le tengo fe del titipuchal que hay en Chicago.

La actividad lleva el título de RAÍCES, se celebra el 31 aniversario de la quema de la Embajada de España en Guatemala, se presenta el documental Cuando Las Montañas Tiemblan y hay un orador invitado, trova, comida y nostalgia.

Comienza a rodar el documental, ¿cuántas veces lo he visto? ¿cinco, diez? No recuerdo cuántas, y  me sigue impresionando y desarmando igual. Lo compré hace algunos años y está  en la mini biblioteca de mi nido prestado, junto a los libros autografiados de Rigoberta Menchú.
Se apagan las luces y se comienza a presentar el documental.

La escucho hablar: de su aldea, de su hermano torturado y quemado vivo en el centro de aquel pueblo, observo las imágenes brutales de  los campesinos asesinados en montón. En el salón también hay gente que lleva luchando  por la causa, toda una vida, hay sobrevivientes del conflicto armado, los observo: sus rostros lucen desencajados, con sus miradas perdidas en algún lugar del pasado, en alguna aldea, montaña, caserío por donde caminaron, hay gente que está en esa velada que tiene más de  20 años de no ir a Guatemala, salieron huyendo como refugiados políticos, la ansiedad después de tantos años se sigue apropiando de ellos, lo puedo ver, lo puedo sentir, sus  manos tiemblan mientras observan las imágenes.
Mientras veo las bananeras de Izabal, pienso en que la United Fruit Company sigue vigente, solamente que con el nombre cambiado Chiquita Banana, nos siguen dando atol con el dedo ¡Y CON NUESTRA AUTORIZACIÓN!

Las reinas de belleza y el desfile en trajes típicos, no tendrían ellas por qué usarlos, ni para demostración de nada, es una falta de respeto, si no pertenecen a ese grupo étnico, pues no tienen nada que hacer con esa ropa, para eso existe el certamen: Rabín Ajau, allí  también podés ver vos la belleza de nuestras mujeres.

Las reinas de belleza…  y viene a mi mente  Rogelia Cruz y su muerte atroz: torturada, violada, de  por si ser violada por un  sólo hombre es  una vivencia traumática para una mujer, no imagino ser torturada y violada por varios, como sucedió –y sigue sucediendo-  en tiempos de las dictaduras en la mayoría d
e países latinoamericanos.   Las embestidas que daban los soldados en los pueblos, en las aldeas, violando  y matando mujeres.   – y sigue  vigente, está el ejemplo del caso recién de la violación a los derechos humanos de la mujeres
 q´eqchies, mediante el estado de sitio en  Alta Verapaz:  SECOC PUR, YAXTUN, CEJÓ CHE´, COMUNIDADES AL REDEDOR DE LA LAGUNA LACHÚA, miembros del ejército INAB entraron a las comunidades el miércoles 12 de enero de 2011, sin ningún tipo de comunicación persiguieron a hombres, mujeres y niños, éstos tuvieron que huir a las montañas y refugiarse allí durante todo el día, mientras soldados del flamante ejército,  arrancaron de raíz:  maíz, frijol, cardamomo y otras siembras dejando sin posibilidad de obtener alimento a dichas comunidades-.
¿Cuántas víctimas de aquella hazaña del ejército?  Irma Flaquer: aquella psicóloga  y periodista con los suficientes arrestos para tentar al diablo con sus artículos,  el libro de su historia fue el primero que leí en inglés hace algunos años, –Disappeared, A Journalist Silenced, June Carolyn Erlick- desaparecida, muy probablemente abusada sexualmente, torturada y asesinada. ¿Qué se sabe de ella? Se especula que sus últimos días los pasó en las oscuranas de los centros de tortura utilizados por la policía y el ejército; nunca  apareció su cuerpo.

Las plantaciones de algodón salen ahora en el documental,  y no puedo dejar de pensar en mi madre, la imagino a sus 16, 17 y 18 años,  aquella patojona canche,  la veo con el rostro color tomate maduro, bajo el sol  ardiente del medio día, con las yemas de los dedos sangrando: dice que cortar algodón es cosa seria, hay espinas que cubren esa especie de espumilla blanca.  Regresaré y buscaré las tierras en donde ella en su juventud trabajó como obrera del algodón junto a mi padre que era el tractorista de la finca; La Pangola en  La Gomera Escuintla. Cuentan ambos que pasaba la avioneta fumigando y a los dueños les pelaba la estaca que hubiera gente allí trabajando, el veneno para la malicia de la planta también lo respiraban los humanos. De allí vengo yo, de las entrañas de dos  obreros algodoneros.
Estudiantes, maestros, obreros, campesinos, profesionales fueron desaparecidos muy posiblemente torturados, ¿cuántas mujeres entre ellos? ¿Cuántos hombres del gobierno disfrutarían del placer al abusarlas, al torturarlas? Viene a mi mente La Isla y el OJO por OJO, las paneles blancas, los asaltos a la USAC, a viviendas, escuelas.

