25 años de insistencia y necedad

En aquellos años llegaban los fotógrafos a los estadios y le tomaban fotos a los jugadores y a los árbitros sin que estos se dieran cuenta. Pasaban las semanas y uno se los volvía a encontrar en los estadios o llegaban al Campo de Marte donde (entrenábamos los martes y jueves) a ofrecer las fotografías que habían tomado. Las daban a siete quetzales y así fue como muchos obtuvimos nuestros recuerdos, gracias a esos fotógrafos que se buscaban el sustento los fines de semana de campo en campo. Muchacha, me llamó el fotógrafo cuando terminó el entreno, le tengo una fotona,…