Viene a mi mente el estudiantado del  Central, El Aqueche, La Normal, El Comercio, Belén, la venta de Calzado Modelo allá en la sexta avenida, ¿cuántas personas fueron secuestradas frente a ese lugar a lo largo de los años negros de Guate? Esa tienda tiene su historia… La sexta avenida  tiene  historia más de lo que vos creés.

“Creo Señor firmemente, que de tu pródiga mente, todo este mundo nació, que de tu mano de artista, de pintor primitivista, la belleza floreció…”

¿Se habrá podido cantar a viva voz ésta canción en aquellos tiempos? ¿ Y el coro qué tal?

“Creo en vos arquitecto, ingeniero, artesano, carpintero, albañil y armador, creo en vos constructor del pensamiento, de la música y el viento de la paz y del amor…”

Aterrizo cuando presentan al orador de la noche, Don Nicolás Virgilio, un hombre Maya Quiche, co-fundador del movimiento campesino CUC  -Comité de la Unidad Campesina- compañero de batalla de don Vicente Menchú, papá de Rigoberta.  En el Instituto de Arte de Chicago, hay una  foto suya, lo describe como uno de los pocos   organizadores de grupos campesinos que sobrevivió a los años
crudos de la guerra.

Ha estado allí observando el documental y da fe de que todo lo que  se ve y se cuenta es cierto. Es un hombre de baja estatura, de pelo completamente blanco, las nieves del tiempo se apoderaron de su paso a través de los años.  Lo siento tenso, ansioso mientras relata la odisea vivida en sus años de lucha, de lo vivido en su aldea.

Cuenta que por azares de la vida se salvó de morir en la masacre en la Embajada de España, él iba hacia esa manifestación, pero algo lo retuvo en el camino y quedó de llegar horas más tarde, fue uno de los pocos sobrevivientes de aquel brutal golpe bajo que lanzó el ejército a líderes campesinos, días después tuvo que salir como refugiado  hacia –curiosamente- Estados Unidos.

Está a escasos cinco metros de distancia de donde estoy sentada, nunca había tenido la oportunidad de escuchar a un sobreviviente y organizador  así de cerca,  en el salón hay gente que empuñó armas, que repartió volantes, que llevó y trajo información,  muchos de ellos sufrieron atentados, fueron heridos de  bala en emboscadas, y están ahí sentados en el mismo salón en donde yo estoy.

¿Cuántos años tenía yo cuando lo de la embajada? ¡Un año de edad!  Bajo libros y hago cuentas, mis padres en ese entonces vivían en la Gomera Escuintla, en las covachas de lepa que daba el dueño de la finca  a sus trabajadores,  por instantes en un juego de la memoria  entre ese salón y el pasado: veo a los dos patojos con sus dos hijas, rodeados de plantas de guineos,  palos de mango, zancudos, mosquitos,  lombrices, letrinas, cal, hambruna, y el dengue rondando los techos de lámina y palma; fiebres, diarreas, catarros, y el Dispensario más cercano quedaba a un día de camino, según cuenta mi mama. A muchas creaturas se las llevó el dengue en los inviernos.

Su voz por instantes se quiebra cuando habla  de sus familiares desaparecidos, hermanos, primos, amigos, su aldea completa fue exterminada, entre plantas, casas, animales y personas. Quisieron borrarla del mapa, pero la semilla germina y florece, la tierra es agradecida con quien la sabe cuidar y bendice las manos de quien la cosecha…

Treinta y un años después, y la situación sigue igual: carencia de oportunidades a gente que pertenece a los diferentes grupos étnicos del país, escases de escuelas, de alimentación. Los acuerdos de paz fueron una pantomima escrita, un engaño que aceptaron firmar todos, ni uno sólo de los incisos allí escritos se ha cumplido por el lado del gobierno hacia el pueblo de Guatemala.

Salvo que el que la lucha de los grupos de izquierda es ahora abierta y se realizaron partidos políticos, pero ellos mismos pelean el mejor hueso, al final después de los miles de desaparecidos, de los asesinados, de las mujeres abusadas y torturadas, de los niños masacrados,  del robo de tierras por los más ricos e influyentes,  después… después… de las largas décadas de guerra interna, de exilados políticos, de repatriados, las y los guatemaltecas- cos, seguimos dando vueltas en círculos.

¿Entonces la  pérdidas humanas? ¿La lucha? ¿El sacrificio? ¿Valdría la pena? Hay muchos Seres bajo tierra, sin ser identificados, sus familiares todavía buscan sus cuerpos, hay muchas criaturas que han nacido a causa de las violaciones sufridas por mujeres en manos del ejército, ¿qué les dirán sus madres a sus retoños? ¿les hablarán de sus padres? ¿del momento en que las concibieron?

Aún hay heridas que sangran, hay huellas frescas, ¿y sabés por qué? Porque los culpables vagan libres por las calles del país
, riéndose del pueblo, de los oprimidos, y encima tienen la osadía de lanzarse a candidatos a la presidencia del país, ocupan puestos  importantes en el gobierno, barajean las cartas a su antojo, la impunidad sigue apropiada del país,  la justicia es inoperante, caducada, ya venció, ya valió pura estaca,  se cumple solamente en el papel que al final es el único que aguanta con todo.

Hay miles de personas en el exilio a causa de aquellos años, hay quienes retornaron y se encontraron con que no tienen tierras, las que dejaron hoy en día pertenecen a otros -sino echále pluma a quienes retornaron de Bolivia  después de 25 años y los fueron a refundir a unos potreros en Petén-  el gobierno ya no ametralla campesinos en sus aldeas, pero sí los intimida de otra manera,   vamos retrocediendo… en las universidades los  maestros ya  no hablan de consciencia social, de memoria colectiva, de historia, de lucha, de lealtad, las organizaciones estudiantiles están corrompidas, el estudiante mismo no pasa de sope a gavilán, con salir raspadito en la materia y pasar de panzazo al siguiente semestre es suficiente.

Los guatemaltecos  que han logrado asistir a ese tan soñado nivel superior de educación, se empecinan en aprender la “ oficial” lengua extranjera, pero ¡papo!  Que aprenden una de las más de veinte que tenemos en el país. Aprendamos de los guaraníes, su idioma oficial es ese, el segundo el castellano y les sopla  el pito el inglés. Aprendamos a los argentinos que primero es el mate, segundo el mate y tercero el mate,  pero nosotros estamos vueltos locos porque Starbucks está por abrir su  puesto en Guate, ¡estamos felices porque al fin la civilización está llegando a nosotros! ¡Gente bruta! Si tenemos  el mejor café del  mundo, no podemos dejarnos engatusar con cualquier mierda que llegue del extranjero. Lodo en papel dorado nos lo venden como deliciosos chocolates ¡y los compramos! ¡encantados de la vida! ¡ como viene del extranjero abuelitas que es mejor que lo que tenemos nosotros!

En las universidades le preguntás a cualquier estudiante si sabe de Manuel Colom Argueta y con cara de asoleados te miran, nones de tener idea de Mario Payeras, de Masacre en la Selva, La Hija del Puma, del comandante Turcios Lima, de Santiago Santa Cruz Mendoza, del apellido Asturias en el movimiento, nada de Vamos Patria a Caminar, nada de aquel único presidente que tuvo los arrestos y le costó el exilio, n´mbre las y los estudiantes universitarios de hoy en día, lo único que les interesa es el mentado Iphone, el Blackberry –el frijolito fifí- el Androide que le dicen,   y andar con novios y novias que tengan pisto y una su buena nave, para andarlos chilereando.  Como diría mi abuela y estoy de acuerdo con ella ¡el estudio a veces embrutece a la gente! ¡En mi Comapa diríamos los pone dundos, soplados, asoleados, pasmados, bobos!

Qué tu Otto René Castillo, Monseñor Gerardi, Myrna Mack, Rogelia Cruz Martínez, qué tu Oliverio Castañeda de León,  y  los miles  de anónimos que también colaboraron con la causa y quienes  no ejercían bando pero que igual pagaron justos por pecadores. ¿Justicia? Seguimos esperando por ella, y como reza la canción… al final  DESPUÉS DE TANTO TUSHTE QUE NOS DAN lo único cierto es que TODAVÍA ESPERAMOS.

Todavía cantamos, todavía pedimos,
todavía soñamos, todavía esperamos,
a pesar de los golpes
que asestó en nuestras vidas
el ingenio del odio
desterrando al olvido
a nuestros seres queridos..”

«Todavía cantamos, todavía pedimos,
todavía soñamos, todavía esperamos;
que nos digan adónde
han escondido las flores
que aromaron las calles
persiguiendo un destino
¿Dónde, dónde se han ido?»

Pensaba en que hace algunos días se celebró el día Internacional en Memoria de la víctimas del Holocausto, hace más de un mes, el día Internacional de los Derechos Humanos, todo con una sola finalidad: no olvidar para  que no se vuelvan a cometer los mismos  errores del pasado. A nosotras -tros   las y los guatemaltecas –cos nos pasa lo contrario,  fingimos tener amnesia. –Cuando nos conviene-.
Ilka Ibonette Oliva Corado.
30 de enero de 2011.
Estados Unidos.

6 comentarios

  1. United Fruit Company = Chiqita Banana nada ha cabiado solo el nombre.Las condiciones – como lo expresara Monsenor Gregorio Rosa Chavez hace algun tiempo – que dieron lugar a los conflictos armados en C.A.y,esto apesar de haberse firmado los Acuerdo de Paz siguen estando presentes;la pobreza, el abadono,la marginalizacion, la ignorancia continua afectando a la gran mayoria de la poblacion. A esto hay que sumarle la presencia de nuevos actores como;el narcotafico y el pandillerismo que le imprimen un color tetrico al panorama.

    Con relacion a los sucesos que tienen lugar actualmente en Egipto y al leer el periodico me encontre
    con el relato de una pobre y adolorida mujer que, ante el caos y el derramamineto de sangre que esta teniendo lugar expresaba con lagrimas de dolor: «No podemos quedarnos callados ante lo que ha pasado. El silencio es un crimen.La sangre de esos que han caido no puede ser desperdiciada».

    Tenes razon Ilka la CULTURA no vende sobre todo si tratamos de evadir nuestras raices y confrontarnos con nuestro pasado. El olvido es la solucion.

    Segui adelante,un fuerte abrazo.

  2. Gracias Ilka por poner de nuevo, sobre el imaginario las cosas horrendas y catastróficas que han pasado en Guatemala, que tienen nombre y apellido, pero que lamentablemente aún siguen libres, gozando y burlándose de la justicia.

    Militares y poligarcas que someten y vende a Guatemala, como lo han hecho con las bananeras de Izabal.

    Tu voz es un llamado a nuestra conciencia, un llamado a seguir caminando.., un llamado a la memoria para que NUNCA MAS se repita en esta tierra.

  3. Yo tenía como 11 años cuando fué ese insidente en la embajada de españa, mi papa trabajaba en el estado mayor presidencial. Estabamos de vacaciones en Xela, el tuvo que regresarse a media noche a Guatemala, que terrible viaje, me acuerdo que la neblina era espesa, yo no sabía que mi papa venía para agruparse con todos los demas militares y a saber que iban a hacer.

    Yo no podía odiar a los militares, en mi familia hay muchos.

    Y como San Carlista, si aprendí la versión digamos verás de los hechos, Robin García, Timoteo Curuchiche, y tantos mas que se que fueron asesinados por militares.

    Y hablar de esos tiempos es como revolver la mierda, vuelve a apestar, hubieron muchos martires y muchos asesinos.

    Guatemala esta jodida desde Ubico decía mi abuelito.

    Tenemos que perdonar, alli viene otra tragedia de Monseñor Gerardi, pero ni modo… hay que perdonar.

    Supuestamente todo esta documentado, las matanzas, los abusos, ya hubo un pacto de perdon, ahora toca trabajar de verdad.

    Y para el registro…

    Aqui en USA también los militares tambien vinieron a acabar con los indigenas, les recomiendo la película Danza con Lobos.

  4. gracias Ilka, sin memoria no se avanza. Y cuánto nos hace falta en Guatemala para no dejar que el olvido se apodere de lo que hemos vivido recientemente, ya no digamos la revolucion del 44 que es un período importante a tener en cuenta porque desde la invasión en el 54 se agudizaron nuestros males.
    un abrazo

  5. En Guatemala tenemos unos medios de comunicación y un sistema educativo que promueven la amnesia, les importa poco conocer «el pasado reciente».
    Por tanto, nos toca desarrollar este ejercicio de memoria histórica para progresar humanamente.
    Gracias profe Ilka por ayudarnos e invitarnos a mantener el pasado en el presente para no cometer los mismos errores.

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